Cientos de miles marchan en Cuba: ‘¡No a guerra económica de EUA!’

Por Janet Post
20 de enero de 2025
Presidente cubano Miguel Díaz-Canel y líder revolucionario Raúl Castro (centro), encabezan marcha de medio millón de personas en La Habana el 20 de dic., frente a embajada de EE.UU. para exigir fin de guerra económica de Washington contra la revolución socialista en Cuba.
Estudios RevoluciónPresidente cubano Miguel Díaz-Canel y líder revolucionario Raúl Castro (centro), encabezan marcha de medio millón de personas en La Habana el 20 de dic., frente a embajada de EE.UU. para exigir fin de guerra económica de Washington contra la revolución socialista en Cuba.

Cientos de miles de personas marcharon el 20 de diciembre a lo largo del Malecón de La Habana frente a la embajada de Estados Unidos para protestar contra la incesante guerra económica que libra Washington contra el pueblo trabajador de Cuba. La manifestación estuvo encabezada por el ex presidente y General de Ejército Raúl Castro y el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

“Marchamos ya, para decirle al gobierno de Estados Unidos: ¡Dejen al pueblo cubano vivir en paz! ¡Abajo la injerencia!”, dijo Díaz-Canel a la multitud. Además de exigir el fin del embargo económico mantenido por Washington durante décadas, exigieron el retiro de Cuba de la lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo”. La inclusión en esta lista somete a Cuba a medidas punitivas adicionales.

Ondeando banderas cubanas, los manifestantes corearon: “¡Nunca nos rendiremos!”.

Un año después del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, que llevó a los trabajadores y campesinos al poder, el presidente John Kennedy promulgó el embargo, basándose en un memorando preparado por el Departamento de Estado. “Hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba”, decía, “privar a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

Todos los presidentes de Estados Unidos desde entonces, tanto demócratas como republicanos, han mantenido el embargo en vigor. Fue recrudecido por Donald Trump y Joseph Biden. Esto ha agravado las escaseces, incluso de alimentos, medicamentos, combustibles, medios de transporte, y el deterioro de muchos servicios básicos.

El 30 de octubre, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo a la Asamblea General de Naciones Unidas: “Más del 80% de nuestra población solo ha conocido una Cuba con bloqueo”. El organismo aprobó una resolución que exige el fin del embargo con 187 votos a favor, 2 en contra y una abstención. Los gobiernos de Estados Unidos e Israel fueron los dos que votaron en contra.

La marcha mostró la determinación de los cubanos de defender su revolución.

66 aniversario del triunfo

La marcha ocurrió mientras el pueblo cubano se prepara para celebrar el 66 aniversario del triunfo de la primera revolución socialista en las Américas, el 1 de enero de 1959. Junto con la Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia liderada por V.I. Lenin, estas dos grandes revoluciones socialistas de nuestra época, señalan el camino a seguir para la clase trabajadora en todo el mundo.

La Revolución Cubana triunfó debido al papel político central de Fidel Castro, líder del Movimiento 26 de Julio y del Ejército Rebelde. Dirigió a los trabajadores y campesinos para derrotar a la dictadura de Fulgencio Batista apoyada por Washington, y arrebatar el poder estatal de manos de la clase capitalista. Esto abrió la puerta para que la mayoría trabajadora logrará tierras para los campesinos, hiciera avances cada vez más profundos contra las relaciones de propiedad capitalista y se transformara en el proceso.

En un discurso pronunciado el 1 de enero de 1979 para celebrar el 20 aniversario de la revolución, Fidel Castro dijo: “Hasta el 1 de enero el adversario indirecto era el imperialismo. Batista era el adversario directo. Después de enero el adversario fue directamente el imperialismo. Antes de enero luchamos por ser dueños de nuestros destinos; después de enero por defender ese derecho y realizar la revolución socialista.

“Antes de enero librábamos una batalla solamente patriótica; después de enero una batalla además internacionalista. Antes de enero éramos parte de una revolución nacional; después de enero somos parte de la revolución mundial. Antes de enero una vanguardia fue protagonista esencial de los acontecimientos; a partir de enero el protagonista fundamental ha sido el pueblo”.

Castro y la dirección cubana comprendieron, como Lenin y los bolcheviques antes que ellos, que para que la clase trabajadora tomara el poder en nuestras propias manos se necesita una dirección marxista. Y eso significa liderar a millones de personas a la acción revolucionaria.

En un discurso conocido como la “Segunda Declaración de La Habana”, Fidel Castro se dirigió a un millón de trabajadores y campesinos en la Plaza de la Revolución de La Habana el 4 de febrero de 1962.

“¿Qué es lo que se esconde detrás del odio yanqui a la Revolución Cubana?”, preguntó. “¿Qué explica racionalmente la conjura que reúne, en el mismo propósito agresivo, a la potencia imperialista más rica y poderosa del mundo contemporáneo y a las oligarquías de todo un continente? … Los une y los concita el miedo.

“En sus mentes de negociantes y usureros insomnes cabe la idea de que las revoluciones se pueden comprar o vender, alquilar o prestar, exportar o importar como una mercancía más”, dijo. “Suponen que las revoluciones nacen o mueren en el cerebro de los individuos o por efecto de las leyes divinas y que además los dioses están de su parte”.

Pero, preguntó, “¿Qué enseña la Revolución Cubana? Que la revolución es posible, que los pueblos pueden hacerla, que en el mundo contemporáneo no hay fuerzas capaces de impedir el movimiento de liberación de los pueblos”.

La Revolución Cubana es un ejemplo para los trabajadores de todo el mundo, incluso en Estados Unidos.