Moscú está intensificando su ataque asesino contra la vida de los trabajadores ucranianos y contra las minas y fábricas de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, y contra infraestructuras esenciales por todo el país. Pero la valiente determinación del pueblo ucraniano de defender su independencia sigue inquebrantable.
El Kremlin está lanzando oleadas de soldados en el frente oriental con armamentos superiores a los de las fuerzas ucranianas, logrando algunos pequeños avances, a medida que disminuye el suministro de armamentos para Ucrania. Aunque por ahora la policía del presidente Vladímir Putin ha logrado reprimir en gran medida las protestas públicas más grandes en Rusia, el elevado número de bajas rusas, especialmente de reclutas de regiones con poblaciones predominantemente de nacionalidades oprimidas, continúa avivando la ira y la oposición latente entre el pueblo trabajador.
Putin niega que Ucrania existe como nación y como pueblo. Promete una guerra larga a expensas de los trabajadores de Rusia y Ucrania. Carteles publicitarios en Moscú lo citan diciendo: “Las fronteras de Rusia no terminan en ninguna parte”. Esto muestra las ambiciones expansionistas de su régimen chauvinista gran ruso, inspirado en el imperio zarista y el dominio de José Stalin después de aplastar al movimiento obrero revolucionario forjado por V.I. Lenin.
“El Partido Socialista de los Trabajadores apoya al valiente pueblo trabajador ucraniano que defiende la soberanía de su país, y llama a la derrota de las fuerzas invasoras de Moscú”, dijo al Militante Alyson Kennedy, candidata del partido al Senado de Estados Unidos por Texas, el 23 de abril. “Los comunistas se oponen a las sanciones contra Rusia lideradas por Washington, que afectan con mayor dureza a los trabajadores. Estas medidas económicas son una barrera a la solidaridad que es posible y necesaria entre los trabajadores ucranianos y los rusos, y los trabajadores de Estados Unidos.
“El PST también se opone al despliegue de fuerzas norteamericanas en Europa, que están allí para promover los intereses imperialistas de Washington, y exige su retiro, incluidas sus armas nucleares”, dijo.
El “terrorismo de misiles” de Moscú
El “terrorismo de misiles” de Moscú ha destruido “casi toda la generación de energía térmica de Ucrania”, dijo el 19 de abril la Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania (KVPU) y la Federación de Sindicatos de Ucrania (FPU) en un llamado conjunto a la solidaridad del movimiento sindical europeo. Los cortes de energía significan que los mineros del carbón “están en constante peligro bajo tierra durante los apagones y ataques en las regiones de Dnipropetrovsk y Donetsk”.
Utilizan la táctica de disparar un segundo misil en el mismo lugar con el fin de alcanzar a los rescatistas, quienes son miembros de la KVPU y la FPU. Los sindicatos señalaron que “las fuerzas rusas también torturan, encarcelan ilegalmente y matan a civiles, incluidos trabajadores y sindicalistas, en los territorios de Ucrania temporalmente ocupados”.
Más de 80 misiles y drones estallaron en instalaciones de energía en el país el 11 de abril. Días después, decenas de personas murieron o resultaron heridas cuando los misiles impactaron en edificios de apartamentos en la ciudad de Chernihiv en el norte y luego en Dnipro y en otras partes de la región de Dnipropetrovsk.
Plantas como la enorme acería Azovstal en Mariupol, la gigantesca planta de amonio en Sievierodonetsk y la planta de carbón de Avdiivka ahora ocupada por tropas rusas, han sido destruidas y los trabajadores han sido expulsados, arrestados o asesinados.
Desde que las movilizaciones populares de Maidán derrocaron al gobierno pro Moscú de Viktor Yanukovych en 2014, decenas de miles de voluntarios de clase trabajadora se han alistado a las milicias territoriales y al ejército.
Esto aumentó grandemente después de la invasión de Moscú en 2022, cuando Ucrania hizo retroceder a las fuerzas rusas. Pero ahora, con los crecientes ataques de Moscú, el gobierno capitalista de Kyiv ha ampliado el servicio militar obligatorio para aumentar sus fuerzas.
El régimen de Putin está apostando a que su superioridad poblacional y de recursos le permitirán ganar una guerra de destrucción prolongada, a medida que se debilita el respaldo a Kyiv por parte de Washington y las potencias europeas.
Pero Putin enfrenta oposición dentro de Rusia a su brutal guerra.
A principios de abril, familias de soldados movilizados en el Regimiento 1454 de la región de Yugra, en Rusia central, hicieron un llamamiento en video a las autoridades rusas. Se quejaban de que los comandantes utilizaban a los hombres como carne de cañón en “ataques suicidas” en las líneas ucranianas cerca de Avdiivka. Las unidades que estaban detrás fueron ordenadas a disparar contra los soldados que intenten evitar el fuego o retirarse.
Los trabajadores rusos son los aliados potenciales más importantes para la lucha de los trabajadores ucranianos para defender su soberanía nacional.