Miles de palestinos protestaron en Gaza el 25 y 26 de marzo exigiendo el fin del gobierno dictatorial de Hamás. Son las protestas más grandes en años, y revelan una renovada lucha de trabajadores por sus intereses. Marcharon en Beit Lahia, Jabalia, Jan Yunis, Ciudad Gaza y otras ciudades.
Portaban carteles que decían, “Detengan la guerra”, “La sangre de nuestros niños no es barata”, y “Nos negamos a morir”. Con seguridad y determinación, coreaban “¡Fuera Hamás!”. A diferencia de Hamás, los manifestantes mostraban su rostro con orgullo.
Los golpes de Israel contra Hamás los tiene en desbandada, ocultos en túneles y escondites subterráneos. Contrario a la propaganda de los apologistas de Hamás que dicen que las acciones de Israel están dirigidas contra los palestinos, la ofensiva está orientada a desmantelar a Hamás y a defender la existencia de Israel.
Las protestas contra Hamás muestran que se está abriendo espacio para que los trabajadores en Gaza se organicen y eliminen el mayor obstáculo que enfrentan: Hamás. Ese es el curso en que aumentarán las posibilidades para que los trabajadores de Gaza, Israel y de toda la región aúnen fuerzas para defender sus intereses comunes, combatan el odio antijudío y la opresión nacional, y comiencen a forjar un liderazgo de clase trabajadora.
Las protestas van a resonar por todo el Medio Oriente. Las audaces acciones en Gaza ocurren tras la nueva ofensiva israelí. Fuerzas israelíes lanzaron un ataque combinado en el norte, centro y sur de Gaza contra Hamás, poniendo fin al cese el fuego ante la negativa de Hamás de liberar a los rehenes restantes. Hamás está usando la tregua para reagruparse y preparar nuevas masacres contra judíos en Israel.
Las protestas comenzaron un día después que la Yihada Islámica lanzara dos o tres cohetes contra Israel desde Beit Lahia y Beit Hanoun. Las autoridades israelíes ordenaron la evacuación de civiles de gran parte de estas ciudades.
‘Oigan las voces desde los escombros’
Durante años Hamás ha sacrificado deliberadamente la vida de palestinos escondiendo sus centros de mando y armas en áreas residenciales. La ira producida por el temor de que la matanza comenzara de nuevo con el fin de la tregua, motivó las protestas palestinas en Beit Lahia y Beit Hanoun, que se propagaron rápidamente, incluyendo al sur del enclave.
“Nos negamos a morir por nadie, ni por ninguna agenda partidaria, ni intereses de estados extranjeros” dijo Mohammad Diab, residente de Beit Lahia, a la prensa. “Hamás debe renunciar y escuchar las voces de los dolientes, las voces que se levantan desde los escombros, las voces más honestas”.
Algunos de los manifestantes pidieron que Hamás entregara los rehenes restantes. “Queremos que Hamás resuelva esta situación, devuelva a los rehenes y ponga fin a todo esto”, dijo uno de los manifestantes a la prensa.
Un mensaje al mundo
“Estamos enviando un mensaje al mundo entero: Rechazamos el dominio de Hamás”, dijo otro manifestante.
Algunos condenaron la falta de cobertura en Al Jazeera sobre la oposición a Hamás. En la protesta fuera del Hospital Indonesio en el norte de Gaza, un manifestante señaló que los “periodistas entraron al hospital para no tener que reportar sobre este evento”.
Al Jazeera no informó sobre las protestas hasta 10 horas después de que otros medios ya lo habían hecho, a pesar de tener reporteros presenciales. Luego, descaradamente mintieron sobre lo que pasó, diciendo que las protestas eran contra el “genocidio israelí”, aunque tuvieron que admitir que “algunos” manifestantes coreaban consignas contra Hamás en un video que mostraba a cientos condenándolo.
Luego Al Jazeera señaló que las autoridades israelíes habían enviado mensajes a residentes de Gaza apoyando las protestas y diciéndoles “la solución está en tus manos”, tratando de dar la impresión de que los oponentes de Hamás estaban actuando en nombre de Israel.
La latente oposición contra Hamás está siendo ahora directa y pública. Las Familias y Clanes de la Franja de las Provincias del Sur de Gaza emitieron una declaración el 25 de marzo convocando a más protestas.
“No hay más lugar para el silencio o para esperar por años de opresión, hambre y destrucción”, escribieron. “En nombre de los clanes de Gaza, los llamamos a un levantamiento popular contra la injusticia y a una marcha de ira que sacudirá la tierra debajo de los pies de quienes vendieron nuestra sangre y explotaron nuestro sufrimiento por sus propios estrechos intereses.
“Hamás debe sacar su mano de Gaza inmediatamente y acabar con este injusto cerco impuesto sobre nosotros por decisiones que no nos representan.
“Gaza ya no sigue secuestrada por nadie”, concluyeron los clanes. “Gaza será liberada por la voluntad de su pueblo”.