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Un semanario socialista publicado en defensa de los intereses del pueblo trabajador
Vol. 73/No. 18      11 de mayo de 2009

 
(lead article)
¡Legalización ya de todos los inmigrantes!
 
Militante/Janice Lynn
Unos 100 estudiantes participaron en foro sobre derechos de inmigrantes en universidad del condado Suffolk, Long Island, Nueva York. Los panelistas (de la izquierda): Luis Valenzuela, director de Long Island Immigrant Alliance; Dan Fein, candidato del PST a alcalde de Nueva York; Kirby Einhorn del grupo Long Island Wins.

 
¡Una lucha de
todo trabajador!

¡Legalizar ya a todos los trabajadores indocumentados, sin condiciones! La lucha por esta demanda es una cuestión de vida o muerte para el movimiento obrero y la clase trabajadora en Estados Unidos, no solo el Primero de Mayo sino los 365 días del año.

La lucha por los derechos de los inmigrantes no es una cuestión “inmigrante”, como tampoco la lucha por los derechos de los negros es solo una cuestión “negra” ni la lucha por los derechos de las mujeres es una cuestión de “mujeres”. Es fundamental para unificar a nuestra clase —tanto a los nacidos aquí como a los nacidos en otros países, cuyas filas se van engrosando más y más con trabajadores de todos los rincones del mundo— a fin de librar una batalla más poderosa contra los patrones por la defensa de nuestros intereses inmediatos.

A medida que se profundiza la crisis económica capitalista mundial, los gobernantes acaudalados pretenden rescatar sus decrecientes tasas de ganancias a expensas del pueblo trabajador. Intensifican el ritmo de producción; producen más con menos trabajadores; alargan la jornada laboral; recortan los salarios y los beneficios de salud y de jubilación; y socavan las condiciones de seguridad en el trabajo sin importarles el precio que pagamos con nuestro cuerpo y nuestra vida.

Al mismo tiempo el gobierno patronal recorta servicios necesarios desde el transporte públco hasta las guarderías infantiles y bibliotecas. Y vendrán más ataques; atentarán contra el Seguro Social, Medicare y Medicaid bajo el pretexto de la “reforma”.

Ante la profundidad de su crisis económica, los gobernantes capitalista buscan reducir el valor histórico de la fuerza de trabajo de nuestra clase: el nivel de vida fundamental conquistado a lo largo de décadas de lucha. Quieren reducir nuestras expectativas. Quieren hacer que la carga de la vida y del trabajo recaiga más y más en la familia, y sobre todo en la mujer.

Un aspecto central de su ofensiva antiobrera es el intento de convertir en chivos expiatorios a los trabajadores que son inmigrantes indocumentados, controlando el flujo de mano de obra en la frontera con México a fin de aumentar el ejército de reserva de mano de obra. ¿Acaso no ha oído al patrón decir, “Si no le gustan los salarios o las condiciones, pues, hay otras 100 personas dispuestos a reemplazarte y aceptar lo que les ofrezco”?

Políticos capitalistas como John McCain y Barack Obama proponen una “reforma integral” y un “camino hacia la legalización”. Pero estas son trampas.

“Pónganse al final de la cola”, dicen. ¿Por qué? “Paguen una multa”. ¿Por qué? ¿Por cometer el “crimen” de trabajar? “Aprendan ingles”. Como si millones de inmigrantes no estuvieran ya estudiando inglés porque entienden la importancia de comunicarse con sus compañeros de trabajo. Y aunque superen todos los obstáculos, no hay garantía de que obtengan sus documentos. ¡No luche por algo que no quiera: a lo mejor lo obtendrá.

Los trabajadores inmigrantes han estado entre las primeras filas de luchas que fortalecen a toda nuestra clase: desde la defensa de los sindicatos en las empacadores de carne en el Medio Oeste hasta la lucha por la sindicalización de las minas del carbón en Utah. Ocuparán un papel importante de las batallas venideras.

Los trabajadores debemos luchar por lo que necesitamos. ¡Alto a las redadas y deportaciones! ¡Liberen a todos los detenidos por supuestas violaciones inmigratorias! ¡Alto a la militarización de la frontera! ¡Legalización ya, sin restricciones!

