¿Por qué los gobernantes estadounidenses están librando una guerra económica contra el pueblo de Cuba?
“No el miedo a la Revolución Cubana”, dijo Fidel Castro ante un millón de personas congregadas en La Habana en 1962, “el miedo a la revolución latinoamericana”.
Miedo de que los trabajadores y agricultores de otras partes de las Américas se inspiren en la revolución socialista que hicieron los trabajadores y agricultores cubanos. Washington quiere aplastar el ejemplo que dieron al arrebatarle el poder político a la clase capitalista, al asumir control de la industria, la tierra y los bancos, y haberse transformados así mismos y forjar una dirección comunista. Es por eso que el brutal embargo norteamericano continúa hasta el día de hoy. Y ha sido impuesto por todos los presidentes demócratas y republicanos durante los últimos 63 años, para tratar de silenciar el ejemplo del pueblo cubano.
El embargo no solo impide que Cuba compre materiales directamente de Estados Unidos. También impide que empresas extranjeras vendan a Cuba cualquier cosa que tenga 10 por ciento o más de componentes de origen norteamericano. Las amenazas de represalias de Washington contra bancos extranjeros dificultan que Cuba abra cuentas y pague por lo que necesita, incluso cuando no hay “componentes norteamericanos”.
El embargo es una de las principales razones por las que hay escasez de petróleo, medicinas, fertilizantes y otras necesidades básicas, que causa grandes dificultades en Cuba. La inclusión de Cuba en la odiosa lista de Washington de Estados Patrocinadores del Terrorismo impide que La Habana tenga acceso a crédito.
La ofensiva de los gobernantes estadounidenses contra Cuba se ha visto agravada por los altísimos precios y la caída de producción que marcan la crisis capitalista mundial, así como por las consecuencias de la guerra de Moscú contra Ucrania. Las privaciones subsecuentes se reflejan en el creciente número de cubanos que están emigrando.
Ni los juegos internacionales de béisbol son inmunes a los ataques. A pesar de las interrupciones y hostigamiento de delincuentes derechistas a quienes las autoridades dieron rienda suelta durante el juego entre los equipos de Estados Unidos y Cuba en el estadio de Miami, la selección cubana jugó con dignidad.
Al luchar para poner fin al embargo de Washington contra Cuba, estamos luchando contra el mismo enemigo de clase que nos ataca aquí, y estamos luchando por los intereses que compartimos con los trabajadores de todo el mundo. La construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora para llevar a millones a arrancar el poder de los gobernantes norteamericanos esta al centro de lo que los trabajadores podemos hacer para contribuir a poner fin a la guerra económica contra Cuba.
¡Promueva el apoyo a la lucha para poner fin a los ataques de Washington contra el pueblo de Cuba! ¡Ayude a convencer más trabajadores a oponerse al embargo!