LA HABANA — La cuestión judía: una interpretación marxista es una importante contribución del luchador revolucionario Abram Leon”, dijo José Altshuler. “Lo escribió para explicar los fundamentos del odio antijudío en la época imperialista, así como el camino a su erradicación, según nos dice David Prince en la introducción”.
Altshuler, presidente por muchos años de la Sociedad Cubana de Historia de la Ciencia y la Tecnología y frecuente orador sobre la historia judía y cubana, estaba participando en un panel que lanzó la nueva edición de ese libro de la editorial Pathfinder durante la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Lo acompañaron en el panel Maritza Corrales, autora de La isla elegida: Los judíos en Cuba, Adriana Hernández, profesora del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana; y Martín Koppel, miembro del Partido Socialista de los Trabajadores y responsable de la traducción del libro al español.
Entre los 50 asistentes al evento del 27 de abril se encontraban miembros de la comunidad judía, incluidas delegaciones del liderazgo de las tres sinagogas habaneras: el Centro Hebreo Sefaradí, Adath Israel y Beth Shalom, conocida como el Patronato. También asistieron el general de brigada (retirado) Gustavo Chui, el veterano combatiente revolucionario Víctor Dreke, José Ramón Cabañas, ex embajador cubano en Estados Unidos y director del Centro de Investigaciones de Política Internacional y Graciela Chailloux, historiadora y redactora del libro De dónde son los cubanos.
Avidez de entender mundo de hoy
La cuestión judía fue el libro de Pathfinder más vendido en la feria del libro y se agotó antes del cierre del evento, que duró 10 días. Una persona tras otra comentaba: “Yo sé muy poco sobre este tema, pero me interesa mucho conocerlo mejor”.
Esas ventas indicaron un interés más amplio, expresado por muchas personas, en comprender las crecientes convulsiones sociales y políticas en el mundo de hoy, desde la guerra de Moscú contra Ucrania hasta la crisis económica capitalista y su impacto en Cuba y otros países. Los títulos más buscados en el stand de Pathfinder incluyeron “Ha comenzado el invierno largo y caliente del capitalismo”, “El imperialismo norteamericano ha perdido la Guerra Fría” y “Los cañonazos iniciales de la Tercera Guerra Mundial: El ataque de Washington contra Iraq”, todos publicados en la revista Nueva Internacional, además de El trabajo, la naturaleza y la evolución de la humanidad, que también se lanzó en la Feria del libro de La Habana.
Hoy día la lucha contra el odio antijudío sigue siendo una cuestión fundamental, destacó Altshuler. “El hecho de que durante la Segunda Guerra Mundial el nazismo exterminara despiadadamente a 6 millones de judíos en campos de concentración y de la muerte, entre ellos del autor de este libro, es una clara indicación de qué importa profundizar en el asunto”. Muchos de los familiares cercanos de Altshuler en Polonia fueron asesinados por el régimen nazi.
Él apuntó cómo Leon describe la evolución del papel de los judíos como un “pueblo-clase” comercial antes del ascenso del capitalismo. El libro explica cómo los demagogos antisemitas de hoy tergiversan esa historia para crear un mito del “capitalismo judío” a fin de “desviar a las masas de su verdadero enemigo”: la clase dominante capitalista.
En Cuba, dijo Altshuler, el antisemitismo nunca estuvo profundamente arraigado en la población, pero durante la depresión de los años 30, figuras derechistas como el director del Diario de la Marina denunciaban una “invasión judía” de refugiados europeos. Altshuler destacó un manifiesto de 1939, “Defensa Cubana Contra el Racismo Antisemita”, firmado por individuos destacados como Fernando Ortiz y otros asociados con el Partido Socialista Popular, en el cual Altshuler militó por muchos años.
