Declaración de Willie Cotton, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para defensor público de Nueva York, emitida el 27 de enero.
Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores en Nueva York y por todo el país están presentando campañas que defienden las luchas de trabajadores por empleos, mejores salarios, por el control obrero de la producción y la seguridad, y las de los agricultores para defender su sustento. Uniéndose a las líneas de piquetes de huelgas, las protestas contra la brutalidad policiaca, las acciones en defensa del derecho de la mujer a optar por un aborto, y otras luchas del pueblo trabajador, los candidatos del PST sientan un ejemplo de lo que los trabajadores podemos hacer juntos para defendernos y presentan un programa que señala el camino a seguir.
Impulsados por la crisis de su sistema capitalista, los patrones están eliminando empleos, aumentando la velocidad de la producción y amontonándonos a trabajar en espacios estrechos, facilitando la propagación del coronavirus, todo para tratar de elevar sus ganancias. Bajo el dominio capitalista la producción se organiza sin preocuparse por nuestras vidas o nuestros cuerpos; ni la seguridad de los que viven cerca de las fábricas, refinerías, u otros centros laborales, ni tampoco a la contaminación de la tierra, el aire o el agua.
El cambio de administración en Washington no ha hecho nada para cambiar esto. El Partido Demócrata y el Republicano son partidos de los gobernantes capitalistas dedicados a proteger las ganancias de los patrones a costa de los trabajadores y agricultores, sin importarles las consecuencias para el mundo en cual vivimos.
Todo trabajo se puede hacer de forma segura. Ningún trabajador tiene que morir en el trabajo. Pero para que esto sea posible los trabajadores debemos organizarnos para tomar control de la producción de manos de los patrones.
Nuestra labor produce toda la riqueza y somos la única fuerza capaz de organizar la producción de forma segura. Luchar por el control obrero es el camino para evitar productos que han tenido consecuencias catastróficas, como el avión 737 Max de Boeing, y el derroche de valiosos recursos naturales. Tomando control de todos los aspectos de la producción, podemos usar el potencial de nuestra labor para producir alimentos, viviendas, vacunas y otras necesidades para la humanidad. Y lo podemos hacer de forma segura.
Bajo el capitalismo, las medidas para combatir la pandemia del COVID-19 están en manos de las grandes empresas farmacéuticas y los dueños de la industria médica. Su objetivo es sacar ganancias, no garantizar la salud del pueblo. Bajo el control obrero de la producción y la distribución las prioridades cambiarían drásticamente.
Luchas anteriores de la clase trabajadora demuestran de lo que somos capaces. En los años 60 los mineros del carbón transformaron al sindicato minero UMW y lideraron un movimiento social que logró controlar la plaga del pulmón negro, una enfermedad incurable y frecuentemente fatal. Su lucha determinada —que incluyó huelgas y protestas— resultó en la creación de clínicas de salud en las comunidades de las regiones mineras y de comités sindicales de seguridad que tenían el poder de parar la producción por razones de salud y seguridad. Los casos de pulmón negro disminuyeron substancialmente.
Esos logros fueron intolerables para los dueños de las minas de carbón y trasladaron la producción a las zonas no sindicalizadas de la cuenca del rio Powder, en el oeste, lo que debilitó al sindicato. Pero la lucha que libraron los mineros sigue siendo un ejemplo de lo que nuestra clase puede y debe hacer hoy.
A medida que crezcan nuestras luchas y tomemos más control de la producción, comenzaremos a darnos cuenta de nuestras verdaderas capacidades, y aprendemos nuestro propio valor. Y aumentará nuestra conciencia de clase. Los capitalistas nos meten en la cabeza la noción de que no somos lo suficientemente inteligentes para hacer algo importante, que debemos dejar las cuestiones importantes en sus manos. Pero el hecho es que nos temen más y más. Los trabajadores podemos tomar control y manejar toda la economía.
Eso es lo que hizo el pueblo trabajador de Cuba cuando hicieron una revolución en 1959, la cual han defendido contra los constantes ataques de Washington por 62 años. Es un ejemplo que se debe estudiar y emular.
Debemos forjar un movimiento sindical combativo y una dirigencia capaz de trazar un curso para derrocar el dominio de la clase capitalista explotadora y poner en el poder a un gobierno de trabajadores y agricultores.
Únete a la campaña del PST para impulsar esta perspectiva. Ayúdanos a colocar a nuestros candidatos en la boleta electoral. Esta es una vida que vale la pena vivir.