NUEVA YORK — Más de mil repartidores de comida a domicilio protestaron el 21 de abril en Manhattan para exigir a los propietarios de restaurantes y a las empresas de plataformas digitales que dependen de sus servicios, un salario justo y condiciones de trabajo dignas.
Haciendo sonar las bocinas de sus bicicletas recorrieron la ciudad, atrayendo el apoyo de obreros de la construcción y de mantenimiento de edificios, conductores de UPS y otros transeúntes. Otros repartidores se unieron a lo largo de la ruta.
Muchos de los manifestantes, que se hacen llamar “deliveristas”, trabajan para empresas como DoorDash, GrubHub, UberEats y Relay. Estas empresas consideran a los trabajadores como “contratistas independientes”, y no como empleados.
Si bien cada empresa es un poco diferente, a estos trabajadores se les excluye de los beneficios, incluido el salario mínimo, el pago de horas extras y licencia por enfermedad pagada. Los trabajadores asumen todos los riesgos, mientras las empresas se embolsan las ganancias. Compran sus propias bicicletas eléctricas, a un costo de alrededor de 1,500 dólares, y mochilas térmicas para la comida y pueden pagar cientos de dólares para estacionar y cargar sus bicicletas. Si las bicicletas se rompen o son robadas, los trabajadores son responsables de reemplazarlas.
Una delegación del Local 32BJ del sindicato de los trabajadores de servicios SEIU, que está prestando apoyo a la lucha de los trabajadores, participó en la protesta. Familiares de Francisco Villalva Vitinio, un repartidor asesinado el 29 de marzo tras negarse a entregar su bicicleta eléctrica durante un robo a mano armada, también se unieron a la protesta.
En un mitin al final de la marcha, se leyeron los nombres de una docena de repartidores que han muerto mientras estaban trabajando, y los manifestantes gritaban “¡Presente!”
La acción fue una de varias protestas organizadas durante el último año por Los Deliveristas Unidos y el Proyecto Justicia Laboral. Un aumento en los robos violentos de sus bicicletas eléctricas y dinero ha provocado gran indignación por las condiciones en las que trabajan.
80,000 deliveristas en Nueva York
“Es demasiada injusticia, demasiada arbitrariedad. Las empresas de internet están abusando de la gente y eso debe terminar”, dijo Gustavo Ajche, dirigente de Los Deliveristas Unidos, al Militante durante la marcha. “Gracias a nuestra unión estamos alzando la voz porque merecemos ser tratados con respeto”.
Muchos de los repartidores empezaron a trabajar para las plataformas digitales después de perder sus trabajos cuando los cierres ordenados por el gobierno cerraron los restaurantes y otros centros de trabajo al inicio de la pandemia de coronavirus. Durante el último año, el número de repartidores aumentó a aproximadamente 80 mil solo en la ciudad de Nueva York. La mayoría de estos trabajadores son originarios de países de América Latina, así como también de Asia y África.
“Las empresas de internet dicen que trabajar para ellos es una ‘gran oportunidad’, pero apenas estamos sobreviviendo. Y los recibos se están acumulando”, dijo Rogelio Martínez, quien trabajaba como cocinero en un hotel antes de los cierres.
Los manifestantes expresaron que las empresas de plataformas frecuentemente no les pagan a tiempo o no les dan las propinas que los clientes incluyen en sus pagos con tarjeta de crédito, y que los bloquean arbitrariamente.
“Me bloquearon sin ninguna explicación y todavía estoy esperando una respuesta”, dijo la trabajadora Lucy Villano, en una conferencia de prensa el día antes de la marcha. “A veces nos bloquean por usar la entrada incorrecta del restaurante”.
Los trabajadores están exigiendo que la alcaldía apruebe leyes que les permitan utilizar los baños de los restaurantes a quienes les prestan servicio y que la ciudad establezca áreas públicas de descanso protegidas. Los trabajadores generalmente tienen que esperar afuera bajo la lluvia, la nieve o lo que sea hasta que esté lista la orden.
Los trabajadores dicen que las empresas de aplicaciones a menudo les asignan cargas grandes, incluidas cajas de las agencias de la ciudad con donaciones de alimentos, lo que hace que sus trabajos sean inseguros. Estas cajas pesadas deben entregarse en automóvil, dijeron varios manifestantes. “Si tenemos un accidente, nadie paga por nuestras lesiones ni por los daños a nuestras bicicletas”, agregó Velásquez Ramírez.
“La comunidad de repartidores es grande y habla diferentes idiomas”, dijo Ligia Guallpa, directora del Proyecto Justicia Laboral. Para promover la protesta, se produjeron volantes y videos en inglés, español, francés y bengalí. Guallpa invitó a hablar a Mamadou Kokrina, un repartidor de Malí, “porque nuestros hermanos de África Occidental también enfrentan las mismas condiciones”. “Esta es una manifestación de ira”, dijo Kokrina, al recalcar sus demandas por mejores condiciones y ser tratados con respeto, y agradeció a todos por venir.
“Hicimos algo bueno hoy”, dijo Guallpa al final del mitin, mientras la gente se reunía para tomar tamales y chocolate caliente, porque “como han dicho los compañeros aquí, trabajamos para poder vivir, no para morir”.
Róger Calero es el candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Nueva York. Sara Lobman es la candidata del partido para presidente del distrito de Manhattan.