Trayectoria de Revolución Cubana
La dirección de la revolución socialista cubana ha rechazado y combatido el antisemitismo desde el principio, concluyó Altshuler. Señaló que Enrique Oltuski, hijo de inmigrantes judíos polacos, fue nombrado ministro de comunicaciones por el gobierno revolucionario a los 28 años de edad. Altshuler, ingeniero electricista, trabajó con Oltuski en ese ministerio y jugó un papel importante en el desarrollo de instituciones científicas en Cuba, incluso como presidente de la Comisión Espacial Nacional de Cuba.
Tanto Fidel Castro como Raúl Castro, subrayó, realizaron visitas a la principal sinagoga de La Habana en más de una ocasión. parte del historial de la dirección revolucionaria de proteger los derechos religiosos y culturales de los judíos en Cuba.
Maritza Corrales recordó que cuando leyó por primera vez una edición anterior de La cuestión judía en español hace muchos años, quedó impresionada con la trayectoria de Abram Leon como comunista. Con solo veintitantos años, dijo, ya Leon poseía la “madurez teórica” para escribir este libro y la capacidad política “para fungir como secretario político del Partido Comunista Revolucionario en Bélgica, devenir editor del periódico La voie de Lénine [La vía de Lenin], y acometer el peligrosísimo trabajo clandestino entre soldados de origen proletario” del ejército alemán de ocupación durante la Segunda Guerra Mundial.
Ella dijo que Leon le recordaba a Julio Antonio Mella, uno de los fundadores del primer Partido Comunista de Cuba en 1925. Ambos, apuntó, “resultaron asesinados a la misma edad [26 años] por dictadores de regímenes totalitarios: Gerardo Machado [en Cuba] y Adolfo Hitler”.
Odio antijudío de derecha e izquierda
Hoy, dijo Corrales, “Es en extremo preocupante que el 2021 haya sido el año de más incidentes antisemitas de la última década.”, desde Francia y el Reino Unido hasta Estados Unidos. “En la ciudad de Nueva York, con una gran concentración de población hebrea, presenta un ascenso del 100 por ciento respecto al año anterior.
“Un fenómeno más inquietante aun es el que se observa en los campus de las universidades estadounidenses y entre los grupos de izquierda tanto norteamericanos como europeos que —en su justa defensa de los derechos palestinos— equiparan a Israel con los judíos como si fueran una unidad indivisible, provocando ataques y vejaciones sobre los estudiantes hebreos de las mismas” y en otros lugares. También dio el ejemplo reciente de Whoopi Goldberg, célebre personaje liberal de la televisión, quien minimizó el Holocausto como una disputa entre “dos grupos de gente blanca”.
“Mi agradecimiento a los compañeros de Pathfinder por publicar este libro tan oportuno”, concluyó Corrales, y “por haberse mantenido, contra viento y marea, fieles a sus ideales revolucionarios, y por su decidido e incondicional apoyo que le han brindado todos estos años” a la Revolución Cubana.
Adriana Hernández, autora de El antisemitismo en Europa, dijo: “Una de las cosas que me motivaron a estudiar el antisemitismo después de la Segunda Guerra Mundial fue que la gente tendió a pensar que era un fenómeno del pasado. Pero nada más alejado de la realidad”.
La introducción del libro, dijo Hernández, señala que “se ha extendido esta visión antisemita en los ámbitos de la izquierda también”, incluso bajo el manto de criticar la política del gobierno israelí. “Es algo bien peligroso y a lo que hay que estar bien atento”, dijo.
Hernández elogió la calidad de la nueva edición de La cuestión judía, incluidos “los mapas y las fotografías que son muy útiles”.
Martín Koppel recalcó que el nuevo libro es una herramienta importante para entender por qué “el odio antijudío y la lucha en su contra son cuestiones fundamentales para la clase trabajadora a nivel mundial”. El actual ascenso de la violencia y la persecución antijudía está “impulsado por la creciente polarización de clases, al multiplicarse las crisis económicas y sociales del capitalismo mundial”. (Ver el texto de sus palabras).
