Después de tener que esperar por más de un mes, el Militante finalmente se enteró de que el Comité de Revisión de Literatura del Departamento Correccional (LCR) de Florida había ratificado una vez más la prohibición del número 17 del periódico en la Institución Correccional Jackson en Malone. El comité la ratificó en su reunión del 29 de agosto, pero no dieron ninguna razón para su decisión.
“El 18 de julio de 2024, el LRC revisó y confirmó la incautación”, escribió Melvin Herring, subdirector de educación del Departamento Correccional de Florida y miembro del LRC, al abogado del Militante David Goldstein en una carta fechada 30 de septiembre. “El 29 de agosto de 2024, la LRC realizó una revisión independiente de la publicación” y “confirmó la decisión del 18 de julio de 2024. La publicación sigue rechazada e inadmisible ante las instituciones del Departamento”.
Hay más de 100 suscriptores del Militante en las prisiones estatales de Florida.
¿A qué objetan las autoridades penitenciarias? El Militante fue informado el 17 de mayo que las autoridades de la Institución Correccional Jackson habían prohibido la edición del 29 de abril número 17 del periódico. Alegaron que una fotografía ampliamente difundida de Associated Press que muestra el cuerpo de un hombre judío asesinado por Hamás siendo exhibido entre vítores por la ciudad de Gaza por matones islamistas durante el pogromo del grupo el 7 de octubre de 2023, “presenta odio hacia una raza específica”.
La imagen fue publicada con el primer capítulo del último libro de Pathfinder, La lucha contra el odio antijudío y los pogromos en la época imperialista: Lo que está en juego para la clase trabajadora internacional.
Las autoridades penitenciarias alegaron que era necesario confiscar la fotografía y, por extensión, todo el ejemplar, porque violaba tres justificaciones adicionales dadas por el Departamento Correccional para el encautamiento. Una de ellas prohíbe la literatura que sea “peligrosamente incendiaria”, que fomente “disturbios, insurrección, rebelión” y “protestas carcelarias organizadas”.
Otras justificaciones son contra material que “promueva la cultura o el estilo de vida de las pandillas” o que “representa una amenaza a la seguridad, el orden o los objetivos para rehabilitación del sistema correccional”.
La lucha contra el odio antijudío y el pogromo asesino de Hamás es una cuestión clave para los trabajadores de todo el mundo, incluso tras las rejas. El prohibir el acceso a material que analice este tema viola los derechos constitucionales de los presos a leer literatura política de su elección. También viola la libertad de prensa, la del Militante y de todas las demás publicaciones que debaten estas cuestiones cruciales.
La importancia de los temas en juego en la lucha del Militante contra el embargo es subrayada por las cartas que escribieron decenas de organizaciones e individuos al Comité de Revisión de Literatura instando a las autoridades penitenciarias a levantar la prohibición. Entre ellos se incluyen Amnistía Internacional, la Unión Americana de Libertades Civiles de Florida, el Proyecto Penitenciario Nacional de ACLU, la Asociación de Prensa de Florida, PEN América, el Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa y el Centro Sur de Derechos Humanos.
Goldstein le escribió a Herring el 7 de octubre, explicando: “La carta del 30 de septiembre no identifica” qué disposiciones penitenciarias específicas “fueron violadas por la fotografía identificada. Esa carta tampoco explica en cualquier caso las razones para reafirmar el embargo”.
“Para que la publicación comprenda mejor el razonamiento detrás de la censura y la confirmación, solicitamos respetuosamente que la LRC identifique cuáles de las disposiciones” fueron “violadas por la foto identificada” y “explique por qué”.
La lucha contra las incautaciones en las cárceles —que el Militante ha ganado más veces que perdido— continúa.