Declaración emitida el 3 de febrero por Joe Swanson, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para el consejo municipal de Lincoln, Nebraska.
Los trabajadores necesitan defender los derechos políticos que hemos arrebatado de los gobernantes capitalistas durante décadas de lucha. Son necesarios para unirnos y luchar para protegernos y poder debatir sobre cuál es la mejor manera para trazar una perspectiva de lucha de clases. Estamos enfrentando un ataque frontal dirigido por los demócratas, los medios liberales y la izquierda de clase media contra nuestros derechos.
Incitando a la histeria por el supuesto “golpe fascista” o “insurrección” en el Capitolio el 6 de enero, que según los demócratas fue organizado por Donald Trump, los liberales se están movilizando para fortalecer las leyes de conspiración y de “terrorismo doméstico” y los poderes de la policía política de los gobernantes capitalistas. Lo hacen usando el patriotismo estadounidense y la defensa de nuestras “sagradas” instituciones.
Están intentando apuntalar el puño explotador y opresor capitalista. “América” está dividida en clases, y los gobernantes temen cada vez más que los trabajadores reconozcan que los capitalistas y sus partidos políticos no tienen “soluciones” que no nos hagan cargar con el costo de la crisis de su sistema económico y social.
La “Ley de Prevención del Terrorismo Doméstico” de Biden desencadenaría un mayor espionaje por parte de las agencias policiales de Washington y el uso de agentes encubiertos contra los trabajadores, luchadores por los derechos de los negros y otros oponentes políticos.
Algunos patrones están despidiendo a cualquiera que puedan vincular con los actos del 6 de enero, ya sea en la manifestación masiva a favor de Trump afuera del capitolio o en la corta incursión en su interior. Mientras tanto, los policías buscan acusar de cargos amañados de “conspiración” a todos los que puedan.
Los dueños de las empresas de internet están cerrando las cuentas de aquellos con cuyas opiniones políticas no están de acuerdo.
Los liberales usan la histeria y hacen caso omiso de la constitución para asestar golpes a su principal oponente burgués, Donald Trump, y sus supuestos “cómplices” en el Partido Republicano.
Todas las restricciones contra los derechos políticos por parte de la clase capitalista y su gobierno, independientemente de quién sea el objetivo inicial, siempre terminarán siendo utilizadas contra los trabajadores combativos, para asestar golpes a las luchas obreras, contra nuestros sindicatos y nuestros partidos políticos.
El uso por parte de los trabajadores del derecho a la libertad de expresión y organización ha sido crucial para impulsar nuestras luchas, desde las batallas masivas que construyeron los sindicatos industriales en la década de 1930 hasta el movimiento obrero liderado por los negros que derribó la segregación racial de Jim Crow.
Los trabajadores y nuestros sindicatos deben pronunciarse contra cualquier ataque a los derechos que usamos y necesitamos, independientemente de quién esté en la Casa Blanca.
El año pasado, el Partido Socialista de los Trabajadores luchó con éxito contra los intentos de las autoridades del estado de Washington de revelar los datos personales de los electores del partido. Las leyes de divulgación son herramientas que utilizan los gobernantes para exponer a cualquiera que apoye a los partidos obreros a ataques de represalia por parte del gobierno, la policía, los matones de derecha y la “policía del pensamiento” tanto de derecha como de izquierda.
En 1973, mi partido lanzó una campaña política y una demanda judicial que expuso décadas de espionaje del FBI y “trucos sucios” contra el PST, el movimiento sindical, luchadores por los derechos de los negros y otros. La victoria del partido en ese caso asestó un golpe a la policía política de los gobernantes, incluida la decisión que continúa vigente de que el programa y las actividades revolucionarias del partido están amparadas bajo la constitución. Sentó un ejemplo y produjo logros que pueden ser utilizados por todos los luchadores por los derechos de los trabajadores, los que se oponen a las guerras de Washington y nuestros sindicatos.
Forjar un movimiento de la clase trabajadora capaz de defender a todos los explotados y oprimidos por el capitalismo, y dirigir un movimiento de millones de personas para derrocar el dominio capitalista y establecer un gobierno de trabajadores y agricultores, requiere una resuelta defensa de los derechos constitucionales.