LOS ANGELES —Una animada y popular huelga de más de 30 mil maestros en esta ciudad que duró seis días, terminó el 22 de enero después de que la mayoría votó a favor de un nuevo contrato. Los maestros obtuvieron amplio apoyo de los estudiantes, los padres y otros trabajadores por su determinación de abordar el deterioro de las condiciones que han persistido en las escuelas durante décadas. Los Angeles es el segundo distrito escolar más grande del país con 500 mil estudiantes y mil escuelas.
El nuevo contrato concede a los maestros un aumento salarial del 6 por ciento. Una reducción en el tamaño de las clases para algunas asignaturas será implementada gradualmente a lo largo de varios años. Se contratarán 300 enfermeras de tiempo completo durante los próximos dos años para garantizar que cada escuela cuente con personal cinco días a la semana, así como bibliotecarios de tiempo completo para cada escuela secundaria.
“Todavía hay mucho por hacer. La reducción del tamaño de las clases se obtuvo solo para las clases de matemáticas e inglés, no para las de estudios sociales. No obtuvimos el aumento del 6 por ciento de inmediato y solo un 3 por ciento del aumento es retroactivo”, dijo la maestra de educación física Rosanne Altin al Militante frente a la secundaria Los Angeles High School. “Pero ha sido una semana unificadora, divertida y emocionante”.
La maestra de educación especial Christina Lewis dijo, “No pudimos lograr todo esta vez. Es un comienzo. Hay un despertar ahora”.
Los capitalistas, y sus representantes en el ayuntamiento y el distrito escolar, subestimaron la determinación de los maestros y el grado de apoyo a la huelga entre los trabajadores.
Durante seis días, un gran número de maestros mantuvieron líneas de piquetes frente a las escuelas que recibieron el apoyo de conductores de automóviles que tocaban sus bocinas; vecinos que trajeron café y comida y abrieron sus casas; y padres y estudiantes que hicieron crecer las líneas de piquetes. Decenas de miles de ellos se congregaron en el centro de la ciudad en actos y marchas. “Estudiamos las huelgas de maestros de Virginia del Oeste y Oklahoma del año pasado”, dijo Altin. “Ellos allanaron el camino para nuestro movimiento”.
La exitosa huelga de nueve días de maestros y otros trabajadores escolares en Virginia del Oeste durante la primavera pasada dio un impulso a una ola de huelgas y protestas en Arizona, Kentucky, Oklahoma y otros estados. Estas acciones dieron más confianza a los maestros aquí y en otros lugares.
La junta escolar mantuvo las escuelas abiertas con administradores y sustitutos. Pero pocos padres llevaron a sus hijos a la escuela. Para el cuarto día de la huelga, solo el 17 por ciento de los estudiantes se presentaron.
La huelga comenzó el 14 de enero, después que se interrumpieron las negociaciones entre el sindicato de maestros UTLA y el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles, las cuales llevaban más de 21 meses. Además de alzas salariales, el sindicato exigió clases más pequeñas y la contratación de bibliotecarios, enfermeras de tiempo completo y más consejeros. También exigieron un límite en las escuelas chárter.
A causa del empeoramiento de las condiciones en las escuelas públicas, muchos residentes de Los Angeles han puesto a sus hijos en escuelas chárter. Una quinta parte del alumnado actualmente asiste a las llamadas escuelas chárter, que son financiadas con fondos públicos pero de gestión privada. La mayoría son no sindicalizadas. El acuerdo dice que la junta escolar considerará pedirle al gobierno estatal que ponga un límite a estas escuelas autónomas.
“Estoy en la banda de música y unos 15 de nosotros salimos a la línea de piquetes para animarlos”, dijo al Militante Miguel Rosas, un alumno de 17 años de edad de Roosevelt High School, en el mitin del 18 de enero. “Estoy orgulloso de mis maestros por hacer lo que ellos creen y por los estudiantes”.
Se están gestando luchas de maestros en otras partes. Educadores Unidos de Virginia han convocado una protesta a nivel estatal en la capital en Richmond el 28 de enero. Los maestros en Oakland han organizado protestas. Y los maestros en Denver votaron por un 93 por ciento el 22 de enero para autorizar una huelga después que las negociaciones fracasaron. Esta sería la primera huelga de maestros en Denver en 25 años.