Por todo el país se celebraron actividades en torno a Juneteenth. Dos días antes fue declarado un día feriado federal. El 19 de junio marca un hito importante en la Segunda Revolución Norteamericana que abolió la esclavitud y condujo al fortalecimiento de la clase trabajadora con millones de negros liberados.
Después del final de la Guerra Civil, el general de la Unión Gordon Granger y sus tropas viajaron a Galveston, Texas, y el 19 de junio de 1865 emitió la Orden General No. 3.
Decía: “Se informa al pueblo que, de acuerdo con una proclamación del Ejecutivo de Estados Unidos, todos los esclavos son libres. Esto implica una igualdad absoluta de derechos personales y derechos de propiedad, entre antiguos amos y esclavos, y la conexión que hasta ahora existía entre ellos se convierte en la que existe entre un empleador y un trabajador. Se aconseja a los hombres liberados que permanezcan en sus hogares actuales y trabajen por un salario. Se les informa que no se les permitirá congregar en los puestos militares; y que no serán apoyados en el desempleo ni allí ni en ningún otro lugar”.
Todavía había 250 mil esclavos en Texas, el último estado de la Confederación. Esto fue más de dos años después de que el presidente Abraham Lincoln emitiera la Proclamación de la Emancipación. No fue sino hasta diciembre de 1865 que se ratificó la 13 Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que abolió la esclavitud en todo el país.
La orden de Granger reconoció las nuevas relaciones de clase establecidas por estas medidas revolucionarias, según las cuales el “trabajo libre” capitalista reemplazaba al sistema esclavista. Esto ayudó a lograr una rápida expansión de la producción capitalista en todo el país y, en consecuencia, de las luchas libradas por los trabajadores.
Después de finalizar la guerra, se adoptó la Reconstrucción Radical, liderada por los más decididos opositores de la esclavitud. Esto profundizó los cambios hechos posibles por el derrocamiento de la esclavitud. Con la aprobación de la 14 Enmienda en 1868, los esclavos liberados ganaron la ciudadanía norteamericana. Los africano americanos ganaron el derecho al voto cuando se ratificó la 15 Enmienda en 1870.
Los ex esclavos trataron de promover sus derechos y exigieron su propia tierra y herramientas para cultivar, forjando alianzas con agricultores explotados y otros trabajadores en el Sur de Estados Unidos que eran blancos. Su consigna era: 40 acres y una mula. Los pequeños agricultores y los trabajadores rurales sin propiedad constituían la gran mayoría de la población en todos los antiguos estados de la Confederación. En cinco estados, los negros eran la mayoría.
Para 1867 se habían establecido en todo el sur regímenes de Reconstrucción Radical, muchos liderados por negros, respaldados por el poder del ejército de la Unión. Estos gobiernos lucharon por la implementación de los derechos de los negros y demandas inmediatas y democráticas en interés de todo el pueblo trabajador. Esto incluyó las primeras escuelas públicas gratuitas en el sur, hospitales públicos y atención médica para los pobres, la prohibición de la discriminación racial y la ampliación del derecho de la mujer al divorcio.
Los gobernantes capitalistas, temiendo esta creciente alianza de clases, retiraron del Sur las tropas de la Unión en 1877, acelerando un reinado de terror del Ku Klux Klan y otras pandillas racistas. Esta derrota sangrienta de la Reconstrucción Radical, que tras décadas de lucha llevó a la imposición de la segregación racial de Jim Crow, fue el peor revés no solo para los negros sino también para toda la clase trabajadora.
Huelgas ferroviarias de 1877
Ese mismo año estalló una gran ola de huelgas que elevó la conciencia de muchos trabajadores sobre sus intereses de clase comunes. Los obreros ferrocarrileros salieron en huelga en respuesta a recortes salariales impuestos por los patrones en medio de una prolongada depresión económica. El sistema ferroviario norteamericano fue paralizado rápidamente y un gran número de trabajadores de otras industrias se declararon en huelga en solidaridad.
Comentando sobre la importancia de esta “Gran Huelga”, Carlos Marx, en una carta a Federico Engels del 25 de julio de 1877, escribió: “¿Qué piensas de los trabajadores en Estados Unidos? Esta primera erupción contra la oligarquía del capital asociado que ha surgido desde la Guerra Civil, por supuesto, será sofocada, pero bien podría ser el punto de partida para el establecimiento de un partido obrero serio en Estados Unidos”.
Marx explicó que la decisión de los gobernantes capitalistas de retirar las tropas de la Unión “convertirá a los negros en aliados de los trabajadores, y las grandes expropiaciones de tierras (especialmente tierras fértiles) a favor del ferrocarril, la minería, etc. convertirá a los agricultores del occidente, que ya están muy disatisfechos, en aliados de los trabajadores”.
Sin embargo, la creciente fuerza económica y política de la clase capitalista en ascenso y la falta de experiencia en la lucha de clases y liderazgo de la clase trabajadora hicieron que esto no sucediera. “No obstante, Marx no podría haber estado más acertado”, escribió Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, “acerca de la alianza de fuerzas sociales que habría de estar en el centro de una revolución exitosa en Estados Unidos: la clase trabajadora, los trabajadores negros y los agricultores explotados”.
Estas son algunas de las monumentales consecuencias del derrocamiento del sistema esclavista en Estados Unidos que celebra el Juneteenth.