Sosteniendo que están tomando medidas para erradicar la supremacía blanca, la Junta de Educación del Estado de California y autoridades similares en otros estados están considerando un nuevo plan de estudios que cambiaría la forma de enseñar las matemáticas en las escuelas públicas. El plan está descrito en un documento titulado “Un camino hacia la instrucción de las matemáticas de manera equitativa: Desmantelar el racismo en la instrucción de las matemáticas”.
El documento dice ofrecer “ejercicios para que los educadores reflexionen sobre sus propios prejuicios para que transformen su práctica educativa” al “hacer visibles las características tóxicas de la cultura de la supremacía blanca”.
El manual afirma que estas “características” consisten en el enfoque de “obtener la respuesta correcta”, enseñar las matemáticas de “manera lineal” y exigir que los estudiantes “muestren su trabajo”.
“El concepto de que las matemáticas son puramente objetivas es inequívocamente falso”, afirma el manual. “Mantener la idea de que siempre hay respuestas correctas e incorrectas perpetúa la ‘objetividad’” y esto promueve el racismo.
Si esta proposición anticientífica —parte de una agenda social más amplia que dice que la raza es el factor determinante de la historia y de todo lo demás— se persiguiera seriamente, no se podría construir una casa, ningún avión podría volar y mucho de lo que el pueblo trabajador necesita para vivir desaparecería.
“La cultura de la supremacía blanca se infiltra en las aulas de matemáticas a través de los actos diarios de los maestros”, dice la descripción del curso. “Junto con las creencias que subyacen a estos actos, perpetúan el daño educativo a los estudiantes negros, latinx y multilingües, negándoles el acceso completo al mundo de las matemáticas”.
Para contrarrestar esto, el documento afirma que los educadores de matemáticas “antirracistas” deben “deshacerse de las formas en que se les enseñó las matemáticas para aprender y enseñar matemáticas de manera diferente”.
Esto incluiría una prioridad en las ‘etnomatemáticas’. “Identificar y desafiar las formas en que se utilizan las matemáticas para defender los puntos de vista capitalistas, imperialistas y racistas”, dice el plan de estudios.
En respuesta a un artículo del Wall Street Journal del 19 de mayo sobre este plan de estudios de matemáticas, varios días después se imprimieron varias cartas con el título: “En California, 2+2=4 puede ser considerado racista”.
“Los ‘woke’ (‘despiertos’) parecen vivir un mundo de ensueño de su propia creación que tiene poca base en el mundo en el que viven”, escribió Mike Walker de Meridian, Idaho. “Quitar la capacidad de usar las matemáticas significa que los estudiantes no pueden convertirse en ingenieros o médicos. No pueden convertirse en científicos informáticos. No pueden convertirse en plomeros, electricistas o carpinteros. Considere la arquitectura y la contabilidad. La lista de ‘no se puede’ sigue y sigue”.
El objetivo final de la “teoría crítica de la raza” es la clase trabajadora, la única clase que puede defender y promover la cultura humana. Esta “teoría” tiene como objetivo encubrir el hecho de que todos los logros obtenidos por el pueblo trabajador han sido el resultado de la lucha de clase contra clase, no de raza contra raza. Dice que toda la historia de Estados Unidos se basa en la supremacía blanca y que todos los caucásicos son inherentemente racistas.
Si se implementa este esquema “woke”, afectará la capacidad de los estudiantes para aprender las matemáticas y ponerlas en práctica. El plan de estudios de California recientemente propuesto, por ejemplo, rechaza preparar a los estudiantes para tomar Álgebra I en el octavo grado. Pero esto es algo en lo que los estudiantes en California estaban logrando un progreso importante, pasando del 16 por ciento de los estudiantes preparados para hacerlo en 1999 al 67 por ciento en 2013.
“Los mayores beneficiarios fueron los estudiantes de minorías étnicas y de bajos ingresos”, señaló el Journal. “La tasa de éxito de los estudiantes afroamericanos aumentó por un factor de cinco, y la de los latinos y los estudiantes de bajos ingresos por un factor de seis”.