ERIE, Penssylvania — Una huelga de nueve días en la antigua planta de la empresa GE Transportation terminó aquí el 6 de marzo después de llegar a un acuerdo de entablar negociaciones para un contrato. Los patrones de Wabtec —Westinghouse Air Brake Technologies Corp. — que se hizo cargo de GE Transportation el 25 de febrero redujeron en un 38 por ciento los salarios de nuevos empleados y de los trabajadores cesanteados que sean restituidos a sus puestos. También dijeron que subcontratarían hasta el 20 por ciento de los puestos, establecerían horas extras obligatorias y otros ataques. Los locales 506 y 618 del sindicato electricista UE, que representa a los 1 700 trabajadores en la fábrica, establecieron líneas de piquetes.
“Esta es una verdadera educación”, me dijo el huelguista Mike Sadler en la línea de piquetes antes de que se llegara al acuerdo. “He pasado por las fogatas de los trabajadores cuando estaban en huelga sin pensar en lo que estaba pasando, ahora sé lo que significa”.
Según los términos del acuerdo, el sindicato acepta no hacer huelga y Wabtec acepta que no habrá despidos permanentes ni cierres de la planta en los próximos 90 días. Los patrones mantendrán los salarios para los empleados existentes, desisten en imponer las horas extras y congelarán la contratación de nuevos empleados durante este periodo, así que la cuestión de una escala salarial de dos niveles no está planteada por ahora.
Los locales de la UE salieron en huelga para preservar los salarios y las condiciones de trabajo ganadas en lucha durante más de 70 años. Sus logros ayudaron a crear empleos y mejorar las condiciones en plantas de la zona. La huelga ganó amplio apoyo de los trabajadores.
Otros trabajadores y pequeños comerciantes de la zona contribuyeron alimentos, madera para las fogatas y otros suministros para las líneas de piquetes en solidaridad con los huelguistas.
Este corresponsal trabaja en Walmart en Filadelfia. Cuando fui a la línea de piquetes con un cartel que decía “¡Trabajadores de Walmart apoyan a los huelguistas del UE!” recibí una cálida bienvenida.
“La patronal y los medios de comunicación nos pintan como codiciosos y egoístas”, dijo el huelguista Sam Hill cuando me pidió que tomara una foto. “Pero estamos en huelga contra las horas extras obligatorias cuando muchos de nuestros hermanos y hermanas están siendo cesanteados. Es más rentable para los patrones que trabajemos horas extras en lugar de contratar a otro trabajador con beneficios. Ellos son los codiciosos”.
“Luchamos por la próxima generación; no queremos dos niveles”, dijo. “Y cuando ustedes se organicen en Walmart, estaremos allí con ustedes”. Este es el tipo de solidaridad que todos necesitamos.
Este corresponsal y otros miembros del Partido Socialista de los Trabajadores que vinieron a dar apoyo a la lucha fueron de puerta en puerta en Erie y en pueblos aledaños. Había opiniones variadas sobre la huelga.
“Quién gana 35 dólares la hora estos días. ¿Por qué no están satisfechos?” preguntó Amanda Orsefski. Respondí que los trabajadores salieron en huelga para que otros que fueran contratados no trabajaran por menos, lo que nos arrastraría a todos hacia abajo. Le dije que en Walmart recortaron muchas horas de trabajo después de dar un aumento de sueldo.
“No deberían cortar sus horas. Ya es bastante difícil sobrevivir”, dijo Orsefski.
Cuando llamamos a la puerta de Adam Rekitt el 8 de marzo, nos dijo, “Comencé a hablar con mis compañeros de trabajo sobre cómo hacer para que nuestro sindicato, el SEIU, junte un grupo de nosotros para ir a la línea de piquetes y mostrar apoyo, pero al día siguiente, terminó la huelga”.
Le dijimos a Rekitt que muchos de los trabajadores que conocimos apoyaban la huelga, pero algunos dijeron que no entendían por qué hacían huelga cuando ganaban tanto dinero.
“No solo luchan por sí mismos, sino que luchan por las generaciones futuras”, dijo Rekitt.
Las cosas han cambiado para los trabajadores, dijo. “Mis padres y los padres de mi esposa tenían familias grandes, más de 10 niños y solo el padre trabajaba. Ahora tenemos tres hijos y estamos luchando para sobrevivir”, dijo. “Mi esposa trabaja como gerente en un restaurante de comida rápida y yo tengo un trabajo relativamente bueno en una oficina del gobierno, pero apenas podemos con los gastos”.
Esto es lo que realmente está detrás de la huelga y el apoyo que recibió.