El Departamento de Correcciones de Florida (FDOC) informó al Militante el 12 de mayo que la decisión de prohibir el número 13 del periódico fue revocada. Esta es una importante victoria para los derechos del periódico obrero y de los presos. Esta victoria fue resultado de la lucha contra la prohibición que llevaron a cabo el Militante y sus partidarios.
“Los funcionarios penitenciarios están atacando al Militante por su perspectiva política”, escribió el 1 de mayo el abogado del periódico, David Goldstein, en una apelación presentada al Comité de Revisión de Literatura del Departamento de Correcciones de Florida. Es una violación “de los derechos de los suscriptores y los editores” garantizados por la primera enmienda.
El Militante fue informado el 17 de abril que la prisión Jefferson Correctional Institution en Monticello, Florida, había incautado el número 13, alegando que las fotos en las páginas 1, 5, 14 y 16 incluían “símbolos de pandilleros”.
Lo “que perciben como símbolos ‘asociados a las pandillas’ pretenden ser símbolos de solidaridad”, escribieron Danielle Snyder y Dan Fein, trabajadores de Walmart, en el área de Chicago, al Comité de Revisión de Literatura el 29 de abril, instándolo a revocar la prohibición. “La constitución de Estados Unidos garantiza la libertad de expresión a todos, esto incluye a los presos” que “aún tienen el derecho a leer y poseer diferentes puntos de vista”.
Las fotos citadas por las autoridades penitenciarias muestran a trabajadores alzando sus puños para expresar su determinación a luchar por su seguridad, sus sindicatos y dignidad en el trabajo. Incluyen fotos de trabajadores en huelga en la procesadora de pollo Perdue en Kathleen, Georgia, de enfermeras en una clínica en Richmond, California en marzo. Otra de miembros del Local 8888 del sindicato del acero USW en su lucha por la sindicalización en el astillero de Newport News, Virginia, en 1979.
Las autoridades alegaron que estas fotos “amenazan el orden o la disciplina en el sistema correccional, o la seguridad de cualquier persona”.
Esta incautación “es arbitraria, caprichosa, discriminatoria e inconstitucional”, escribió Goldstein. “No existe el más leve indicio de algo en estas páginas (o en todo el número) que racionalmente pueda ser interpretado como amenazante para la seguridad de la prisión del FDOC”.
El Gremio Nacional de Abogados, la Unión Americana por las Libertades Civiles de Florida, Amnistía Internacional y el Local 1165 del USW en Coatesville, Pennsylvania, enviaron cartas instando al Comité de Revisión de Literatura a revocar la prohibición.
El Comité de Periodistas por la Libertad de Prensa dijo en su carta el 4 de mayo, que la prohibición “parece ser arbitraria e irracional. Las prisiones no deben usar justificaciones aparentemente legitimas pero excesivamente amplias —como ‘seguridad’— para censurar contenido”.
Este es el primer número del periódico prohibido por los funcionarios carcelarios en ocho meses. Desde mediados de 2017 a agosto de 2019 prohibieron casi tres decenas de números del Militante, más de un tercio de los números publicados en ese lapso. La mayoría de las incautaciones fueron anuladas.
Las incautaciones del Militante en los últimos dos años “fueron por lo menos 7 u 8 veces más que el total en el resto de la nación, en cárceles estatales y federales en la última década”, escribió Goldstein.
El Militante es enviado a suscriptores en 87 cárceles federales y estatales en 21 estados. Existen 53 suscriptores en 24 cárceles en Florida. Cuando se prohíbe un número en una cárcel ninguno de los suscriptores del estado lo recibe.
“Una política que prohíbe reportajes o cobertura sobre luchas de trabajadores”, escribe Goldstein, “o que de otra forma ofende la sensibilidad política de un oficial de la cárcel, como se ve claramente aquí, no puede ser constitucionalmente sostenible.
“Ya sea que los trabajadores estén protestando en las calles o estén en las cárceles, tienen el mismo derecho constitucional a la libertad de expresión y a leer y formar sus propias opiniones sobre acontecimientos políticos en el mundo”, dijo John Studer, director del Militante. “Vamos a luchar cada vez que los funcionarios carcelarios traten de prohibirnos en cualquier lugar”.