Fuerzas gubernamentales sudanesas dispararon balas de goma y arrestaron el 7 de noviembre en varias ciudades a decenas de manifestantes que protestaban contra el golpe militar el 25 de octubre encabezado por el general Abdel Fattah al-Burhan.
Los manifestantes intentaron construir barricadas en respuesta a la convocatoria a la desobediencia civil por la Asociación de Profesionales Sudaneses. La asociación reúne al movimiento sindical que lideró el levantamiento popular en abril de 2019 que derrocó a la dictadura islamista del general Omar al-Bashir, en el poder durante décadas.
Al menos 14 manifestantes fueron muertos y unos 300 resultaron heridos por la represión. Arriba, protesta en Jartum el 30 de octubre. Decenas de miembros del consejo gobernante de dos años de existencia encargado de liderar la transición a un gobierno civil han sido detenidos. El depuesto primer ministro Abdalla Hamdok permanece bajo arresto domiciliario.
“El pueblo sudanés ha rechazado el golpe militar”, dijeron los líderes de la Asociación de Profesionales Sudaneses. Prometieron “no negociación, alianza, ni legitimación” con los jefes militares, y rechazaron el control del ejército sobre el gobierno y la economía. La asociación ha rechazado los llamados de los gobiernos de Washington y de la Liga Árabe a que regresen a un gobierno de “transición” de coalición con los mismos generales que tomaron el poder.