PST: ¡Fin a todos los ‘juegos’ de guerra contra Corea del Norte!

Por Seth Galinsky
8 de mayo de 2023
Marine de Corea del Sur toma posición mientras que marines de EE.UU. desembarcan durante provocativo ejercicio militar conjunto (Doble Dragón) en Pohang, Corea del Sur, marzo 29.
Stars and Stripes/David ChoiMarine de Corea del Sur toma posición mientras que marines de EE.UU. desembarcan durante provocativo ejercicio militar conjunto (Doble Dragón) en Pohang, Corea del Sur, marzo 29.

Washington, Seúl y Tokio han estado llevando a cabo una serie de provocativos juegos de guerra en Corea del Sur con el objetivo de intimidar a la República Popular Democrática de Corea en el norte. Son las maniobras militares más grandes desde 2018, cuando el gobierno norteamericano redujo los “ejercicios” anuales como parte de las conversaciones entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.

Esas conversaciones sobre la desnuclearización de la península coreana se estancaron ante la negativa de Washington a poner fin a las sanciones económicas, financieras y comerciales contra Corea del Norte ni a comprometerse a nunca invadir el Norte.

En medio de las conversaciones con Trump, el gobierno de la RPDC había desmantelado algunas de sus instalaciones nucleares y no había realizado una prueba de armas nucleares desde 2017.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, tras la derrota de los gobernantes japoneses —que brutalmente habían ocupado Corea desde 1910— la península fue dividida por Washington en Norte y Sur, con la connivencia del régimen estalinista de Moscú y contra la voluntad del pueblo coreano. El ejército norteamericano ocupó el Sur y en 1948 instaló la sangrienta dictadura de Syngman Rhee.

En el Norte, los trabajadores y campesinos comenzaron a organizarse para llevar a cabo una reforma agraria, la expropiación de las empresas capitalistas y medidas para garantizar la igualdad de derechos para las mujeres.

Luego, en 1950, Washington provocó la Guerra de Corea. Los soldados y guerrilleros norcoreanos casi lograron expulsar a las tropas de ocupación del país, pero Washington contraatacó usando bombardeos masivos y napalm en el Norte, llegando casi hasta la frontera con China antes de ser obligado a retroceder.

La guerra terminó en un punto muerto en 1953, la primera derrota del imperialismo norteamericano. Más de 4 millones de personas murieron. Washington había reducido a escombros las ciudades del norte de Corea y buena parte del sur. Washington firmó un armisticio, pero hasta el día de hoy se ha negado a firmar un tratado de paz permanente. Actualmente hay 28,500 soldados norteamericanos estacionados en Corea del Sur.

Biden reinicia los juegos de guerra

Bajo la administración de Joseph Biden, Washington ha intensificado los provocativos ejercicios militares conjuntos anuales que imitan ataques contra el Norte. En noviembre, Washington y Seúl realizaron un ejercicio aéreo conjunto —“Tormenta Vigilante”— con 1,600 misiones con 240 aviones de combate.

La mayor de las maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur, el “Ejercicio Ssangyong (doble dragón)”, se llevó a cabo del 20 de marzo al 3 de abril. Involucró a unos 9,500 infantes de marina y marineros de Estados Unidos y 3 mil de sus homólogos de Corea del Sur, así como 30 marines británicos. También participó el portaaviones de propulsión nuclear USS Nimitz, con su escolta de buques y aviones de combate.

El ejercicio “Escudo de Guerrero” de cuatro días entre Estados Unidos y Corea del Sur, que finalizó el 23 de marzo, incluyó ejercicios de artillería con fuego real y unos 1,200 efectivos a 16 millas de la Zona Desmilitarizada.

El 14 de abril, dos bombarderos B-52 Stratofortress, capaces de lanzar bombas nucleares, varios aviones de guerra surcoreanos y cuatro cazas F-15 de la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón sobrevolaron el Mar del Este, un día después de que Corea del Norte realizara una prueba exitosa de un misil balístico intercontinental de combustible sólido.

Ri Pyong Chol, vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, emitió un comunicado en el que calificó el despliegue de los bombarderos B-52 como “evidencia clara de que la amenaza nuclear de Estados Unidos y el chantaje contra nosotros ha alcanzado un nivel que no puede pasarse por alto”.

PST defiende reunificación de Corea

Seguimos “defendiendo la lucha por la reunificación de Corea”, escribió Steve Clark en nombre del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores en una carta dirigida a los dirigentes de la República Popular Democrática de Corea para conmemorar su fiesta nacional del 15 de abril.

“El Partido Socialista de los Trabajadores exige que el gobierno de Estados Unidos cancele inmediata e incondicionalmente todos los ejercicios militares conjuntos con Seúl, Tokio y otras potencias capitalistas”, señaló Clark. “Retire el personal militar y el armamento norteamericano de Corea. Levante todas las sanciones contra la RPDC. Firme un tratado de paz que ponga fin a décadas de estado de guerra por parte del gobierno imperialista norteamericano. Reabra las conversaciones para poner fin al despliegue en aguas y espacio aéreo de Corea de armas nucleares y sistemas de lanzamiento por todas las partes.

“El apoyo a la soberanía nacional y la unificación de Corea se puede ganar entre los trabajadores y otros en Estados Unidos y en todo el mundo”.