Miembros del Partido Socialista de los Trabajadores en Washington hicieron un llamado a los sindicatos del área a que condenaran un ataque antisemita contra dos exhibiciones festivas en el vecindario Hampden de Baltimore el 23 de diciembre.
Las luces de la cerca del frente de la casa del rabino Moshe Moskowitz fueron destrozadas. Él tenía en el césped de su casa un letrero que decía: “Nos solidarizamos con Israel”. La casa de Joshua Lamont con una exhibición de luces de “Feliz Jánuca” también fue objeto de actos de vandalismo. Los patios de ambas casas estaban salpicados con trozos de sandía, un símbolo que refleja los colores de la bandera palestina.
“Los trabajadores y el movimiento sindical deben condenar este acto de vandalismo y extender solidaridad”, dice una declaración de Arrin Hawkins, dirigente de la rama del PST en Washington. “El estandarte de la clase trabajadora en todas partes debe incluir una lucha intransigente contra el odio a los judíos.
“El Partido Socialista de los Trabajadores defiende el derecho de Israel a existir como refugio para los judíos y condena el pogromo de odio a los judíos” cometido por Hamás el 7 de octubre, escribió Hawkins.
Miembros del partido visitaron el vecindario el 29 de diciembre para hablar con los residentes. Entregaron la declaración a Moskowitz y Lamont, quien es intérprete de lengua de signos. Lamont compró el libro La cuestión judía: Una interpretación marxista de Abram Leon y una suscripción al Militante de los miembros del PST.
Dos semanas después, Lamont le dijo a Arlene Rubinstein, miembro del partido, que desde el ataque contra su casa el había pasado de “ser un tipo que colocaba luces festivas a un ‘partidario del genocidio’ en las redes sociales”. En una tienda 7-Eleven, la noche del vandalismo, dijo que lo llamaron “judío sucio”.
“Decidí pronunciarme: me atacaron por ser judío. Aprecio lo que ustedes dicen en el Militante de que el movimiento sindical debe ayudar a liderar una discusión, porque es necesario que haya una conversación y un movimiento de verdad”, dijo Lamont. “De hecho, la clase trabajadora es de donde he recibido mayor apoyo: ofertas de ayuda y compromiso, y galletas.
“Siempre que hay una crisis, necesitan encontrar al ‘malvado’ y los judíos son los chivos expiatorios. Históricamente, han sido pateados a otro país, hasta que no hay un país seguro”, dijo.
“No hay solución para la cuestión judía ni para las otras cuestiones que enfrenta la humanidad bajo el capitalismo”, respondió Rubinstein. “El Partido Socialista de los Trabajadores tiene como objetivo educar y organizar a la clase trabajadora para tomar el poder. Eso abrirá la puerta para poner fin a la guerra, la explotación y la opresión, y para deshacerse del odio a los judíos de una vez por todas”.
Para hacer campaña con los miembros del PST o las Ligas Comunistas, comuníquese con la rama más cercana a usted.