ATLANTA — “Está circulando una petición en la mina para descertificar al sindicato”, dijo Charles Foster, miembro del sindicato minero UMWA, al Militante por teléfono el 16 de abril. Foster es uno de los 1,100 miembros del UMWA que estuvieron en huelga durante casi dos años en las minas de la Warrior Met Coal en Brookwood, Alabama.
La reñida huelga terminó a mediados de febrero cuando Cecil Roberts, el presidente del UMWA, hizo una “oferta incondicional para volver al trabajo”, que fue aceptada por la empresa.
“La semana que viene tendré mi readiestramiento antes de volver al trabajo”, dijo Foster. Dijo que los turnos ahora son de 12 horas en lugar de ocho.
“Algunos miembros del sindicato que están de regreso trabajando nos han dicho que algunos de los esquiroles quieren afiliarse al sindicato”, dijo Foster, “y algunos ex miembros que cruzaron la línea de piquetes durante la huelga quieren reincorporarse. Espero que podamos lograr que la mayoría de los que han estado trabajando durante la huelga vuelvan al sindicato”.
Según las reglas de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, al menos el 30% de los trabajadores de la empresa deben firmar una petición de descertificación para que se lleve a cabo una votación.
La huelga comenzó cuando los patrones de Warrior Met, que habían tomado cargo de las operaciones en Brookwood de la empresa Jim Walter Resources que se declaró en quiebra en 2015, se negaron a restablecer concesiones en salarios y condiciones laborales impuestas al sindicato durante el traspaso del control.
Además de los piquetes, el sindicato realizó mítines de solidaridad, recibió apoyo y contribuciones financieras de muchos sindicatos en todo el país para el fondo de huelga.
Pero Warrior Met logró poner en marcha la producción en las minas no. 4 y no. 7, y pudo cumplir con los pedidos de carbón metalúrgico de alto precio para generar grandes ganancias para la empresa, a pesar de la huelga.