Seis meses después de que el presidente ruso Vladímir Putin lanzó su invasión de Ucrania, nada ha atenuado la valiente lucha del pueblo ucraniano para defender la independencia de su país. Sin que se vislumbre el fin de las muertes y la destrucción, la lucha para exigir que Moscú saque sus fuerzas de toda Ucrania sigue siendo importante para los trabajadores de todo el mundo.
La ofensiva del Kremlin se ha estancado. Putin está en una desesperada campaña de reclutamiento ofreciendo grandes cantidades de dinero a los “voluntarios” para reemplazar a las decenas de miles de bajas en su ejército, cuya moral ha sido abatida.
En el Donbás, ocupado por Moscú, mineros ucranianos y otros trabajadores están siendo forzados a servir en las fuerzas armadas rusas, informó el boletín del Grupo de Protección de los Derechos Humanos de Járkiv. Las mujeres y los jubilados han reemplazado a 430 mineros que fueron sacados de la mina Dovzhanska-Kapitalna.
Un relato mordaz sobre la guerra fue publicado en la internet el 1 de agosto por Pavel Filatyev, un paracaidista ruso enviado a Ucrania durante las primeras semanas de la invasión. “Mi conciencia me dice que debo tratar de detener esta locura”, escribió.
El Kremlin no tenía el “derecho moral” de librar una guerra contra “otro país, especialmente contra la gente más cercana a nosotros”, dice. Filatyev describe cómo ganó respeto por la valentía de los ucranianos para defender su país.
Su unidad fue llevada desde Crimea a Jersón. La moral de las tropas rusas se desplomó cuando se encontraron con la oposición de los residentes de esa ciudad.
El alto mando de Moscú convirtió a los soldados “en completos salvajes, ignorando que necesitan dormir, comer y ducharse”, dijo. “Este es un ejército que intimida a los suyos”. Los que han pasado por estas experiencias no quieren “regresar allí y morir por algo que ni siquiera entienden”.
Filatyev describe los equipos oxidados, la falta de provisiones y cómo él y otros soldados tuvieron que saquear las áreas ocupadas en busca de comida y ropa. El Kremlin “bañó a Ucrania con nuestros cadáveres” y “algunos soldados comenzaron a pegarse un tiro” en la pierna para ser enviados a casa. Filatyev describe la creciente indignación en las filas del ejército hacia Putin y el alto mando militar.
Filatyev critica la propaganda del gobierno ruso y ucraniano y dice que “alimenta aún más el odio en la gente”. Cuando la radio ucraniana describió a los soldados rusos en términos abusivos como “orcos”, nos “amargó más”. Esto apunta a la necesidad vital de la fraternización entre los trabajadores ucranianos y rusos, con y sin uniforme. Es el único camino para poner fin a la guerra de Putin y restaurar la plena independencia de Ucrania.