‘Nuestro sistema se basa en la solidaridad’, dice revolucionaria cubana a sindicalistas

Por Dan Fein
15 de enero de 2018

CHICAGO — “Nuestras industrias ya no son propiedad privada”, dijo la revolucionaria cubana Griselda Aguilera Cabrera a los miembros del Local 1010 del sindicato de trabajadores del acero USW durante su reunión mensual en Hammond, Indiana, el 7 de diciembre. “Son dirigidas por los trabajadores, sus sindicatos y el gobierno. Los sindicatos trabajan con el gobierno en la planificación de la producción. Los trabajadores toman las decisiones sobre la seguridad y otras condiciones laborales”.

Aguilera fue la voluntaria más joven de la campaña realizada en Cuba en 1961 que alfabetizó a millones de trabajadores y campesinos, permitiéndoles tomar control del rumbo de su nación. Tom Hargrove, el presidente del local sindical, el cual organiza a los trabajadores en la fábrica de acero ArcelorMittal en East Chicago, presentó a Aguilera.

Los 75 sindicalistas vieron el documental “Maestra”, sobre la masiva campaña de alfabetización antes de que hablara Aguilera.

Durante la campaña los obreros asistían a clases dos horas por día en sus fábricas, explicó Aguilera. Recibían pago por una de las dos horas como parte de su jornada, y la otra era voluntaria.

Un sindicalista le preguntó a Aguilera sobre los salarios en Cuba. “Son alrededor de 100 dólares por mes, lo cual es demasiado bajo”, dijo Aguilera, “pero son más altos que antes de la revolución. Y debemos recordar que no pagamos por atención médica o educación. El alquiler, los pagos de una casa y las tarifas de los servicios públicos son bajos. Somos un país pobre, afectado por el embargo” que Washington le impone a Cuba.

Después de la reunión, tres de los sindicalistas expresaron interés en participar en la Brigada Primero de Mayo de 2018 que se realizará en Cuba.

Aguilera habló con cientos de personas en eventos que incluyeron clases en escuelas secundarias como parte de una gira en Milwaukee y Chicago del 29 de noviembre al 9 de diciembre, organizada por la coalición de solidaridad con Cuba en Chicago.

El Departamento de Sociología de la Universidad de Loyola y el grupo de Solidaridad ALBA de Chicago auspiciaron un evento en el Corboy Law Center en Chicago el 5 de diciembre, que fue titulada “Las mujeres en Cuba: nuestros logros y continuas luchas”.

“No somos víctimas de hostigamiento sexual como le pasa a las mujeres en Estados Unidos”, dijo Aguilera. “Nuestro sistema se basa en la solidaridad, y la contratación y las promociones se basan en las habilidades y no en favores sexuales”.

¿Por qué Cuba es diferente?

“¿Por qué Cuba es tan diferente de otros países?”, preguntó la estudiante Ananda Badil. “En Cuba, las mujeres son respetadas”, dijo Aguilera. “Obtuvimos confianza en nosotras mismas a través de nuestra revolución”.

El 9 de diciembre, Aguilera habló junto a tres médicos y una enfermera cubanos en un evento. Los trabajadores de la salud cubanos están en Chicago como parte de un proyecto organizado por el Centro Oncológico de la Universidad de Illinois. Han estado estudiando cómo abordar la tasa de mortalidad infantil en Englewood, un área mayoritariamente de trabajadores negros que tiene una tasa de mortalidad de más del doble de la de Chicago. Más de 50 personas asistieron al evento celebrado en un centro comunitario.

El doctor José Armando Arronte Villamarin describió cómo la Revolución Cubana cambió las condiciones de vida del pueblo. En 1959 “teníamos 8 mil médicos. La mitad de ellos abandonaron el país después de la revolución, y la otra mitad se quedó en las ciudades”, dijo. La revolución reorganizó las cosas para que todos pudieran ver a un médico. “La mortalidad infantil era de más de 60 por cada mil nacimientos vivos, las condiciones sanitarias eran precarias y muchos niños morían de enfermedades prevenibles.

“Hoy tenemos más de 85 mil médicos”, dijo. “Hay un 100 por ciento de acceso al cuidado médico en las áreas rurales, y la mortalidad infantil es de 4.3 por cada mil”.

“Fue muy difícil para nosotros entender el sistema de seguro médico aquí en Estados Unidos”, agregó Arronte, causando risas, “porque para nosotros la salud es accesible y gratuita”.

Tanto Arronte como Aguilera subrayaron que estos cambios fueron producto de una transformación social revolucionaria que involucró a toda la población. El pueblo cubano, dirigido por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio, se enfrentó al legado de subdesarrollo que había dejado el dominio colonial y capitalista. Muchos campesinos que aprendieron a leer y escribir durante la campaña de alfabetización de 1961 no tenían acceso a agua potable ni saneamiento moderno.

“Como parte de la campaña de alfabetización también se enseñó sobre la salud e higiene básica”, dijo Aguilera, “y hacerlo de una manera que no socavara el autoestima de las personas”.

Los miembros de la delegación médica cubana en Chicago han participado en misiones internacionalistas para ayudar al pueblo trabajador en otros países.

“Hay más médicos ghaneses en Nueva York que en Ghana”, dijo la doctora Berta María Bello Rodríguez. “En muchas áreas, los únicos médicos que hay son cubanos. En África encontramos enfermedades que ya no son un problema en Cuba, como la malaria. Tuvimos que volver a los libros”.

“Tuve el privilegio de visitar Cuba con la Brigada Primero de Mayo”, dijo Michael Jabari Tidmore, quien moderó el evento. Instó a otros a ir en la de este año.

“Cuba desempeña un papel muy importante en todo el mundo”, dijo Jabari, y parte de la campaña y guerra económica de Washington contra la Revolución Cubana tiene como fin “bloquear esta información. Este bloqueo debe terminar”.

Aguilera realizará una gira de presentaciones en varios estados en el noreste del país del 31 de enero al 21 de febrero. Para más información escriba a chicagocubacoalition@pobox.com.