El aumento de los precios de las necesidades básicas está causando estragos en la vida de los trabajadores y nuestras familias, al mismo tiempo que millones siguen sin trabajo y los patrones exigen recortes salariales, “horarios suicidas” y la aceleración de los ritmos de trabajo que dañan nuestros cuerpos.
En Ontario, Canadá, los obreros de la construcción están en huelga por un aumento en cada uno de los tres años de su contrato lo suficientemente grande para defender sus salarios, que están siendo constantemente erosionados.
“Queremos poder mantener a una familia, no vivir de semana a semana”, dijo al Militante Ashley Lee, huelguista del sindicato automotriz UAW en la Case New Holland en Sturtevant, Wisconsin. “Tu trabajo no debería ser tu vida”, dijo el huelguista Mario Palacio. Los trabajadores de la refinería de Chevron en Richmond, California, están en huelga por salarios más altos, condiciones más seguras y horarios de trabajo sostenibles. “¡Definitivamente necesitan contratar a más gente!” dijo el huelguista Jose Chavez.
Cada una de estas huelgas necesita la solidaridad de los trabajadores y nuestros sindicatos para lograr una victoria.
El movimiento obrero necesita organizar a los trabajadores para luchar por una escala móvil de salarios y horas. No hay forma de prevenir la inflación bajo el capitalismo, pero los trabajadores podemos luchar para protegernos a nosotros mismos y a los demás y evitar que nuestras vidas sean destrozadas.
Cada vez que suben los precios al consumidor, necesitamos aumentos salariales que compensen. En décadas pasadas, el UAW y otros sindicatos obtuvieron ajustes automáticos por costo de vida en contratos que cubren a millones de trabajadores. Se puede luchar por estos ajustes de nuevo. Estas protecciones deberían extenderse a todos los trabajadores, sindicalizados o no, y a programas federales como el Seguro Social.
Los gobernantes capitalistas tienen innumerables trucos para enmascarar la tasa real de inflación. Los trabajadores necesitan formar comités de consumidores sobre precios para monitorear los efectos reales de la inflación en los bienes que necesitamos. Nuestros sindicatos deben exigir a los patrones que abran sus libros de contabilidad para que los examinen los trabajadores para conocer la verdad sobre las ganancias de la empresa.
Los trabajadores necesitan una semana laboral más corta sin recortes en el salario neto para distribuir el trabajo disponible y evitar despidos. Terminar con los “turnos suicidas”, las horas extras forzadas y los largos días de trabajo que provocan lesiones, muertes y familias rotas. Esto aliviaría la competencia que enfrentan los trabajadores para ser contratados y ayudaría a unificar a la clase trabajadora.
Los patrones no tomarán ninguno de estos pasos voluntariamente. Van en contra del afán de lucro del capitalismo. Usarán guerras como la invasión de Ucrania por Moscú, y guerras comerciales con Beijing y otros rivales, para tratar de convencer a los trabajadores de que “nosotros” debemos sacrificarnos por los “intereses norteamericanos”. Pero los trabajadores de Estados Unidos comparten intereses comunes con otros trabajadores de todo el mundo y no tienen intereses comunes con los gobernantes que nos explotan.
Un movimiento obrero que luche por esta perspectiva puede ser la base para romper con los partidos de los patrones, los demócratas y republicanos. Necesitamos nuestro propio partido, un partido obrero, que pueda liderar a millones en la lucha para tomar el poder político, construir un gobierno de trabajadores y agricultores y unirse a los trabajadores de todo el mundo.