CHICAGO — “Estoy muy contento de que nos mantuvimos fuertes porque al final conseguimos un contrato mucho mejor”, dijo la trabajadora de panadería Elaine Sweiger al Cedar Rapids Gazette.
Sweiger fue una de los 122 miembros del Local 100G del sindicato de panaderos BCTGM que estuvieron en huelga durante 175 días en la planta de Ingredion en Iowa. Los sindicalistas aprobaron un nuevo contrato el 22 de enero.
Los trabajadores necesitan sindicatos y “un salario decoroso y un equilibrio entre el trabajo y la vida”, dijo Sweiger. Los patrones habían exigido un horario de 14 días continuos con turnos de 12 horas, primas de salud más altas, recortes de empleos y el fin del pago de horas extra a partir de las ocho horas.
Los sindicalistas “salieron en huelga juntos y todos regresaron juntos”, dijo Veronica Hopkins, miembro del equipo negociador del sindicato, a este corresponsal en una entrevista telefónica. La empresa se vio obligada a abandonar su demanda de que cinco trabajadores fueran sujetos a procedimientos disciplinarios al regresar al trabajo, añadió.
Los miembros del local 100G recibieron un amplio apoyo de los locales de la BCTGM en toda América del Norte, del movimiento sindical de Cedar Rapids, de la AFL-CIO y sindicatos afiliados y de otras organizaciones.
El contrato de cuatro años también aumenta las escalas de sueldo y mantiene la antigüedad respecto a las horas extras.
“Ganamos porque ningún miembro del sindicato cruzó la línea de piquetes”, dijo Kasey Klein al Militante por teléfono el día después de la votación sobre el contrato. “Discutimos y debatimos el contrato propuesto durante dos horas y media”.
“El contrato no es todo lo que queríamos”, dijo Juan Rodríguez. “Creo que la huelga valió la pena. Nos hizo más fuertes”.
“Con cada nuevo día en esa línea de piquetes”, dijo a la prensa el presidente del BCTGM Internacional, Anthony Shelton, “nuestros miembros crecieron en fuerza, coraje y determinación”.