Los votantes de Kansas rechazaron el 2 de agosto con un amplio margen una propuesta de enmienda constitucional estatal que “no creará ni garantizará el derecho al aborto”. Cientos de miles votaron en contra de la enmienda para evitar que los legisladores estatales restringieran estrictamente el acceso al aborto, como habían anunciado. Esto permite que el pueblo trabajador continúe participando en el debate.
El resultado confirma que la decisión de la Corte Suprema en Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization en junio, que declaró inconstitucional el fallo en Roe v. Wade en 1973, abre la puerta a un debate serio, estado por estado, sobre qué es lo que mejor responde a las necesidades de la mujer hoy. El voto de Kansas también desmiente el argumento de los liberales de que el fallo de Dobbs ilegalizó el aborto.
Ante la creciente crisis del sistema capitalista los trabajadores enfrentan desafíos cada vez mayores para poder formar o mantener una familia, con el desplome de los salarios reales por el aumento de los precios de la vivienda, el cuidado infantil, la atención médica, los alimentos, el combustible y otras necesidades. Estas condiciones afectan más a las mujeres de clase trabajadora.
El Departamento de Trabajo de Kansas dice que los salarios reales promedio en el estado cayeron un 1.8% el año pasado, una cifra que no revela la magnitud real de la caída de los salarios.
Los altos precios de la vivienda y el aumento de los alquileres en el condado de Johnson, en Kansas, significan que más trabajadores y jóvenes tienen que compartir una vivienda. Un poco menos de la mitad de todos los inquilinos pagan más del 30% de sus ingresos al propietario. A medida que ha aumentado la demanda de viviendas, el Concejo Municipal de Shawnee adoptó en mayo una ordenanza que prohíbe que más de tres personas que no sean parientes vivan en la misma casa.
El costo del cuidado infantil es “cerca del 30% del ingreso medio de una mujer en el estado”, dijo Donna Ginther, directora del Instituto de Política e Investigación Social de la Universidad de Kansas, al Kansas Reflector. El acceso está disminuyendo incluso para los que pueden pagar el cuidado de los niños. Alrededor de 21 de los 105 condados del estado no tenían plazas abiertas para bebés o niños pequeños el año pasado. Treinta y cinco por ciento de los hogares encabezados por una madre soltera en el estado viven en la pobreza.
En todo el país, más trabajadores están buscando formas de utilizar sus sindicatos para luchar contra estos ataques. Unos 800 trabajadores de Frito-Lay en Topeka, Kansas, se declararon en huelga el verano pasado. Los miembros del sindicato de panaderos BCTGM obtuvieron logros en su lucha por mejores salarios y contra los “turnos suicidas” que estaban destrozando la vida familiar.
El pueblo trabajador enfrenta una amplia crisis social. Kansas fue el estado con el segundo aumento porcentual más alto en muertes por sobredosis de drogas el año pasado. A nivel nacional, las muertes alcanzaron un récord histórico, con un aumento del 15%, mientras que en Kansas fue del 43%. Los aumentos más pronunciados han sido en pueblos pequeños y condados rurales.
La participación en la votación en el referéndum de Kansas, que coincidió con las primarias para las próximas elecciones, fue más del doble que en 2018. Más de 900 mil personas, casi la mitad de todos los votantes, votaron sobre el referéndum. Una mayoría del 59%, tanto demócratas como republicanos votó a favor de rechazar la enmienda.
Antes de la votación, Lori Chrisman, líder de la Coalición Value Them Both (Dale valor a ambos), que respaldó la enmienda, admitió que, si hubiera sido aprobaba, ella hubiera impulsado nuevas leyes para criminalizar el aborto desde la concepción.
El pueblo trabajador del estado se ha enfrentado a intentos de impedir el acceso de la mujer al aborto en décadas pasadas. Cientos de opositores a los derechos de la mujer bloquearon y cerraron temporalmente las clínicas de aborto en Wichita en 1991. El proveedor de servicios de aborto George Tiller fue asesinado a tiros en su iglesia por un derechista en 2009.
Tanto los comentaristas liberales como los conservadores no anticiparon el resultado del referéndum. Los republicanos estaban convencidos de que la enmienda que ellos respaldaban en Kansas triunfaría. Los liberales consideran a Kansas un “estado del centro” (flyover state ), poblado por trabajadores intolerantes y retrógrados “deplorables” que votaron en un 56% por Donald Trump en 2020. Ninguno de los partidos de los patrones, ni el Demócrata ni el Republicano, creen que los trabajadores son capaces de actuar para defender sus propios intereses de clase.
El fallo de la Corte Suprema en Dobbs dijo que devolvería la toma de decisiones sobre el aborto —una cuestión sobre la cual las opiniones siguen estando profundamente divididas— al “pueblo y sus representantes electos”, y el referéndum en Kansas lo demostró. La ley de Kansas continuará permitiendo el aborto hasta la semana 22 del embarazo.
Una amplia crisis social y económica continúa afectando a los trabajadores y nuestras familias por todo el país. Esto demuestra que debemos usar nuestros sindicatos para liderar una lucha por aumentos salariales a la par con el aumento en el costo de vida en todos los contratos sindicales y programas sociales; por vivienda asequible, cuidado infantil y atención médica; el acceso a la adopción y la planificación familiar, incluidos los métodos anticonceptivos y los abortos seguros. Es a través de esta lucha que podremos impulsar los derechos de la mujer.