MONTREAL — “No contamos con suficientes recursos para enseñar a los estudiantes. Esta manifestación muestra qué tan urgente es esto. También necesitamos un verdadero aumento salarial debido a la inflación”, dijo el maestro huelguista Joseph Dejustima al Militante al comienzo de una marcha de decenas de miles de maestros y trabajadores de la educación aquí el 23 de noviembre. Era el primer día de la huelga de su sindicato, la Federación Autónoma de Educación (FAE).
El mismo día medio millón de trabajadores del sector público de Quebec se unieron a los docentes y realizaron una huelga de un día, con piquetes y manifestaciones en toda la provincia. Estos incluyeron al Frente Común de cuatro federaciones sindicales con 420 mil afiliados y a 80 mil enfermeras de la Federación Interprofesional de la Salud de Quebec (FIQ).
El Frente Común ha convocado a una huelga de una semana del 8 al 14 de diciembre.
Los trabajadores exigen nuevos convenios sindicales que cubran sus necesidades, y las de los estudiantes, padres de familia, pacientes y otros. Sus contratos vencieron el 31 de marzo.
Actualmente, las negociaciones entre el Frente Común y el gobierno de Quebec se están llevando a cabo a través de un conciliador nombrado por el gobierno.
El Frente Común exige aumentos salariales por encima de la inflación en un contrato de tres años, en el que el aumento de 2023 equivalga al Índice de Precios al Consumidor más un 2%, o un aumento de 100 dólares canadienses (74 dólares) a la semana, el que sea mayor. También están exigiendo protecciones contra los cambios en el costo de vida.
Los sueldos iniciales de enfermeras en Quebec son los más bajos de Canadá, un 40% por debajo de los de Ontario. Las enfermeras exigen un aumento del 24% en tres años y aumentos anuales adicionales, determinados por la tasa de inflación.
“Los trabajadores de oficios calificados ganan un 30% menos de lo que ganarían en el sector privado”, dijo el carpintero de hospitales Daniel Boucher al Militante el 21 de noviembre en un piquete en el hospital Santa Cabrini en Montreal. “No somos tontos. Los funcionarios del gobierno se dieron a sí mismos un aumento salarial del 30%”.
Existe amplio apoyo de la clase trabajadora a la lucha de los trabajadores del sector público. La mayoría de las personas conoce a alguien que está o estuvo en huelga o que participó en la marcha del 23 de noviembre.
“En el camino al trabajo pasé por seis líneas de piquetes”, dijo Jean François Leonard, trabajador de la panadería industrial Bridor y miembro del Local 55 del sindicato BCTGM, a su compañera de trabajo y corresponsal del Militante, Katy LeRougetel.
“Bastaba con caminar unos pocos metros para sentir el apoyo de la población a los trabajadores”, informó el Journal de Montreal el 23 de noviembre. “Mientras que los conductores tocaban sus bocinas para expresar apoyo, los vecinos y varias decenas de comerciantes del bulevar St. Laurent salieron a apoyar a los huelguistas”.