Los medios capitalistas suelen actuar como si ya se hubieran resuelto los contratos de los trabajadores ferroviarios, pero la verdad es que la mayoría de los miembros de los sindicatos ferroviarios apenas están recibiendo los acuerdos tentativos para revisarlos y discutirlos o no los verán por semanas.
Los dos sindicatos ferroviarios más grandes —la Hermandad de ingenieros de locomotoras y trenes BLET y la División de Transporte de SMART-TD, a las que están afiliados casi la mitad de todos los trabajadores ferroviarios— han comenzado a enviar un borrador de la oferta de contrato propuesta. SMART-TD dice que el proceso de votación no terminará sino hasta mediados de noviembre.
Ahora incluso varios medios capitalistas dicen que “no es un hecho consumado” y que esto ha causado ira entre los trabajadores.
Las mayores quejas de los trabajadores —condiciones y horarios de trabajo inseguros y políticas de asistencia punitivas— aparentemente no son abordadas en las propuestas. Cientos de obreros ferroviarios renunciaron de sus trabajos este año por estas condiciones, empeorando aún más los horarios. ¡Y las empresas exigen más reducciones en el personal hasta que las tripulaciones sean reducidas a una persona!
“BNSF inventó esta política [de asistencia] debido a los recortes que han hecho, y están tratando de hacer todo lo posible para que paguemos las consecuencias” dijo Jordan Boone, un conductor de BNSF en Galesburg, Illinois, al Washington Post. Boone tiene cinco hijos y dijo que desde que la política entró en vigor en febrero, se ha perdido la mayoría de los juegos deportivos, cumpleaños, recitales y vacaciones de sus hijos.
“El tiempo lejos de la familia tiene un gran impacto en nuestra salud mental”, dijo.
Los peligros que crean estas condiciones para los trabajadores, y para quienes viven cerca de las vías, se han puesto de manifiesto en los descarrilamientos y las cuatro muertes durante el trabajo en los últimos 30 días.
Jon Hauger, un conductor que trabaja para BNSF en Houser, Idaho, dijo al Fort Worth Star-Telegram que el intento de proporcionar licencia médica estipulado en el contrato es “una broma completa”.
Él piensa que fue el resultado de un acuerdo entre bastidores destinados a proteger a los demócratas antes de las elecciones de mitad de período.
“Fue 100% una forma de evitar una huelga”, dijo, y planea votar en contra del contrato.
El borrador del acuerdo permite a los miembros ausentarse por un total de tres citas médicas rutinarias o preventivas al año sin ser penalizados. Sin embargo, esas citas deben programarse con al menos 30 días de anticipación y pueden ser solo los martes, miércoles o jueves.
Los miembros del sindicato BMWE, que organiza a unos 25 mil obreros de construcción y reparaciones de vías, pueden ser enviados a trabajar a cientos de millas de su casa. Una cuestión clave es cómo y cuándo se les paga por estos viajes. Jake Forsgren y Rod Blessing, miembros de BMWE en Lincoln, Nebraska, hablaron con el Militante el 24 de septiembre. Ambos dijeron que se había progresado un poco sobre los gastos “fuera de casa” con sus patrones.
“Todavía estoy indeciso” sobre como votar sobre el acuerdo, dijo Forsgren. “Hasta ahora, la cantidad de días de enfermedad que necesitamos no es suficiente y no han eliminado el límite en los pagos del seguro”.
Los ferroviarios están pendientes de lo que sucede con el sindicato mecanometalúrgico IAM, el único de los 12 involucrados en las negociaciones que ha rechazado el acuerdo. El 75% de los 6,600 maquinistas de locomotoras, mecánicos de equipos de vía y trabajadores de mantenimiento de instalaciones votaron en contra de la propuesta. El sindicato fijó como fecha límite para la huelga el 29 de septiembre si no se llega a un mejor acuerdo para entonces.