Protestas en Puerto Rico: Más de un millón sin electricidad

Por Seth Galinsky
15 de enero de 2018
Protestas en Puerto Rico: Más de un millón sin electricidad

Se extiende la ira en la colonia norteamericana de Puerto Rico por la lentitud de los esfuerzos del gobierno para restaurar la energía eléctrica y otras necesidades básicas más de tres meses después de los huracanes María e Irma. El 29 de diciembre la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico admitió que por lo menos el 45 por ciento de sus clientes aún no tienen electricidad. En las últimas semanas, trabajadores y pequeños comerciantes han protestado en las calles de la isla por las interrupciones. El 27 de diciembre hubo una protesta en el vecindario Bayaney de Hatillo (foto arriba).

La cifra oficial de 45 por ciento es engañosa, dijo a la prensa Fredyson Martínez, vicepresidente del sindicato de trabajadores de electricidad. Mientras que el 90 por ciento de las industrias y el 75 por ciento de los comercios tienen electricidad, las áreas residenciales están desproporcionadamente a oscuras.

El gobierno dice que han recibido o recibirán pronto 21 mil postes eléctricos, muy por debajo de los 50 mil necesarios para restablecer la energía eléctrica. Hay una escasez de cables y la compañía todavía no tiene suficientes repuestos para reparar las subestaciones eléctricas.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano dice que ha instalado 30 mil cubiertas temporales de lona plástica azul en viviendas dañadas, pero todavía faltan 46 mil más. A la vez, decenas de miles de trabajadores que el gobierno considera ocupantes ilegales porque no tienen títulos legales de los terrenos en los que con frecuencia han vivido durante décadas, no son elegibles para recibir ayuda para la reconstrucción.

Pero el desastre es una bendición para algunos patrones norteamericanos. Dakota Provisions envió un reclutador en busca de trabajadores para su empacadora de pavos en Huron, Dakota del Sur, la cual depende de la mano de obra inmigrante. Convenció a 22 de las hasta 2 mil personas que huyen diariamente de las difíciles condiciones de la isla para que se inscribieran. La empresa presta el dinero para el boleto de avión, y luego deduce el costo de cada cheque de pago por un tiempo. El salario comienza a 10 dólares por hora.