CHICAGO—El ex policía de Chicago Jason Van Dyke fue sentenciado a 81 meses de prisión el 18 de enero por matar al adolescente afroamericano Laquan McDonald en octubre de 2014. Van Dyke había sido condenado por asesinato en segundo grado y 16 cargos de agresión agravada con un arma de fuego. Es el primer policía de Chicago en servicio en ser condenado por asesinato por disparos en casi 50 años.
“Estamos involucrados en una marcha de un millón de millas”, dijo a la prensa el Reverendo Marvin Hunter, tío abuelo de McDonald. “Este es un buen primer paso”.
El día anterior, el detective David March y los policías Joseph Walsh y Thomas Gaffney del Departamento de Policía de Chicago fueron absueltos de todos los cargos de conspiración, obstrucción de la justicia y mala conducta oficial.
“Esta es la razón por la que no confiamos en la policía o el sistema de justicia”, dijo al Militante Jennifer Moore, trabajadora de Walmart en el suburbio de Villa Park.
Walsh y Gaffney estaban en la escena con Van Dyke cuando mató a McDonald. March supervisó la investigación del tiroteo. Los informes escritos por los tres eran casi idénticos y contradecían el video del asesinato. Los policías escondieron el video hasta que las protestas públicas obligaron su divulgación.
“Todo el sistema de ‘justicia’, la policía, los tribunales y las prisiones, funcionan para ‘proteger y servir’ los intereses de los gobernantes ricos”, dijo en una declaración el candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Chicago, Dan Fein.