La lucha contra el odio antijudío y los pogromos

28 de octubre de 2024

A continuación publicamos extractos del primer capítulo de La lucha contra el odio antijudío y los pogromos en la época imperialista: Lo que está en juego para la clase trabajadora internacional por el dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores Dave Prince. Copyright © 2024 Pathfinder Press. Reproducido con autorización.

 Cientos de millones de personas se ven más y más envueltos en la política mundial a raíz de la crisis del sistema imperialista y sus repercusiones en todos los rincones del mundo. El aumento del odio y la violencia contra los judíos que ha marcado las primeras décadas del siglo 21 —desde el Medio Oriente hasta América del Norte y Sur, Europa, África, Asia y el Pacífico— está profundamente arraigado en esta crisis global.

El odio antijudío es una cuestión mundial. Hoy día la lucha en su contra es decisiva para toda batalla obrera contra las consecuencias brutales para la humanidad del imperialismo y sus convulsiones.

Este libro presenta los fundamentos políticos y la continuidad del programa marxista y su trayectoria —en la historia y en acción— en torno a estas cuestiones. El odio a los judíos no es eterno; está arraigado en la sociedad de clases y en la lucha de clases. Y los autores responden a la pregunta primordial: Qué hacer para ponerle fin, para siempre. . .

Mientras exista la dictadura del capital —basada en la explotación de clase y el control capitalista de la producción y el comercio— no habrá solución a la marcha recurrente del imperialismo hacia el fascismo y la guerra. El dominio internacional del capitalismo moderno, y la contienda entre las principales potencias imperialistas y sus familias gobernantes para repartirse el mundo, hacen inevitable la recurrencia de crisis sociales y guerras. También hacen inevitables la resistencia y los levantamientos revolucionarios de la clase trabajadora y todos los explotados.

La propia cuestión judía es una cuestión de clase.

Como estamos viendo hoy nuevamente, el odio antijudío ocupa un papel y función permanente para las familias propietarias en la época imperialista.

El único camino para que la clase trabajadora internacional pueda avanzar es el de construir partidos revolucionarios proletarios —partidos comunistas— en los países donde vivimos. Forjar un liderazgo revolucionario con una confianza inquebrantable en la capacidad de la clase trabajadora y los oprimidos de tomar el destino en sus propias manos. Organizarnos siguiendo la marcha histórica de la clase trabajadora para enfrentar a las clases propietarias gobernantes a nivel mundial, tomar el poder estatal y transformar la sociedad. . .

La masacre del 7 de octubre fue el peor acto de violencia contra los judíos desde el Holocausto que llevaron a cabo los nazis. Ha sacudido irrevocablemente las esperanzas e ilusiones de los judíos y otras personas de que escaladas de actos antisemitas son una aberración histórica, algo del pasado. De que son excepciones a la regla. De que van a amainar. O de que podemos contar con Washington y otros gobiernos imperialistas “democráticos” para defender a los judíos en este país o en cualquier parte del mundo. . .

Una victoriosa revolución socialista en Estados Unidos es tanto necesaria como posible. Lo que hace falta, lo que hay que forjar, es un partido obrero revolucionario, dotado de un programa comunista y una dirección proletaria probada en el combate.

Eso es por lo que el Partido Socialista de los Trabajadores está luchando para forjar. El partido de la revolución socialista norteamericana. Una transformación revolucionaria —parte de una revolución socialista mundial cada vez más amplia— que abra paso a la reconstrucción de la sociedad sobre la base de la solidaridad humana.