En conmemoración de la Revolución de Granada de 1979 a 1983, la cual fue derrocada por un golpe de estado estalinista encabezado por Bernard Coard en octubre de 1983, publicamos a continuación extractos de “El segundo asesinato de Maurice Bishop” por Steve Clark, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores. Bishop, dirigente central de la revolución en esta pequeña isla caribeña, fue asesinado en el golpe. El artículo fue publicado por primera vez en 1987, en inglés, en el número 6 de New International, una revista de teoría y política marxista. Se publicó en español en un número especial de la revista mensual Perspectiva Mundial en agosto de 1987 y es distribuido como un libro por la editorial Pathfinder. Copyright © 2012 de Pathfinder Press. Reproducido con autorización.
A mediados de octubre de 1983, una fracción dirigida por el viceprimer ministro Bernard Coard en el seno del ejercito, el gobierno y el Movimiento de la Nueva Joya (New Jewel Movement —NJM) derrocó al gobierno de obreros y campesinos que había tomado el poder en la revolución del 13 de marzo de 1979.
EI primer ministro Maurice Bishop, respaldado por otros dirigentes del NJM y por la abrumadora mayoría de los obreros y campesinos de la isla, resistió esta contrarrevolución y trató de derrotarla. El 19 de octubre, el pueblo de Granada se sublevó intentando restituir su gobierno al poder. Paralizaron centros de trabajo, inundaron las calles de la capital, St. George’s, y liberaron a Bishop, quien había sido puesto bajo arresto domiciliario por la fracción de Coard. El tamaño de la multitud se calcula entre 15 mil y 30 mil personas. Teniendo en cuenta que Granada tiene una población de 100 mil personas, esto equivaldrá a una manifestación de entre 40 y 80 millones de personas en Estados Unidos.
Las tropas leales a la fracción de Coard enfilaron sus fusiles contra la manifestación de masas, matando a muchos participantes e hiriendo a otros más. Asesinaron a Maurice Bishop y a otros cinco líderes revolucionarios: Fitzroy Bain, Norris Bain, Jacqueline Creft, Vincent Noel y Unison Whiteman. El pueblo trabajador de Granada quedó aturdido y desmoralizado.
Una semana después, el 25 de octubre, las fuerzas armadas de Estados Unidos invadieron y ocuparon la isla. La fracción de Coard había entregado Granada al imperialismo en bandeja de plata. El país se encontraba nuevamente bajo un gobierno servil dominado por Washington.
A partir de entonces Bernard Coard y sus seguidores, desprestigiados mundialmente por estos crímenes y sus secuelas desastrosas, han intentado encubrir los hechos cometiendo un segundo asesinato de Maurice Bishop. Dirigen su ataque político contra todos los revolucionarios —en el Caribe, Norteamérica y otras partes del mundo— que defienden el legado político de Bishop y que tratan de aprender de su ejemplo.
El primer asesinato logró eliminar físicamente a Maurice Bishop. No obstante, los logros de Bishop y su ejemplo de dirección internacionalista revolucionaria han perdurado más de lo que se había imaginado Coard. A medida que salió a luz la verdad de lo que realmente había sucedido en octubre de 1983 —gracias a los esfuerzos de los revolucionarios granadinos que sobrevivieron, del presidente cubano Fidel Castro y de otra gente— las primeras explicaciones ofrecidas por Coard y sus seguidores fueron repudiadas cada vez mas por comunistas, luchadores antiimperialistas y gente progresista en todo el mundo. …
Fidel Castro ha caracterizado correctamente a Bernard Coard como “un supuesto teórico de la revolución, que había sido profesor de marxismo en Jamaica”. Coard buscó establecerse a sí mismo y a su grupo como “una especie de categoría de sacerdote de la doctrina, guardián de la doctrina, teórico de la doctrina, filósofo de la doctrina”, explicó Castro.
“El grupo de Coard no trabajó con las masas, trabajó con los militantes del partido … y trabajó con los cuadros del ejercito y del ministerio de seguridad”, dijo Castro. Coard era “el académico de la política, el profesor de ciencias políticas; mientras Bishop era el hombre que trabajaba con las masas, trabajaba con el pueblo, trabajaba con la administración, se movía internacionalmente”. Eso fue lo que estableció a Maurice Bishop como el dirigente central de la revolución granadina y del Movimiento de La Nueva Joya. …
El estalinismo destruyó la revolución granadina. Bernard Coard aprendió la brutalidad, la rigidez y la “resolución” burocrática de esta corriente política. Como todo estalinista, él confundió la claridad política con el dogmatismo, el centralismo con órdenes, la flexibilidad con blandeza, disciplina con sumisión, firmeza con severidad. La fracción que él estaba construyendo en Granada era verdaderamente pequeñoburguesa: era el núcleo de una casta administrativa entrenada para dar órdenes y detentar autoridad, en vez de ser el núcleo de una vanguardia política de la clase trabajadora que dependiera de la organización, movilización y educación revolucionaria de los productores explotados.
Maurice Bishop —y no Bernard Coard— fue el educador comunista del pueblo trabajador de Granada. Con los discursos de Bishop, los obreros y campesinos adquirieron una mejor comprensión de la lucha de clases en Granada, el Caribe y el mundo. A través de sus esfuerzos para elevar la participación del pueblo granadino en la revolución, Bishop ayudó a impulsar su experiencia en la lucha de clases y su concientización. Bernard Coard no era un “brillante maestro en estrategia y tácticas marxistas”. Era un demagogo estalinista.
Si bien el estalinismo continua siendo un gran obstáculo para las luchas obreras y campesinas, según lo demuestran 1os acontecimientos de Granada, su influencia en el movimiento obrero internacional ha quedado irreversiblemente debilitada por el avance de la revolución mundial desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Ante todo, se dio un hito en 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana bajo la dirección de un liderazgo revolucionario e internacionalista. Los obreros, campesinos y jóvenes revolucionarios de toda América Latina y de muchas otras partes del mundo han sido atraídos e influenciados por el ejemplo del Partido Comunista de Cuba. …
… La perspectiva política de Bernard Coard se basaba, en la práctica, en el rechazo de lo que Lenin llamaba “una de las tesis más profundas del marxismo, que es, al mismo tiempo, la más simple y comprensible. …
“En fin de cuentas” —dijo Lenin—, “el motivo de que nuestra revolución haya ido mucho más lejos que todas las demás revoluciones, es que … llevó a la participación activa en la edificación estatal a decenas de millones de seres que antes no estaban interesados en ello”.
Maurice Bishop murió luchando por esta perspectiva comunista.