‘En Cuba no hay discriminación contra los chinos’

Por Patrick Brown
22 de enero de 2018

NAGASAKI, Japón — Los diferentes orígenes y perspectivas de clase de los millones de personas que formaron la “diáspora” china en los últimos 200 años, y cómo estas diferencias afectaron sus luchas contra la discriminación fueron discutidos y debatidos en una sesión de ISSCO titulada “Chino localizado”. En el panel, Lily Rose Tope, de la Universidad de las Filipinas en Manila, habló sobre las experiencias de los colonos chinos en Malasia y las Filipinas, y Mary-Alice Waters, presidenta de la editorial Pathfinder y dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores, habló sobre “El capitalismo y el racismo antichino: reflexiones sobre los cursos divergentes en la lucha de clases en Cuba y Estados Unidos”. Lindsay Herman, estudiante de postgrado de la Universidad de Saskatchewan, habló sobre cómo se brindan servicios sociales del gobierno a los chinos-canadienses jubilados. Li Zong, de la misma universidad canadiense, presidió el panel.

“En Cuba no hay discriminación ni prejuicios contra los chinos”, dijo Waters. No se puede decir lo mismo de ningún otro país en el mundo donde se haya asentado un gran número de chinos. “La medida más importante contra la discriminación fue la revolución de 1959”, dijo Waters, citando a Moisés Sío Wong, uno de los tres generales y dirigentes revolucionarios cubanos entrevistados en Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana. Wong y los otros dos generales, Armando Choy y Gustavo Chui, participaron en la lucha clandestina y la guerra revolucionaria que derrocó a la dictadura de Batista en 1959. Muchos miles de trabajadores y jóvenes cubano-chinos se unieron al movimiento revolucionario.

A la vez, dijo Waters, algunos cubano-chinos de mentalidad capitalista se pusieron del lado del dictador, el cual contaba con el respaldo de Washington. El control político que ejercía esta capa adinerada en la comunidad cubano-china fue destrozado con el levantamiento revolucionario, y especialmente por los chinos que se unieron a las filas y liderazgo de la revolución.

Los primeros chinos en Cuba

Cien años antes, ese tipo de divisiones de clase fueron un factor mucho menor entre los aproximadamente 150 mil chinos que desembarcaron en la colonia española de Cuba a mediados del siglo XIX. En su gran mayoría, dijo Waters, eran trabajadores, al igual que sus contemporáneos que llegaron a Estados Unidos en una escala similar.

Sin embargo, el peso social de estos primeros cubano-chinos fue mucho mayor. En Estados Unidos, con frecuencia los chinos estaban aislados en las regiones de búsqueda de oro en California o en campos de trabajo temporales en la construcción de ferrocarriles hacia el oeste. En Cuba, trabajaron como trabajadores de contrata en las grandes plantaciones de azúcar, produciendo el cultivo de exportación más importante del país.

Luchando con gran distinción al lado de esclavos africanos fugitivos en las guerras de liberación de 1868-78 y 1895-98, estos trabajadores desempeñaron un papel clave en la lucha cubana por la independencia de la corona española. Los chinos en Estados Unidos estuvieron aislados en gran medida del levantamiento revolucionario de la Guerra Civil de 1861-65 y las subsecuentes batallas durante la Reconstrucción Radical, a través de las cuales la esclavitud en el sur y la servidumbre contratada fueron proscritas. Al mismo tiempo, enfatizó Waters, la lucha por la igualdad de derechos de los chinos recibió un gran impulso de estos avances revolucionarios.

La reacción sangrienta que acompañó la derrota de la Reconstrucción Radical y la imposición de la segregación Jim Crow en el sur, dijo Waters, reforzó los pogromos y las campañas para convertir a los inmigrantes chinos en chivos expiatorios en Estados Unidos, culminando con la exclusión general de los inmigrantes chinos que se extendió desde 1882 hasta la Segunda Guerra Mundial.

Los chinos en Malaya, Filipinas

A continuación habló Lily Rose Tope sobre dos novelas que describen la vida de los asentados chinos en Malaya en el siglo XIX y en las Filipinas en el siglo XX.

Una de ellas, A Bit of Earth por Suchen Christine Lim, muestra cómo los trabajadores chinos, los hermanos de clase de los primeros chinos llegados a Estados Unidos y Cuba, fueron pioneros de la industria minera del estaño en Malaya en la década de 1820. Cuando el poderío militar y económico británico obligó a Malaya a ser parte del imperio británico a fines del siglo XIX, el trabajo de los mineros se convirtió en una rica fuente de ganancias para los capitalistas británicos. En cambio, los colonos chinos en las Filipinas tendían a ser comerciantes ricos, algo que fue aclarado a través de un intercambio entre los panelistas y el público.

Temeroso de una revolución de los trabajadores y campesinos de todas las nacionalidades, el régimen colonial británico en Malaya puso en práctica una política de división y dominio a sangre fría, segregando a la gran población indígena malaya de las comunidades india y china, una política que ha sido continuada en Malaya por los gobiernos capitalistas posteriores a la independencia.

Linda Harris contribuyó a este artículo.