LA HABANA — Cuba está “frente a un complejo panorama mundial y el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos”, pero “¡hoy estamos aquí, prestos a inaugurar la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana!”, afirmó Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro. Rodríguez estaba hablando el 13 de febrero en la inauguración de la feria, el mayor evento cultural anual de este país. Después de 10 días en La Habana, una muestra de la feria recorrerá todas las provincias de la isla.
Esta determinación de celebrar el festival literario este año a pesar de los enormes desafíos económicos, dijo Rodríguez, subraya “el valor que nuestro estado le confiere al libro y la lectura”, y su valor para millones de trabajadores cubanos.
A pesar de la escasez de combustible y otros recursos que ha reducido drásticamente el transporte en autobús en La Habana —una de las muchas consecuencias de la brutal guerra económica de Washington contra la Revolución Cubana— miles de personas han acudido a la feria del libro, que se celebra en San Carlos de la Cabaña, una fortaleza colonial que se alza sobre la Bahía de La Habana.
Para que la feria sea más accesible a la población, por toda la ciudad se están haciendo presentaciones de libros, lecturas de poesía, donaciones de libros y eventos musicales en instituciones culturales, centros comunitarios, escuelas, centros de trabajo, hospitales y prisiones.
Uno de los temas de esta feria es el 130 aniversario de la caída en combate del héroe nacional de Cuba, José Martí, líder central de la guerra de independencia cubana contra el coloniaje español a fines del siglo 19. Varias presentaciones en la feria destacan obras de Martí.
Rodríguez informó que, a pesar de la gran escasez de papel y tinta, se ha lanzado un proyecto, la Biblioteca del Pueblo, que ya ha publicado más de 60 clásicos de la literatura cubana y mundial, especialmente libros para niños, tanto en formato impreso como digital.
Este esfuerzo se inspira en el ejemplo de iniciativas anteriores de la Revolución Cubana. La primera Biblioteca del Pueblo se publicó poco después del triunfo revolucionario de 1959. Recibió un enorme impulso en 1961, cuando se movilizaron cientos de miles de jóvenes cubanos en una campaña que alfabetizó a casi un millón de trabajadores en el campo y las ciudades, convirtiendo a Cuba en el primer “Territorio Libre de Analfabetismo” de las Américas
Cómo el gobierno revolucionario dirigido por Fidel Castro tomó medidas desde el principio para fomentar la lectura y la edición de libros es el tema de uno de los títulos presentados en la feria, Fidel y la industria editorial cubana, de Francisca López Civeira y Fabio Enrique Fernández.
Para la mayoría de los trabajadores cubanos, “el mundo de los libros era casi inexistente en la década de 1950. Eso se transformó con la revolución”, la cual amplió masivamente el acceso a la cultura y la educación, dijo Fernández en la presentación.
El país de honor en esta feria del libro es Sudáfrica. En la inauguración, a la que asistió una delegación de Sudáfrica, Rodríguez destacó las estrechas relaciones entre Fidel Castro y Nelson Mandela. Mandela fue el líder central de la lucha por una Sudáfrica no racial y democrática que derrocó al régimen segregacionista en los años 90. Mandela a menudo agradeció a Cuba revolucionaria por su decisiva contribución a la lucha por la libertad en Sudáfrica y todo el continente.
El primer día de la feria del libro de La Habana se celebró un programa especial llamado “África en nuestras venas”, auspiciado por Verde Olivo, la editorial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR). La presentación destacó las misiones voluntarias de combatientes cubanos en África, quienes a través de más de seis décadas participaron en luchas de liberación desde Argelia hasta el Congo, Guinea-Bissau, Etiopía y Angola. El presentador fue el coronel José Manuel Cereijo, jefe del Centro de Estudios Militares de las FAR. El evento estuvo dedicado a los 4 mil combatientes cubanos que cayeron durante esas misiones.