Las acciones antijudías “no solo provienen de ultraderechistas y yihadistas”, dijo, pero hoy “van creciendo en la izquierda” y “entre políticos del Partido Demócrata y los medios liberales”. Esto se hace a menudo “ bajo la fachada del antisionismo”. Como ejemplo, Koppel señaló la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones”, que pretende convertir a Israel y a los judíos israelíes en parias.
Los trabajadores, dijo Koppel, necesitan reconocer el hecho de la existencia de Israel “y apoyar incondicionalmente el derecho de los judíos a buscar refugio en Israel”. Destacó el liderazgo de Fidel Castro a lo largo de los años al explicar inequívocamente la necesidad de oponerse al odio antijudío y de reconocer el derecho de Israel a existir.
“El camino para avanzar”, concluyó, es el de “emular el ejemplo de la revolución socialista cubana. Es decir, forjar partidos proletarios, en Estados Unidos y otros países, que puedan dirigir a los trabajadores en luchas hacia la toma del poder estatal y a sumarse a la lucha por un mundo socialista”.
Debate sobre Israel, antisemitismo
Las presentaciones fueron seguidas de un animado intercambio de criterios. “Nos sentimos muy orgullosos como hebreos en Cuba, donde podemos participar de una actividad como esta, de esta libertad y paz que tenemos, que a veces nos pasa inadvertida, porque no tenemos manifestaciones de antisemitismo”, dijo Esther Jequín, presidenta del Centro Hebreo Sefaradí de La Habana.
Sin embargo, agregó, “sí nos alarma lo que oímos sobre otros países. Sabemos que muchos hebreos pasan dificultades en otros lugares”. Se refirió a los miles de judíos que huyen de Ucrania ante la invasión de Moscú y señaló que muchos buscan refugio en Israel.
Fernando García Bielsa, quien durante años se desempeñó como diplomático cubano en Estados Unidos, dijo que vino a la presentación para aprender más, pero que no entendía cómo se podía decir que la campaña internacional para boicotear a Israel era antisemita. Dijo que le resultaba comparable a la campaña de sanciones de los años 80 contra el régimen del apartheid durante el movimiento democrático revolucionario en Sudáfrica. García dijo que apoyaba la existencia tanto de un estado israelí como de un estado palestino, pero que “ser antisionista no implica ser antisemita”.
En respuesta, Koppel dijo que la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones pinta a todos los judíos israelíes como el enemigo y a menudo va dirigida contra empresas en otros países en el extranjero cuyos dueños son judíos. Israel es una sociedad dividida en clases, apuntó, y lo que se necesita allí, como en otros países, es una perspectiva para unir a los trabajadores —judíos, árabes, cristianos, drusos, inmigrantes— en luchas por sus intereses comunes.
“Estamos a favor de que exista un estado palestino” junto con Israel, dijo Hella Esquenazi, quien se desempeña como secretaria ejecutiva del Patronato. “Pero existe una línea muy fina entre antisemitismo y antisionismo”.
Condenó el apoyo del gobierno iraní a los ataques terroristas contra Israel, lo cual también “hace daño a los propios palestinos”. Solo cuando otros gobiernos de la región reconozcan a Israel “va a ser posible un camino hacia la paz” en el Medio Oriente, dijo Esquenazi.
Rafael Cheni Camps, profesor de biología y parte de la dirección de la comunidad sefardí en La Habana, agregó que Hamás, el partido gobernante en Gaza, llama a eliminar a Israel y a “eliminar a todo judío” allí. Apoyó una sugerencia de Esquenazi de que se organicen foros más amplios para debatir estos temas en los que puedan participar representantes de la comunidad judía en Cuba.
El intercambio y debate continuó después de la presentación, mientras miembros del público compraban ejemplares de La cuestión judía y hojeaban otros libros en la mesa de Pathfinder.
Unos días más tarde, representantes del Centro Sefaradí y del Patronato recibieron encantados unas copias de un mural de fotos que Pathfinder usó durante la feria del libro para ilustrar los temas de La cuestión judía.