Trump llama a cese el fuego, Moscú bombardea más civiles en Ucrania

Por Roy Landersen
5 de mayo de 2025

El régimen del presidente ruso Vladímir Putin ha intensificado sus incesantes ataques aéreos contra objetivos civiles en ciudades ucranianas aumentando las muertes y la destrucción. Putin está castigando a los trabajadores ucranianos por su intransigente defensa de la soberanía de su país. Y esta escalada es una respuesta inequívoca a las negociaciones de alto el fuego impulsadas por la administración de Donald Trump.

Un ataque con misiles balísticos contra Sumy, en el noreste de Ucrania, el 13 de abril —el Domingo de Ramos— mató al menos 34 personas e hirió a más de 100. Misiles rusos también alcanzaron el centro de Krivói Rog, la ciudad natal del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el 4 de abril. Nueve niños murieron en un parque infantil.

Dos días antes, el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, se reunió con Putin en San Petersburgo. Altos funcionarios de Estados Unidos y Rusia también se han reunido en Arabia Saudita para discutir un posible alto el fuego. Si bien el gobierno ucraniano aceptó la propuesta norteamericana de un cese de combates de 30 días, Moscú respondió intensificando sus ataques.

El presidente Donald Trump sigue culpando a todos los demás por la guerra de Moscú. “Biden podría haberla detenido, Zelenski podría haberla detenido, y Putin nunca debería haberla iniciado”, dijo a la prensa el 14 de abril. “Todos tienen la culpa”.

La Casa Blanca pretende poner fin al conflicto no para defender la soberanía ucraniana sino para lograr cierta estabilidad en la región e impulsar los intereses económicos y políticos de los gobernantes norteamericanos. Además, Trump tiene esperanzas de llegar a un acuerdo con Putin para integrarlo en un bloque con Washington contra Beijing.

A medida que se prolonga la sangrienta guerra, cada vez menos hombres rusos se están ofreciendo como voluntarios para el ejército de Putin. El Kremlin quiera evitar otra ronda de movilizaciones, que podría hacer que la oposición generalizada a la guerra vuelva a estallar públicamente, a pesar de la feroz represión.

En enero el gobierno regional de Samara ofreció 40 mil dólares por alistarse en el ejército, según Vyorstka, un sitio web independiente. El régimen de Putin espera que este incentivo atraiga voluntarios, ¡a pesar de que los escuadrones de asalto de Moscú en Ucrania tienen una tasa de supervivencia de solo el 5%!

El frente de batalla en el este de Ucrania está prácticamente paralizado. Los pequeños avances de las fuerzas rusas han tenido un costo muy elevado: más de 1,200 bajas por semana. Más de 48 mil soldados rusos murieron o resultaron gravemente heridos tanto en diciembre como en enero. El Kremlin afirma que en 2024 tuvieron un promedio de 36,600 reclutas al mes. Esto resulta en un déficit de 12 mil soldados al mes.

Los comandantes ucranianos tienen un mayor aprecio de la vida de sus soldados. Sus bajas son cuatro veces menos que las del ejército de Moscú.

El Kyiv Post  del 15 de abril informa sobre la desmoralización de los soldados rusos por el trato brutal que reciben a manos del cuerpo de oficiales de Putin.

El soldado de infantería ruso Artem Ushakov y varios de sus compañeros en el este de Ucrania se rindieron a un dron que los guio hasta las líneas ucranianas. Les dijo a los ucranianos: “Si intentas retroceder, te disparan, te eliminan, no tienes ningún chance”.

Otro soldado ruso explicó a las fuerzas ucranianas cómo sus comandantes instaban a sus tropas a seguir avanzando aunque significara una muerte segura. “Nuestros instructores nos empujaban a avanzar”, dijo, advirtiéndoles que si no se movían lo suficientemente rápido, “nos dispararían en las rodillas o nos matarían”.