Socialista: Todos al Primero de Mayo

POR JOHN HAWKINS  
CHICAGO—Casi 40 trabajadores, en representación de seis de los sindicatos más grandes de Chicago, se congregaron frente a la Cámara del Comercio de Chicago el 21 de abril para anunciar planes para una movilización el Primero de Mayo.

En una rueda de prensa, Lawrence Benito, vicedirector de la Coalición en Illinois por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados (ICIRR), anunció una protesta a efectuarse el 30 de abril frente al Centro de Detención Broadview, en el suburbio de Des Plaines.

Ewa Miklewicz, trabajadora de limpieza y miembro del Local 1 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), relató su decisión en 1976 de emigrar de Polonia, donde era maestra, a Estados Unidos. Llegó, dijo, como trabajadora indocumentada y luchó muchos años para obtener sus documentos.

En 1986 Miklewicz recibió sus documentos junto con millones de otros trabajadores como parte de una amnistía. “Me duele ver los problemas que muchos inmigrantes están atravesando de nuevo”, dijo. Señaló la importancia de que haya una gran asistencia el Primero de Mayo para exigir derechos legales para todos los inmigrantes.

Alfonso Bravo, trabajador de una tienda de abarrotes y miembro del Local 881 del Sindicato Unido de Trabajadores de Alimentos y Comerciales (UFCW), y Catherine de Santiago, obrera de fábrica y miembro del Local 743 del sindicato de camioneros Teamsters, hablaron en representación de sus sindicatos. Hablando en español, Bravo instó a que “toda la comunidad marche con nosotros el Primero de Mayo”.

Laura Garza, vicepresidenta del Local 1 del SEIU, moderó la conferencia de prensa y ofreció palabras iniciales mientras los miembros de su sindicato, con chaquetas color púrpura, repartían volantes a los transeúntes.

El volante y la nota de prensa que convocaba a la rueda de prensa, así como el discurso de Garza, se enfocaron en temas que los funcionarios sindicales aquí han reiterado en distintas actividades donde le han restado énfasis a la demanda de la legalización. Se han pronunciado a favor de una “reforma migratoria” en términos generales, de la aprobación del Acta Pro Opción Libre para Empleados (Employee Free Choice Act), y de una llamada recuperación económica para todos.

“El 1 de mayo de 2009”, dice miles de personas marcharán por una recuperación económica que beneficie a todos: incluida la libertad de los trabajadores de formar sindicatos y una cancha pareja para todos los trabajadores, sin importar su situación migratoria”.

Melvin Maclin, vicepresidente del Local 1110 del Sindicato Unido de Trabajadores Electricistas (UE) y ex trabajador de la fábrica Republic Windows and Doors, puso énfasis en un tema diferente, que fue reiterado por otros oradores.

Al señalar con el dedo las oficinas del Bank of America que estaban enfrente, Maclin dijo, “Luchamos contra el Bank of America y la Republic Windows and Door, y ganamos. Nada de eso hubiese sido posible sin tener un sindicato, sin que trabajadores nacidos en este país y trabajadores que son inmigrantes pudieran levantarse y luchar juntos. Por eso es importante nos movilicemos el Primero de Mayo, porque los derechos de los inmigrantes y los derechos sindicales van de la mano”.

María Hernández, trabajadora en una lavandería industrial y miembro del Local 969 del sindicato Workers United, describió los preparativos que su sindicato viene realizando para la marcha.

El sindicato recién formado Workers United está organizando reuniones semanales de trabajadores de la costura y de lavanderías industriales en Chicago para promover la marcha del Primero de Mayo. Las reuniones que se hacían los días lunes fueron cambiadas a los sábados para facilitar la asistencia de más trabajadores. Algunos miembros del sindicato también asisten a reuniones de la coalición para planificar la marcha.

“Tenemos la oportunidad de enviarle un claro mensaje al presidente Obama el 1 de mayo”, dijo en inglés y español, “de que lo que queremos es la legalización ya”.

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