Con una larga historia de asentamientos y comercio chino, Nagasaki fue un escenario apropiado para la conferencia de ISSCO este año.
La ciudad portuaria de Nagasaki se estableció en la costa noroeste de la isla de Kyushu en 1571 para el comercio con Portugal y otras potencias europeas. El sur de Kyushu estaba cerca del reino Ryukyu de Japón, que “del siglo VII al XVII, gozó de una relación privilegiada con China”, dijo el profesor Takeshi Hamashita en la sesión de apertura de la conferencia. El reino fue incorporado por la fuerza a Japón en 1609 cuando el shogunato de Tokugawa se dedicó a unificar al país, derrotando a los señores feudales rivales.
El shogunato también impuso control sobre Nagasaki y Kyushu, donde los misioneros católicos habían acompañado a comerciantes europeos y convertido a masas de campesinos y pescadores empobrecidos. En el punto culminante de su brutal campaña contra el cristianismo, en 1637 el ejército samurái de Tokugawa mató a 30 mil campesinos, cristianos en su mayoría. Los campesinos se habían rebelado contra los impuestos opresivos y habían tomado las armas en Shimabara.
Al mismo tiempo, el shogunato se dedicó a cerrar el comercio y viajes al extranjero. Los comerciantes de China y Holanda continuaron operando en Nagasaki, pero solo bajo estrictos controles.
“Un gran número de comerciantes chinos, monjes budistas, artesanos y literatos se fueron congregando gradualmente en esta ciudad portuaria”, escribió Wang Wei, el organizador de la conferencia, en el folleto de la misma. Este es el origen de la comunidad china en Japón.
Tras la presencia de buques de guerra estadounidenses en el puerto de Tokio en 1853, los gobernantes de Japón se vieron forzados a abrir el país al comercio e inversión extranjeros. Comenzaron una marcha forzada hacia la modernización capitalista. Esto se amplió después de la caída del shogunato y el surgimiento de la revolución industrial de Japón en el Período de Restauración Meiji (1868–1912). Nagasaki se convirtió en un importante centro minero e industrial.
Durante la segunda guerra mundial imperialista, la industria de astilleros de Nagasaki convirtió a la ciudad en un objetivo para los bombarderos estadounidenses. El 9 de agosto de 1945, tres días después del bombardeo de Hiroshima por Washington, la bomba de plutonio “Fat Man” explotó sobre Nagasaki matando instantáneamente a unas 75 mil personas. El Museo de la Bomba Atómica de la ciudad conmemora esta masacre.