Organizar sindicatos combativos

Editorial
12 de marzo de 2018

“Mire a los trabajadores sin sindicato de Walmart”, le dijo al Militante Scott Whitt, conductor de autobús escolar en huelga en Virginia del Oeste. “Llevan todas de perder”.

No es solo en Walmart donde los patrones están intensificando sus ataques y humillaciones contra los trabajadores.

“No estamos luchando solamente por los maestros”, decía el cartel de un maestro huelguista en Virginia del Oeste. “Estamos luchando por todos los trabajadores de Virginia del Oeste”. Su lucha por mejores salarios y seguro médico es un ejemplo para los trabajadores de todas partes.

La lucha tiene aspectos de un movimiento social más amplio. Los maestros trabajaron de antemano con los padres y otras personas para garantizar el cuidado y comidas para los niños.

El ánimo de los docentes ha hecho posible ganar una amplia solidaridad y es un destello de cómo un movimiento sindical combativo puede unir a los trabajadores contra los ataques de los patrones y el gobierno.

Fue en Virginia del Oeste donde comenzó una revolución en el sindicato de mineros UMWA en las décadas de 1960 y 1970, arrebatándole el control del sindicato a la corrupta maquinaria de Tony Boyle. Los mineros ganaron el derecho de leer, discutir y votar en su contrato. Establecieron comités sindicales con el poder de parar las operaciones cuando vieran condiciones inseguras. El sindicato dirigió un movimiento social que ganó el seguro médico para personas con pulmón negro y se unió a protestas sociales más amplias.

Pero con el tiempo, los funcionarios sindicales se debilitaron, al igual que los dirigentes del resto del movimiento laboral, buscando tratos con varios políticos capitalistas, en vez de la capacidad de lucha de los mismos trabajadores. Hoy solo el 21 por ciento de los mineros están en el sindicato. Y solo el 6 por ciento de todos los trabajadores en la industria privada pertenecen a sindicatos.

Los trabajadores están pagando el precio de esto con sangre. La enfermedad del pulmón negro que había disminuido como resultado del movimiento combatiente de los mineros está nuevamente en aumento.

Hace más de 100 años, Carlos Marx escribió que los sindicatos deben “actuar deliberadamente como centros organizadores de la clase obrera en el amplio interés de su emancipación total. Deben ayudar a todos los movimientos sociales y políticos que tienden en esa dirección” y actuar “como los defensores y representantes de toda la clase trabajadora”.

Esto es cierto hoy más que nunca, ya que los patrones hacen que los trabajadores paguen por la crisis del capitalismo y los trabajadores en uniforme son enviados como carne de cañón para morir en las guerras de los patrones.

Los miembros del Partido Socialista de los Trabajadores que van tocando a las puertas de los trabajadores en barrios obreros descubren que hay una discusión seria sobre lo que nuestra clase necesita hacer para enfrentar los asaltos de los patrones.

Necesitamos pensar socialmente y actuar políticamente para unir a la clase trabajadora. Tenemos que organizar y fortalecer sindicatos que puedan hablar por todos los oprimidos y explotados. Y necesitamos organizarnos independientemente de los dos partidos capitalistas, con el fin de derrocar al régimen capitalista y tomar el poder político nosotros mismos, como lo hicieron los trabajadores y agricultores cubanos en 1959.

La huelga de maestros y otros trabajadores escolares en Virginia del Oeste es un presagio de grandes batallas por venir. Necesitamos unirnos, construir solidaridad con todas estas luchas, y profundizar la discusión entre los trabajadores sobre el camino a seguir.