NUEVA YORK — “El gobierno de Estados Unidos busca por todos sus medios sofocar la economía cubana”, dijo Pedro Luis Pedroso, representante permanente de Cuba ante Naciones Unidas. “Pero a pesar del bloqueo y las agresiones, el pueblo cubano seguirá resistiendo”, dijo, como lo ha hecho durante seis décadas frente a los esfuerzos de Washington de destruir la revolución socialista”.
Pedroso se dirigía a los participantes de la Conferencia internacional sobre la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba celebrada el 19 y 20 de marzo. El evento fue auspiciado por la Red Nacional sobre Cuba, la Red Canadiense sobre Cuba y otros agrupaciones que abogan por el levantamiento de las sanciones de Washington contra Cuba. Unas 150 personas participaron en el evento, celebrado en el People’s Forum.
El punto culminante del encuentro fue la participación de una delegación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), y de representantes de la Misión de Cuba ante Naciones Unidas. La delegación de la FMC estuvo encabezada por su secretaria general, Teresa Amarelle Boué, quien también es miembro del Consejo de Estado de Cuba. A principios de la semana hablaron en la 66 sesión anual de la Comisión de Naciones Unidas Sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
La FMC surgió de la Revolución Cubana, en la que millones de trabajadores y campesinos, dirigidos por Fidel Castro y el Ejército Rebelde, derrocaron en 1959 una dictadura respaldada por Washington y comenzaron a transformarse a sí mismos y a la sociedad. Ejerciendo el poder estatal, han confrontado y derribado obstáculos para la participación de la mujer en todos los aspectos de la vida social y política.
Amarelle, acompañada de otras tres dirigentes de la FMC, fue la oradora principal de un panel sobre “Mujeres cubanas en la primera línea: Promoviendo los derechos humanos de la mujer y el Código de las Familias de Cuba”. Describió las discusiones que la FMC está ayudando a liderar para enfrentar los desafíos que enfrenta hoy el pueblo cubano, incluidas las mujeres.
Uno de las medidas más populares que se está poniendo en marcha actualmente, dijo Amarelle, es la extensión de los centros de cuidado infantil a los lugares de trabajo.
La dirigente de la federación también describió los debates por todo el país sobre el proyecto de ley del “Código de las Familias”. El original Código de Familia, adoptado en 1975, afirmó los derechos de la mujer en el lugar de trabajo y reemplazó las leyes sobre el matrimonio, el divorcio, la adopción y la pensión conyugal que existían antes de la revolución. La nueva propuesta toma en cuenta los avances sociales realizados desde entonces y los desafíos en la sociedad cubana actual.
Durante un período de tres meses que concluye el 30 de abril, se organizarán unas 78 mil reuniones comunitarias en toda la isla para discutir el proyecto de ley y hacer propuestas de cambios. Tras su aprobación por la legislatura cubana, la Asamblea Nacional del Poder Popular, el nuevo código será sometido a un referéndum popular. “Lo que estamos trayendo a la ley”, dijo Amarelle, tiene como objetivo abordar “lo que existe hoy en la vida cotidiana”.
Dijo que la variedad de cuestiones que se están debatiendo incluye la expansión de los derechos de maternidad y paternidad, la responsabilidad por el cuidado de niños y adultos mayores, incluida una mayor protección para “los más vulnerables de la sociedad”. El Código de las Familias “respeta todos los derechos de todas las personas”, dijo Amarelle, incluyendo la amplia variedad de hogares que existen hoy en Cuba, desde parejas casadas hasta padres solteros, niños criados por abuelos y parejas del mismo sexo.
Amarelle estuvo acompañada en la conferencia de las dirigentes de la FMC Osmayda Hernández Beleño, Gretel Marante Rosset y Yamila González Ferrer.
Lucha para acabar con el embargo
En el panel “Igualdad de Género: Clave para Enfrentar el Cambio Climático para Cuba” se abordó la protección del medio ambiente y de la salud y bienestar del pueblo trabajador en Cuba hoy en día.
Antes de la llegada de un huracán y otros desastres naturales, la dirección revolucionaria prepara y moviliza a millones de trabajadores para proteger vidas humanas, animales y propiedades. En una presentación en línea, Helen Yaffe, profesora de la Universidad de Glasgow, Escocia, señaló que tras los huracanes Irma y María en 2017, solo 10 personas murieron en Cuba, mientras que más de 3 mil perecieron en la colonia norteamericana de Puerto Rico.
Las presentaciones provocaron preguntas y debates entre los participantes sobre una variedad de temas. Fuera de los oradores cubanos, sin embargo, lo que estuvo mayormente ausente en la discusión fue el reconocimiento de que lo que ha hecho posible los notables logros sociales en Cuba, a diferencia de cualquier otro país del mundo, es que los trabajadores y agricultores han hecho una revolución socialista y durante más de 60 años han ejercido el poder estatal.
En la actividad de la noche, Yuri Gala, embajador alterno de Cuba ante la ONU, destacó la manera efectiva en que el gobierno revolucionario de Cuba ha enfrentado la pandemia de COVID —a pesar de las limitaciones de recursos causadas por las sanciones norteamericanas— dando prioridad al acceso universal a la salud pública. Cuba ha desarrollado varias vacunas propias y ha enviado miles de voluntarios médicos a países de todo el mundo.
Carlos Lazo, fundador de Puentes de Amor, que ha iniciado caravanas de automóviles mensuales en ciudades alrededor del mundo para exigir el cese de las sanciones de Washington contra Cuba, instó a los participantes a unirse a las caravanas.
En el panel de clausura, Gail Walker, directora ejecutiva de IFCO-Pastores por la Paz, detalló algunos de los viajes organizados a Cuba y otras actividades solidarias previstas para los próximos meses. Si bien la recaudación de fondos para ayuda médica y la organización de otra ayuda material para Cuba es muy apreciada allí, enfatizó Walker, el trabajo de quienes están aquí en Estados Unidos es sobre todo político: luchar para poner fin a la guerra económica de décadas de Washington contra Cuba.
La conferencia cerró con la actuación de un excelente trío musical dirigido por Arturo O’Farrill, un artista de jazz latino ganador del premio Grammy.