Cientos de miles de personas han salido a las calles de Myanmar para protestar contra el golpe militar del 1 de febrero bajo el mando del general Min Aung Hlaing. Entre los manifestantes habían trabajadores de la confección como los de la fábrica de arriba, el 5 de febrero, mostrando el saludo de tres dedos, que se ha convertido en un símbolo de desafío.
Myanmar se ha convertido en un centro importante para la producción mundial de ropa con más de 600 mil trabajadores, muchos de ellos empleados por empresas de propiedad china. El salario mínimo en Myanmar es aproximadamente la mitad del de Camboya y Vietnam, lo que aumenta los márgenes de ganancias para los patrones que establecen operaciones allí.