PITTSBURGH — Más de 115 mil trabajadores ferroviarios en Estados Unidos, afiliados a 12 sindicatos, pueden declararse en huelga legalmente el 16 de septiembre. Por dos años, estos trabajadores han estado tratando de negociar un contrato con un bloque de cinco empresas ferroviarias clase 1 y 30 ferrocarriles locales. En virtud de la antiobrera Ley Laboral Ferroviaria de 1926, los sindicatos fueron sometidos a una mediación obligatoria con los patrones.
Después que expiró en julio el “período de enfriamiento” establecido por la ley, el presidente Joseph Biden nombró una Junta Presidencial de Emergencia para prevenir una huelga. La junta publicó el 16 de agosto recomendaciones para un contrato de cinco años, propuestas que los trabajadores ferroviarios consideran inaceptables.
Tres de los sindicatos ferroviarios, que representan a unos 15 mil trabajadores, han llegado a acuerdos provisionales con las empresas, que incluyen un aumento salarial del 24%.
Pero los sindicatos ferroviarios más grandes, que representan a las ocupaciones operativas, y la mayoría de las otras, no se han suscrito a este acuerdo. Jeremy Ferguson, presidente de SMART-TD, dijo a la prensa que las propuestas de la junta no incluyen “mejoras en temas sobre la calidad de vida, entre ellas medidas contra las draconianas políticas de asistencia y la necesidad de aumentar en el horario los días de licencias pagados y los días libres”.
“Al final, la calidad de vida era la meta de este contrato, no un aumento del 24% en el salario, que en realidad, al tener en cuenta los impuestos, termina reduciendo nuestro salario en un 2%, al tomar en cuenta la inflación”, escribió Michael Paul Lindsey II, trabajador de Union Pacific en Pocatello, Idaho, en la revista de la industria Railway Age.
Según la Ley Laboral Ferroviaria, los sindicatos se pueden ir en huelga y los patrones pueden imponer un cierre patronal si no se llega a un acuerdo en un plazo de 30 días después de la publicación de las recomendaciones de la junta. No obstante, el congreso tiene el poder de ordenar a los sindicalistas a que regresen a trabajar e imponer un acuerdo. En 1991, esto significó la congelación de salarios durante tres años y la imposición de otras concesiones.
“El aumento recomendado no es suficiente dado que los pagos de nuestro seguro médico aumentarán considerablemente”, dijo al Militante Zack Jameson, un maquinista que trabaja en el oeste de Pennsylvania y es miembro de la Hermandad de Maquinistas y Operarios de Trenes BLET. “Y el precio de todo está subiendo”. Jameson también señaló la instalación de la tecnología “Control Positivo de Trenes”, diseñada para reducir la velocidad o detener automáticamente un tren bajo ciertas condiciones. Los patrones ferroviarios afirman que esto hace posible de forma segura la eliminación de los conductores en los trenes de larga distancia y poder operarlos con una “tripulación” de un solo maquinista. El tamaño de la tripulación no es abordado en el contrato nacional.
Aún sin la imposición de “tripulaciones” de una sola persona, las empresas han reducido la fuerza laboral en un 29 por ciento en los últimos seis años, lo que ha producido horarios insoportables y peligrosos para los trabajadores y quienes viven cerca de los rieles.
Sin alivio de horarios onerosos
“No hay días de enfermedad pagados en las recomendaciones”, dijo Robin Smith, un maquinista que trabaja en Harrisburg y miembro del sindicato SMART. “La empresa dice que no sufrimos de fatiga. Afirman que las tripulaciones solo trabajaron un promedio de 33 horas a la semana este año. ¡Este mes he trabajado un promedio de 51 horas por semana! Y no incluyen todas las horas que pasamos ‘disponibles’, esperando que nos llamen para ir a trabajar a cualquier hora del día o de la noche, y las horas que pasamos fuera de casa. La semana pasada pasé 23 horas en un hotel y luego me llamaron para mi séptimo turno consecutivo”.
“Escuché que los sindicatos están organizando mítines en otras áreas para ganar apoyo para nuestras demandas”, dijo Smith. “Me muero por tener uno”.
Uno de los sindicatos, la Hermandad de Empleados de Mantenimiento de Vías, ha organizado protestas, que han atraído a miembros de los otros sindicatos ferroviarios en Nebraska, Iowa, Illinois y Wyoming. Otra protesta ha sido convocada para el 10 de septiembre en Toledo.
“No creo que este contrato va a ser ratificado por los trabajadores ferroviarios”, dijo al Militante Pete Gushwa, conductor y miembro del sindicato SMART-TD en Spokane, Washington. “Pero pasará al congreso, que impondrá el acuerdo final”.
Los problemas que enfrentamos ocurrent de manera amplia en la clase trabajadora”, dijo al Militante Chris Hoeppner, un conductor que trabaja en Filadelfia y es miembro del sindicato SMART. Hoeppner es el candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para el congreso por el Distrito 3. “Los trabajadores ferroviarios necesitamos hacer oír nuestras voces. Los medios capitalistas solo dicen la versión de las empresas, para tratar de evitar que ganemos aliados. Ya están publicando artículos sobre cómo una huelga ferroviaria amenazaría a los agricultores”.
“Una manera fundamental de como podemos prepararnos para usar nuestros sindicatos para luchar contra los patrones ferroviarios es extendiendo solidaridad a otras huelgas y luchas sociales”, agregó Hoeppner. “Fortaleceremos sus luchas, aprenderemos lecciones importantes y ganaremos aliados. La huelga de mineros del carbón contra las concesiones exigidas por los patrones en Warrior Met en Alabama, al igual que nuestra lucha en los ferrocarriles, son fundamentales para toda la clase trabajadora. Necesitamos que más personas sepan de lo que está pasando y obtener más apoyo. Nuestros sindicatos deberían dar un paso al frente. Todos seremos más fuertes por ello”.
Candace Wagner es conductora de tren de carga y miembro de la BLET.