East Palestine: ‘Difundir verdad de descarrilamiento’

Residentes, ferroviarios luchan por control de sus vidas

Por Tony Lane
1 de mayo de 2023
Cleanup of toxic spill in East Palestine, Ohio, after Feb. 3 Norfolk Southern derailment. Working people there are fighting to open rail bosses’ books, take control of health and cleanup.
Trains/Sol TuckerLimpieza de materiales tóxicos en East Palestine, Ohio, tras descarrilamiento de tren de Norfolk Southern, 3 de feb. Trabajadores están luchando por control de la limpieza y atención médica.

EAST PALESTINE, Ohio — Trabajadores, pequeños agricultores y pequeños comerciantes aquí, así como obreros ferroviarios por todo el país, continúan discutiendo sobre qué hacer para impulsar sus intereses tras el descarrilamiento del tren de Norfolk Southern el 3 de febrero y las consecuencias tóxicas del incendio químico subsecuente.

La lucha que están librando apunta a la necesidad de establecer comités de trabajadores y sus aliados para poner al descubierto los secretos de los patrones ferroviarios, cómo obtienen sus ganancias, los acuerdos que hacen entre bastidores y cómo ponen en peligro las vidas de los obreros ferroviarios y de las personas que viven cerca de las vías.

Los miembros del Partido Socialista de los Trabajadores Kathie Fitzgerald y Candace Wagner, se reunieron el 7 de abril con Tammy y Dave Reidy, quienes cultivan la tierra a unas pocas millas de East Palestine, no lejos de las vías de Norfolk Southern.

El día del descarrilamiento, y después del incendio, dijo Dave, “olía a plástico quemado, había un olor persistente. Cuando el rocío era espeso, te quemaba la nariz”. Los Reidy tienen una pequeña cantidad de vacas, cerdos, cabras, patos, gallinas y dos burros. Desde el descarrilamiento sus animales han dado a luz a animales muertos. Tammy dijo que esto no había sucedido antes.

“Todo el mundo se preocupa por la tierra. ¿Qué tal dentro de tres años?” dijo Dave Reidy. “¿Deberíamos cultivar heno? ¿Sembrar maíz? ¡No nos dicen nada!”

Se inscribieron para las pruebas de suelo y agua financiadas por Norfolk Southern pero aún no han escuchado nada. Y aunque no están seguros de la fiabilidad de esas pruebas, Tammy Reidy dijo: “Si tu haces las pruebas, no sabes si te vayan a reembolsar el costo”. Las pruebas cuestan unos 200 dólares, dijo.

Ambos trabajan a tiempo completo, Dave Reidy haciendo mantenimiento en un municipio cercano y Tammy Reidy como enfermera en un hospital local. Aunque ambos quieren ser agricultores a tiempo completo, esta es la única forma de mantenerse a flote.

Les mostramos los artículos del Militante de un convoy de Indianápolis que trajo recientemente donaciones de comida para animales a Freedom Farm en la vecina Salem. “Nosotros ayudamos con eso”, dijo Dave Reidy. “Pasamos el día ayudando a descargar los camiones que llegaban. Fue bueno hacer eso”.

“Ese tipo de solidaridad es importante”, dijo Fitzgerald. “Lo que necesitamos hacer es organizar comités con miembros de sindicatos, trabajadores y agricultores que puedan trabajar juntos y decirle a las empresas ferrocarrileras: ‘Oiga, queremos ver sus libros, de contabilidad. ¿Cuánto están ganando realmente y cuánto están gastando en mantenimiento y seguridad?’ Podrían exigir que la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Recursos Naturales entreguen los resultados de las pruebas”.

Tammy Reidy se mostró escéptica de que los agricultores pudieran cambiar las cosas.

Debido a la indignación pública, el Salem News informó que el Departamento de Agricultura de Ohio comenzó a analizar los cultivos el 10 de abril.

Desconfían en patrones ferroviarios

Jillian Zuch, trabajadora de una tienda y residente de East Palestine, dijo: “Mi abuelo trabajó para los ferrocarriles. Me dijo que para la empresa siempre era: ‘Echen a andar los trenes de nuevo y preocúpense de la limpieza después’. No puede creer que los inspectores ahora solo tienen 60 segundos para inspeccionar los vagones”.

