Declaración de Róger Calero, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores al Concejo Municipal de Nueva York, 13 de septiembre.
La declaración del 24 de agosto del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en defensa del Holocausto, debe ser condenada por el movimiento sindical y por todos los que se oponen a la explotación y la opresión.
Abbas repite calumnias antisemitas, afirmando que 6 millones de judíos fueron masacrados por los nazis no por el odio a los judíos, sino por su papel en “la usura y el dinero”. ¡Dijo que los judíos europeos no podían haber sido víctimas del antisemitismo porque en realidad no son semitas!
Entre 1933 y la actualidad, la población del mundo ha aumentado un 350%, pero el número de judíos aun está por debajo de lo que era en 1933. Aproximadamente dos tercios de todos los judíos en Europa fueron asesinados por los nazis durante el Holocausto.
Las palabras de Abbas son agua para el molino de los reaccionarios gobernantes de Irán, cuyo objetivo declarado es eliminar el estado de Israel, hogar de casi la mitad de los judíos del mundo. El rumbo de Teherán hacia la adquisición de armas nucleares pone en peligro a todos en la región y más allá.
Más de 200 personalidades palestinas firmaron una carta el 10 de septiembre condenando el intento de Abbas de justificar el antisemitismo y los crímenes nazis contra la humanidad.
Hoy, hay menos antisemitismo que nunca entre los trabajadores. Pero en medio de una profunda crisis capitalista mundial, la violencia contra los judíos va en aumento. Cualquier partido político que aspire a hablar y actuar en interés de la clase trabajadora debe condenar todas las expresiones de odio a los judíos.
El Partido Socialista de los Trabajadores exige el reconocimiento tanto de un estado palestino independiente así como del derecho de Israel a existir. Esto debe incluir el derecho de los judíos de todo el mundo a encontrar refugio en Israel.
A medida que la crisis capitalista y las crecientes amenazas de nuevas guerras marcan la época actual, los patrones tendrán que asestar mayores ataques contra los trabajadores. La historia muestra que inevitablemente recurrirán a fuerzas fascistas que culpan a los judíos por la crisis social para tratar de dividir y atacar al movimiento obrero. Esto, incluidos los horrores del Holocausto, son la lección del ascenso de Hitler.
La lucha contra el antisemitismo es parte integral de la marcha de la clase trabajadora hacia la conquista del poder y la construcción de un partido que pueda dirigir esa lucha revolucionaria. Sólo la eliminación del capitalismo puede abrir la puerta para acabar con el odio a los judíos de una vez por todas.