MONTREAL — “Nuestra comunidad tiene 250 años de historia en Quebec. Estamos orgullosos, somos quebequenses, no nos vamos a ir a ninguna parte. No tendrá éxito esta campaña de terror contra nosotros”, dijo Eta Yudin, vicepresidenta de Quebec en el Centro para Israel y Asuntos Judíos, en una conferencia de prensa el 9 de noviembre.
Se refería a los ataques contra escuelas, instituciones y estudiantes judíos. Entre ellos el ataque incendiario a la sinagoga de la Congregación Beth Tikvah y las oficinas de la Federación CJA, una organización judía, ocurrido un mes después del pogromo de Hamás del 7 de octubre en que fueron asesinados más de 1,200 judíos en Israel.
El Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses condenó los “cobardes y atroces” disparos hechos contra dos escuelas judías en Montreal el 9 de noviembre. El 12 de noviembre una de las escuelas judías fue atacada por segunda vez.
Yudin dijo que el ataque contra las escuelas el 9 de noviembre fue aún más traumático porque en esa fecha se conmemora el 85 aniversario de la noche de los cristales rotos, Kristallnacht, los pogromos antijudíos realizados por los nazis en Alemania en 1938 que marcó el comienzo del Holocausto.
Ese mismo día, estudiantes partidarios de Hamás hicieron una manifestación en la Universidad McGill para exigir un alto el fuego por parte de Israel. La publicidad para el evento usó una imagen de una multitud destrozando ventanas de vidrio a patadas, una cruda referencia antisemita a Kristallnacht.
El día anterior, varios estudiantes judíos de la Universidad de Concordia pusieron una mesa con carteles que exigían la liberación de los 240 rehenes retenidos por Hamás. Un grupo de estudiantes antiisraelíes y otros les atacaron físicamente. Algunos atacantes gritaron insultos antisemitas. Uno de ellos le gritó a una mujer judía: “Regrésate a Polonia, puta”. Dos estudiantes resultaron heridos.
En una manifestación antiisraelí el 28 de octubre organizada por el Movimiento Juvenil Palestino, el infame imán antisemita Adil Charkaoui, dijo que hay que matar a los ciudadanos israelíes y destruir Israel.
“Alá, cuenta a cada uno de ellos y mátalos a todos, y no eximan ni uno de ellos”, dijo en árabe. Muchos en la multitud respondieron con vítores.
En el programa del Militant Labor Forum aquí el 11 de noviembre, John Steele, miembro de la Liga Comunista, explicó que la campaña internacional liderada por muchos gobiernos capitalistas y la izquierda de clase media por un alto el fuego es una forma de apoyar a Hamas.
“Es indignante que Ottawa esté presionando a Israel para que realice una ‘pausa’ y ‘negocie’ con una organización que declara abiertamente que su objetivo es el exterminio físico de los judíos”, dijo. “Los trabajadores mas bien deben apoyar el esfuerzo de Israel para aplastar a Hamás para evitar que suceda esto de nuevo.
“La historia del Holocausto nazi, la segunda guerra mundial imperialista y el actual impulso del imperialismo hacia la Tercera Guerra Mundial muestran que la única manera de erradicar el odio contra los judíos es derrocando el sistema capitalista y reemplazando su dominio con un gobierno revolucionario de trabajadores”, explicó Steele.
“Los ejemplos de la revolución socialista en Rusia en 1917 dirigida por Vladimir Lenin y la Revolución Cubana en 1959 dirigida por Fidel Castro demuestran que esta es la única manera de hacerlo.
“Esto requiere la construcción de partidos obreros revolucionarios de masas dirigidos por cuadros marxistas que han sido puestos a prueba. Este es el objetivo de la Liga Comunista”, concluyó Steele.