La limpieza de las vías del tren en el East Palestine continúa. Esta fue una de las primeras victorias obtenidas debido a la presión de los residentes del área, que exigieron que se arrancaran las vías y se removiera la tierra. Los patrones de Norfolk Southern las habían reconstruido inmediatamente después del incendio para comenzar a generar ganancias de nuevo.

Las preocupaciones sobre el envío de la tierra y el agua contaminadas a sitios en varias áreas del país ha provocado resistencia. La compañía Clean Harbors en Baltimore abandonó un plan para tratar el agua contaminada por el descarrilamiento, cuando las autoridades municipales prohibieron el uso del sistema de alcantarillado.

Pasos como este han demorado el proceso para sacar los desechos contaminados de East Palestine.

Los peligros del proceso de limpieza se pusieron de relieve cuando un camión perdió el control, se salió de la carretera, se volcó y derramó 20 mil libras de tierra contaminada en Unity Township el 10 de abril. Las autoridades de Ohio dicen que el derrame no amenazó las vías fluviales cercanas.

Esto muestra una vez más la necesidad de que los residentes del área tengan control sobre todos los aspectos de la limpieza.

Trenes demasiado largos, pesados

La ira de los trabajadores por el desastre y la lucha de los sindicatos ferroviarios sobre las condiciones laborales y el tamaño de la tripulación han sacado a la luz la negligencia de los patrones ferroviarios hacia la seguridad en su afán de ganancias.

Uno de los resultados de la presión es una “advertencia de seguridad” producida por la Administración Federal de Ferrocarriles en abril que documenta seis descarrilamientos, que según dice, fueron causados por la “composición” del tren (o sea, como los patrones ordenan a los trabajadores juntar los vagones para formar un tren).

Cada uno de los trenes que se descarriló contaba con 125 o más vagones. Todos superaban las 4 mil toneladas, el límite de peso máximo establecido por el manual de composición de trenes de 1992 de la Asociación Estadounidense de Ferrocarriles. Y cinco de los seis trenes contaban con carga mixta, incluyendo vagones cargados y vagones vacíos, así como material peligroso. Estos trenes de carga mixta, más largos y pesados son más difíciles de maniobrar que los que tienen vagones del mismo tipo.

“Este aumento de descarrilamientos es de esperar”, dijo Clyde Whitaker, de la división de transporte del sindicato SMART-TD, en una audiencia en el Senado el 22 de marzo, cuando “se operan trenes más largos y pesados que son más difíciles de controlar”.

Incluso después de documentar los problemas creados por la composición de los trenes, la Administración Federal de Ferrocarriles simplemente recomienda a las empresas que revisen las “políticas y procedimientos” de los trenes y que todo el personal “reciba la capacitación adecuada”.

Esta es una receta para culpar a las tripulaciones por los descarrilamientos futuros. Solo una lucha por trenes más cortos con tripulaciones más grandes, donde los trabajadores ferroviarios puedan ejercer cierto control sobre su situación laboral, puede reducir los descarrilamientos.

La batalla por el tamaño de la tripulación continúa. NBC News informó sobre un tren de casi una milla de largo cuya locomotora estaba siendo conducida con un dispositivo de control remoto. Ese tren viajó 6 millas a través de Houston entre dos patios de la Union Pacific. Treinta y seis de los vagones llevaban materiales peligrosos. Efrén González, propietario de Azteca Farmers Market a lo largo de la ruta, dijo que la única advertencia eran algunos letreros a lo largo de la vía que decían: “Locomotoras pueden estar desocupados”.

Al mismo tiempo, los patrones de CSX llegaron a un acuerdo tentativo con el sindicato SMART-TD para permitir cinco días de enfermedad pagados al año. Esta fue una de las demandas de los trabajadores ferroviarios que fue ignorada cuando la administración de Biden dirigió al Congreso bipartidista para prohibir cualquier huelga ferroviaria el otoño pasado.