SÍDNEY — En un importante paso, las Ligas Comunistas de Nueva Zelanda y de Australia decidieron combinar sus fuerzas para construir una Liga Comunista basada en Australia con sede en Sídney. La decisión permitirá al partido responder audazmente a los acontecimientos importantes en la política y las luchas obreras no solo en Australia y Nueva Zelanda sino en toda la región del Pacífico.
La iniciativa aprovechará las décadas de trabajo, experiencia en la lucha obrera y la estrecha colaboración entre las dos Ligas Comunistas de Australia y Nueva Zelanda, una orgullosa trayectoria fortalecida por su colaboración con las Ligas Comunistas de Canadá y el Reino Unido y el Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos.
Dos dirigentes veteranos de la Liga Comunista, Linda Harris en Australia y Mike Tucker en Nueva Zelanda, presentaron la decisión en un evento del Militant Labour Forum aquí el 23 de julio.
El evento, que incluyó no solo a miembros y partidarios de las ligas, sino también varios compañeros de trabajo, celebró la apertura de la nueva sede de la Liga Comunista en el corazón de los distritos obreros en el suroeste de Sídney. Una comida y una animada discusión establecieron el tono para todos. Pronto se realizará una celebración similar en Auckland.
“La combinación de nuestras fuerzas nos permitirá hacer campaña desde aquí con nuestro programa comunista y obtener una respuesta más amplia entre el pueblo trabajador en Australia y el Pacífico. Fortalecerá nuestra capacidad de participar en la política y acontecimientos en la lucha de clases y reclutar luchadores para nuestro partido”, dijo Harris, organizadora de la Liga Comunista en Australia, al presidir el evento.
“La competencia económica y los conflictos entre los intereses capitalistas están agudizando las tensiones nacionales y la lucha de clases en la región Indo-Pacífica hoy”, explicó Tucker, organizador de la Liga Comunista en Nueva Zelanda. “Dado el peso de Australia como potencia imperialista justo en el centro de estos cambios, decidimos que allí es donde deberíamos reagruparnos”.
Las potencias imperialistas, de Washington a Londres, de París a Tokio, están reforzando su presencia militar y forjando nuevas alianzas en respuesta al ascenso de Beijín como el principal rival económico, político y militar de Washington en la región de Asia-Pacífico y más allá. Al mismo tiempo, todas las principales potencias capitalistas están compitiendo entre sí por mercados e influencia.
“Nuestro mundo, marcado por contradicciones violentas, se encuentra en una creciente crisis de producción y comercio capitalistas”, dijo Dave Prince, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos. “Esa crisis se siente cada vez más en Australia y en toda la región”. El descenso histórico del imperialismo norteamericano, para el cual no hay remplazo, “llevará a una guerra mundial devastadora a menos que el dominio capitalista sea reemplazado por las clases trabajadoras y explotadas de todo el mundo”.
Esta reagrupación de veteranos de luchas obreras y sociales en Nueva Zelanda y Australia es “un acto audaz”, dijo Prince. Está en armonía con el movimiento de grandes números de trabajadores entre los dos países según las condiciones económicas y la lucha de clases. Fortalece cualitativamente las perspectivas para construir una vanguardia comunista en la región. “Estamos buscando nuevos luchadores que quieran asumir esta tarea”, agregó Prince.
“La masiva rebelión en Sri Lanka demuestra que se pueden dar explosiones en la lucha de clases”, dijo Tucker. “La clave para impulsar estas batallas es forjar un partido, a medida que se desarrolla la lucha de clases, que se guíe por un programa comunista basado en las lecciones de 150 años de luchas obreras”.
“Los capitalistas de Nueva Zelanda están renuentes a tomar medidas que puedan perjudicar su relación comercial con China”, dijo Tucker. “Por lo tanto, los sucesivos gobiernos de Nueva Zelanda dicen estar siguiendo una política exterior ‘independiente’. Esa es una completa fantasía. El ejército de Nueva Zelanda sigue siendo totalmente dependiente de Australia y Estados Unidos.
“Las fuerzas que se unieron para formar las Ligas Comunistas en Australia y Nueva Zelanda en los años 80 han procurado colaborar para construir partidos en los dos países durante muchas décadas”, dijo Tucker.
Steve Penner, organizador de la Liga Comunista en Canadá, dijo en el evento que no hay organización política en el mundo, fuera del movimiento comunista, “más capacitada para explicar qué está impulsando la guerra de Moscú contra Ucrania. Cómo esta ha abierto una nueva etapa en la ruptura del ‘orden mundial’ imperialista. Nadie más explica lo que está en juego para el pueblo trabajador a nivel mundial.
“El futuro que nos tiene reservado el imperialismo es el fascismo y la guerra impulsados por el propio funcionamiento del capitalismo. Esto solo puede ser detenido por luchas revolucionarias de masas de la clase trabajadora que culminen arrebatándole el poder a los gobernantes capitalistas. La decisión de consolidar nuestras fuerzas en el Pacífico”, dijo, “es un paso importante en la construcción del tipo de partido proletario arraigado en la continuidad del movimiento comunista internacional que es necesario para liderar esa lucha”.
La decisión permitirá a las Ligas Comunistas construir un partido en Australia capaz de sumarse a las discusiones y luchas del pueblo trabajador sobre las cuestiones más importantes de la política nacional y mundial. Uno de los frutos de la fusión será el hacer campaña en las elecciones estatales de Nueva Gales del Sur programadas para el próximo 25 de marzo y señalar un camino obrero independiente.