‘El pueblo cubano hizo una verdadera revolución que lo cambió todo’

Por Sheila Lawrence
12 de marzo de 2018
“En Cuba, si un trabajador se lesiona se realiza una investigación de inmediato enfocada en lo que debieron haber hecho los responsables del proyecto para prevenir el accidente”, dijo Griselda Aguilera en evento el 9 de febrero con obreros de la construcción miembros del Local 79 de LIUNA. Recuadro, Aguilera en evento en sede de unión de enfermeras el 10 de febrero.
Militante: Arriba, Lea Sherman; recuadro, Arnold Weissberg“En Cuba, si un trabajador se lesiona se realiza una investigación de inmediato enfocada en lo que debieron haber hecho los responsables del proyecto para prevenir el accidente”, dijo Griselda Aguilera en evento el 9 de febrero con obreros de la construcción miembros del Local 79 de LIUNA. Recuadro, Aguilera en evento en sede de unión de enfermeras el 10 de febrero.
NUEVA YORK — “En 1959 hubo una verdadera revolución en Cuba y todo y todos cambiaron”, dijo Griselda Aguilera a estudiantes en la universidad City College of New York el 8 de febrero. Aguilera realizó presentaciones a las que asistieron más de 400 personas en 12 eventos en Nueva York y Nueva Jersey durante cinco días, como parte de una gira por la costa este de Estados Unidos.Aguilera fue la más joven entre las decenas de miles de voluntarios que se unieron al esfuerzo que eliminó el analfabetismo en Cuba en 1961. Unos 700 mil trabajadores y campesinos aprendieron a leer y escribir durante el “Año de la Educación”. La campaña se realizó solo dos años después de que los trabajadores y campesinos derrocaron la dictadura de Fulgencio Batista, un régimen apoyado por Washington. Fidel Castro y el liderazgo revolucionario sabían que “un pueblo ignorante y analfabeto no podría llevar a cabo las tareas que la revolución necesitaba”, dijo Aguilera.

Las escuelas se cerraron ese año para que “los estudiantes pudieran convertirse en maestros”, dijo Aguilera. Los que no eran brigadistas o sus estudiantes ayudaban a organizar el transporte, la comida, los uniformes, las linternas y las hamacas para los brigadistas, o tomaban las armas para defender a Cuba de los que intentaban derrocar la primera revolución socialista en las Américas.

“Empezamos a eliminar el racismo. Las mujeres rompieron los tabúes y las nociones de lo que podían hacer y quiénes podían ser. Derribamos las barreras entre la ciudad y el campo”, dijo. “Nos convertimos en personas diferentes y se forjó una generación que ha sostenido la Revolución Cubana en tiempos difíciles. No es un accidente que la revolución todavía está aquí”.

Habla con obreros de la construcción

Un aspecto destacado de la visita de Aguilera fue una reunión auspiciada por la organización “100 Obreros de la Construcción Negros” del Local 79 de LIUNA. La mayoría de los asistentes vinieron directamente del trabajo. Aguilera había trabajado con obreros de la construcción en Cuba para la implementación de medidas de salud y de seguridad.“En Cuba, si un trabajador se lesiona se realiza una investigación de inmediato. El enfoque es lo que debieron haber hecho los responsables del proyecto para prevenir el accidente”, dijo después de escuchar cómo los patrones en Estados Unidos rutinariamente culpan al trabajador de los accidentes laborales. Recibió un gran aplauso cuando señaló que en Cuba todos los trabajadores de la construcción pertenecen al sindicato.

“En Cuba, la vida de cada persona es importante”, dijo Aguilera al día siguiente en un evento en la sede de la Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York. “Aquí los patrones quieren que todo se haga rápido, incluso si significa hacerlo de manera insegura y sin la capacitación y el equipo adecuados”.

Gail Walker, directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria y una de los coordinadores de la Red Nacional sobre Cuba, que está organizando la participación de una delegación de Estados Unidos en la Brigada Primero de Mayo a Cuba, presidió el evento. Presentó a Juanita Young y Hawa Bah, quienes explicaron cómo sus hijos —Malcolm Ferguson y Mohamed Bah— fueron matados por la policía de Nueva York en 2000 y 2012, respectivamente. Relataron cómo organizaron a un grupo de madres cuyos hijos fueron muertos a manos de la policía y la lucha para imputar a los policías. Young y varias de las otras madres visitaron Cuba en 2016.

En el masivo desfile del Primero de Mayo, “noté de inmediato que no estábamos rodeados de policías”, dijo Young. “Lo que vi en el desfile y en la escuela que visitamos fue una sociedad basada en la solidaridad, no en la competencia. Me mostró que hay una forma diferente de vivir”. Instó a los participantes a que vayan para ver por sí mismos.

“Es muy conmovedor escuchar estas historias”, dijo Aguilera. “Sabía que estas cosas sucedían en Estados Unidos, pero es diferente escucharlos de las madres que lo han vivido”.

En un acto en la Universidad de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey, Aguilera explicó las muchas formas en que la campaña de alfabetización ayudó a profundizar la lucha que libraba la revolución contra el racismo. Dijo que Cuba era un país muy dividido por razas antes de la revolución de 1959.

“Antes, los negros eran amigos de los negros, los blancos de los blancos. Pero las brigadas estaban integradas. Todos trabajamos juntos como iguales a través de todas estas experiencias. Lo mismo ocurrió con hombres y mujeres. Cuando volvimos a la escuela, las viejas divisiones ya no existían”, dijo Aguilera.

Durante la visita, más de una decena de personas se inscribieron para recibir información sobre la Brigada Primero de Mayo a Cuba que tendrá lugar del 22 de abril al 6 de mayo.