El FBI “nunca realizará actividades de investigación, ni abrirá una investigación basada únicamente en actividades protegidas por la Primera Enmienda”, alegó la agencia de espionaje al cancelar los planes de su oficina en Richmond, Virginia, de lanzar una operación de espionaje contra los católicos.
Solo lo hizo después de que el plan se hizo público y recibiera una tormenta de críticas. De hecho, el FBI tiene un historial de décadas de ataques inconstitucionales contra la libertad de expresión, de culto, asamblea y otras libertades.
Su ataque más reciente encaja con la campaña partidista de los demócratas y la izquierda de clase media para pintar a los republicanos, especialmente a los católicos, como peligrosos, racistas y opositores de los derechos de la mujer. Unos 70 millones de personas en Estados Unidos, más del 20 por ciento de la población, son católicos.
El ex agente Kyle Seraphin publicó un memorando interno de la oficina del FBI en Richmond con muchas tachaduras fechado el 23 de enero, que revela planes para espiar y seleccionar para “mediación” a los grupos católicos que celebran misa en latín y tienen “creencias ideológicas más extremistas”. El memorando denomina a estos grupos como “católicos tradicionalistas radicales” o RTCs, las siglas en inglés.
Los RTCs no solo tienen un “desdén por los papas elegidos desde el Vaticano II”, opina el FBI, sino que atraen cada vez más a los RMVEs, las siglas en inglés de “extremistas violentos por motivos raciales o étnicos”. Eso significa, dice el memorando, que están plagados de “ideología antisemita, antiinmigrante, anti-LGBTQ y supremacista blanca”.
Citando el fallo de la Corte Suprema en el caso Dobbs que declaró inconstitucional a Roe v. Wade el año pasado, el memorando del FBI afirma que “las decisiones legislativas y judiciales en áreas como el derecho al aborto” pueden ser “eventos catalizadores” para actividades peligrosas por parte de “católicos tradicionales radicales” y “extremistas violentos por motivos raciales”.
Los planes de la oficina de Richmond para perseguir a los católicos mediante la búsqueda de sospechosos incluían “el desarrollo de fuentes con emplazamiento”, el doble lenguaje del FBI para reclutar o insertar informantes encubiertos entre los feligreses. Iglesias en el área de Richmond, la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro y la Sociedad de San Pío X, fueron incluidas como objetivos.
Lo que el FBI quiere decir con “mediación” se explica en una declaración de Melissa Godbold, quien está a cargo de la oficina de Oklahoma City: “Nos enfocamos en identificar, investigar e interrumpir a las personas” que el FBI decide “incitan a la violencia y participan en actividad criminal”.
Declaraciones como esta fueron las justificaciones empleadas por el FBI para espiar y realizar las operaciones de Cointelpro contra el Partido Socialista de los Trabajadores y otros durante décadas.
Las “fuentes” en las que se basó el FBI para justificar su plan para atacar las libertades constitucionales incluyen las revistas liberales altamente partidistas Salon y The Atlantic, junto con el Southern Poverty Law Center, notoria por calificar a las organizaciones conservadoras como grupos de “odio”.
El memorando fue tan flagrante que los fiscales generales de 20 estados enviaron una carta al jefe del FBI, Christopher Wray, y al fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, condenando al FBI por diferenciar “entre los católicos que el FBI considera aceptables y los que no”, y tratar a estos últimos “como terroristas potenciales debido a sus creencias”.
La carta señala: “El FBI ha recorrido este camino antes, habiendo infiltrado a innumerables mezquitas” después del 11 de septiembre, y “desautorizó esta práctica ignominiosa en 2008”.
Pero este asalto contra los católicos por parte de la policía política de los gobernantes no es algo excepcional.
Ministro absuelto tras redada de FBI
En septiembre pasado unos 20 agentes armados arrestaron y esposaron a Mark Houck a punta de pistola en su casa en Kintnersville, Pensilvania, frente a sus hijos. Houck es copresidente de The King’s Men, un ministerio de hombres católicos y un activista antiaborto que estuvo involucrado en un altercado en una clínica en 2021. A pesar de contactar a los fiscales y ofrecerse voluntariamente para entregarse, él fue la víctima de la operación armada del FBI.
Enfrentando una posible sentencia de 11 años de cárcel por presuntamente violar la Ley de Libertad de Acceso a las entradas de clínicas, Houck se declaró inocente y fue absuelto por un jurado el 30 de enero.
El arresto de Houck es solo una parte de los ataques más amplios del FBI contra los opositores políticos de los gobernantes. Desde su transformación a fines de los años 30 por la administración de Franklin Roosevelt en la principal agencia de la policía política de los capitalistas, el FBI ha sido desatado en innumerables ocasiones para espiar, acosar e interrumpir las actividades de trabajadores militantes, comunistas, luchadores por los derechos de los negros y opositores de las guerras de Washington.
Lo que está en juego para el pueblo trabajador en oponerse a ataques similares hoy y a luchar para defender y extender las libertades constitucionales no podría ser más importante.