EAST MOLINE, Illinois — Los miembros del sindicato automotriz UAW en John Deere se han sumado a las filas de trabajadores que se han salido en huelga para luchar contra los ataques de los patrones a los salarios, beneficios y condiciones laborales. Más de 10 mil trabajadores salieron en huelga el 14 de octubre en las 14 plantas del fabricante de maquinaria agrícola y de construcción, la mayoría de ellas en Iowa e Illinois.
Cuatro días antes, los trabajadores habían rechazado una propuesta de contrato con un rotundo voto de 90 por ciento en contra. Uno de los principales puntos es la demanda de la empresa de que los nuevos empleados no reciban una pensión tradicional y de que se establezca un tercer nivel salarial más bajo.
“Hay muchos empleados nuevos. No los voy a ir a vender río arriba”, dijo al Militante Tina Swanson, miembro del Local 865 del UAW en la línea de piquetes el primer día de la huelga. Ella ha trabajado en la planta Deere Harvester en esta ciudad durante 14 años. “Eso es lo que pasó en 1997. No vamos a aceptar un contrato de tres niveles. Este podría ser el futuro de mis nietos”.
En 1997, los miembros del UAW en Deere aceptaron concesiones que crearon un segundo nivel. Los trabajadores contratados después de esa fecha reciben salarios y pensiones menores que la fuerza laboral anterior a 1997.
Muchos huelguistas aquí y en la planta de equipamiento forestal en la vecina ciudad de Davenport, Iowa, dijeron que han visto cómo los diferentes niveles dividen a los trabajadores. Los huelguistas están decididos a recuperar algo de lo perdido.
“Necesitamos un mayor salario para estar a la par con los aumentos de precios”, dijo Alex Melody, quien tiene tres años de antigüedad en la planta y trabaja en el departamento de pintura. La compañía ha ofrecido un acuerdo de seis años con un aumento del 5 al 6 por ciento ahora y solo del 3 por ciento en el tercer y quinto año. Esto está por debajo de la tasa de inflación actual.
“La compañía está ganando mucho dinero”, dijo Melody. “Solo queremos un futuro”. John Deere registró ganancias récord de 1.79 mil millones de dólares en el segundo trimestre y proyecta casi 6 mil millones en ganancias para 2021.
“Salarios más altos es lo primero para mí. Y la eliminación de los niveles”, dijo Josh Krebs. Ha trabajado durante ocho meses como ensamblador mecánico aquí. Explicó que parte de su salario viene en forma de primas por productividad. Los trabajadores de algunas líneas ganan más que los de otras, basado en factores fuera del control de los trabajadores. Krebs dijo que es injusto que los trabajadores más nuevos a menudo se enfrentan a despidos estacionales y pierden sus derechos de antigüedad cuando toman trabajos en otras instalaciones de Deere.
Esta es la primera huelga en John Deere desde 1986. Los trabajadores han estado prestando atención a otras batallas sindicales en todo el país, incluidas las huelgas en Nabisco y Kellogg. Algunos dijeron que los miembros del UAW en la planta de Volvo en Virginia, quienes rechazaron tres propuestas de contrato y se declararon en huelga a principios de este año, también por el tema de los divisivos niveles salariales, los estimularon a luchar.
Los piquetes dijeron que pocas horas después del inicio de la huelga ya habían recibido la visita de un par de miembros del UAW de una planta de Ford en Kansas, quienes prometieron regresar con otros. Hace dos años, un autobús lleno de miembros del Local 865 del UAW en la planta Harvester aquí viajó a Bolingbrook, en las afueras de Chicago, para unirse a las líneas de piquetes de los huelguistas de la General Motors.
La empresa está tratando de continuar la producción con supervisores y personal de oficina. Los patrones están tratando de socavar el apoyo a los miembros del UAW, diciendo que necesitan mantener la producción para que los agricultores puedan recoger la cosecha.
Los medios repiten los ataques de los patrones contra la huelga. Fox Business News citó comentarios de la “experta en cadena de suministro” Jennifer Blackhurst, quien dice que una escasez de repuestos en el momento de la cosecha podría generar una “tormenta perfecta” para los agricultores y puede impulsar la inflación. Señalando la escasez de proteínas, como el tocino, que está rondando su precio más alto en 40 años, Blackhurst dijo que la huelga podría empeorar la situación aún más.
Los huelguistas de todas las generaciones se mantienen firmes. “Nuestra huelga y línea de piquetes demuestran nuestra unidad y le envían un mensaje a la empresa”, dijo al Militante Jake Blowers, de 19 años.