OAKLAND, California — El 1 de febrero un hombre entró al Centro Schneerson, una sinagoga en San Francisco, sacó lo que parecía ser una pistola y disparó hasta ocho balas de salva, aterrorizando a los que estaban reunidos allí para estudiar y orar. Dos semanas después, en Los Angeles, un hombre con antecedentes de hacer declaraciones antisemitas disparó e hirió a dos fieles que salían de dos sinagogas diferentes.
Estos no son incidentes aislados. Los ataques contra judíos han estado aumentado en Estados Unidos en los últimos años.
Carole Lesnick entregó una carta de solidaridad en nombre del Partido Socialista de los Trabajadores en el Centro Schneerson. También envió cartas instando a sindicalistas y otros a declararse en contra del antisemitismo. Estas fueron publicadas en el East Bay Times, el Mercury News/San Jose, el Jewish News of Northern California y el San Leandro Times.
“El pueblo trabajador de este país enfrenta una crisis económica devastadora”, escribió Lesnick. “La historia nos enseña que a medida que esta crisis se profundiza y los trabajadores luchan, los gobernantes capitalistas recurrirán al odio contra los judíos, con el propósito de que se culpe a los judíos por los problemas económicos y sociales que enfrentan los trabajadores”.
Miembros del partido también han establecido contacto con los estudiantes judíos de la Universidad de California en Berkeley que están siendo atacados, no por los ultraderechistas, sino por los liberales y estudiantes que se consideran parte de la izquierda.
Hasta 14 clubs de su facultad de derecho, incluidas Mujeres de Derecho de Berkeley, el Caucus Queer y los Estudiantes de Derecho de Ascendencia Africana, han incluido en sus estatutos una prohibición de oradores que tengan opiniones “en apoyo del sionismo, el estado de apartheid de Israel y la ocupación de Palestina”. No les prohíbe hablar sobre Israel, sino de cualquier tema. Dado que más del 80 por ciento de los judíos creen que Israel tiene derecho a existir, esta es una prohibición contra los judíos.
En agosto pasado la Asociación de Estudiantes Judíos del Departamento de Derecho de Berkeley emitió una respuesta, diciendo que “los estudiantes no deberían verse obligados a elegir entre identificarse como ‘pro-Palestina’ y, por lo tanto, ‘anti-Israel’ o ‘pro-Israel’ y, por lo tanto, ‘anti-Palestina’. Los estudiantes pueden abogar por los palestinos y criticar las políticas israelíes sin negar a Israel el derecho a existir”.
Charlotte Aaron, miembro de la junta de la asociación, dijo en una reunión auspiciada por el Consejo de Relaciones de la Comunidad Judía en octubre que los clubs que imponen la prohibición requieren que los miembros asistan a una sesión de entrenamiento. ¿El mensaje de dicha sesión? “Si eres sionista, de cualquier manera, forma o modo, entonces también eres un colono colonialista y apoyas la brutalidad policial y todo tipo de cosas realmente terribles”.
Miembros del Partido Socialista de los Trabajadores hablaron con la estudiante de la Universidad de Berkeley Ariel Mizrahi, que estaba con una mesa de información en la plaza de la universidad con “Osos por Israel”, llamado así por que el oso es la mascota de la universidad. Su familia huyó de Egipto a Israel cuando los judíos estaban siendo expulsados de los países árabes cuando Israel se formó después del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial. “La vida de mi familia estaba en juego”, dijo. “Los años de opresión de los judíos es la razón por la que se necesita el estado de Israel”.
La organización JewBelong colocó vallas publicitarias en los vecindarios aledaños a la Universidad de Berkeley que decían: “No tienes que ir a la facultad de derecho para saber que el antisionismo es antisemitismo”. Grupos adversos destrozaron las carteleras y escribieron “Antisionismo = Antirracismo”.
Protesta contra el antisemitismo
El Militant Labor Forum del 18 de febrero presentó una protesta contra el antisemitismo. Lesnick dijo que el significado de la palabra sionismo ha evolucionado con el tiempo. Antes del Holocausto, la mayoría de los judíos rechazaba el sueño del movimiento sionista de una patria para los judíos en Palestina como solución al odio y la violencia contra los judíos. “Esto cambió cuando Estados Unidos, Canadá y otras potencias imperialistas cerraron sus puertas a los refugiados que huían del fascismo, cuando los sobrevivientes judíos del exterminio nazi no tuvieron más remedio que ir a Palestina para sobrevivir.
“Israel ha existido durante más de 70 años. Hoy no hay nada como el viejo movimiento sionista”, dijo Lesnick. Muchos de los que se identifican como sionistas solo quieren decir con eso que apoyan la existencia de Israel. “Para los antisemitas, el término ‘sionistas’ se ha convertido en un sinónimo de ‘judío’”.
El PST apoya la lucha de los palestinos por sus derechos y su lucha contra la opresión nacional, incluido el apoyo a la creación de un estado palestino contiguo soberano, dijo Lesnick.
La opinión de que Israel existe solamente para servir el papel de una ocupación colonialista, al igual que el apartheid en Sudáfrica, junto con los llamados a que todo Israel, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, se convierta en Palestina, un llamado a la destrucción de Israel, son perjudiciales tanto para los palestinos como para los judíos, dijo. Niega la necesidad de Israel como un refugio para los judíos que huyen de ataques antisemitas y bloquea cualquier solución, fomentando un ciclo interminable de violencia y guerra.
“Israel es un estado capitalista dividido en clases. No apoyamos al gobierno israelí o sus políticas, ni su política interna o externa”, agregó Lesnick. “Este gobierno, como los gobiernos árabes vecinos, es antiobrero. La libertad de todos los trabajadores de la región, judíos, palestinos, kurdos, drusos, musulmanes y cristianos, solo puede ganarse defendiendo sus intereses comunes de clase”.
Serán necesarias revoluciones socialistas que pongan fin a la explotación y opresión capitalistas para acabar con la amenaza del antisemitismo, dijo. “Debemos mirar el ejemplo de Cuba, el único país donde los judíos no enfrentan discriminación ni amenazas de violencia.
“A medida que se profundiza la crisis mundial del capitalismo, el surgimiento de movimientos fascistas se vuelve inevitable”, dijo. Cuando las pandillas fascistas antisemitas comenzaron a crecer en Estados Unidos a fines de la década de 1930 atacaron a los sindicatos. El sindicato Teamsters en Minneapolis lideró una lucha exitosa contra ellas. “Lo más importante que podemos hacer hoy es fortalecer el movimiento sindical, plantear la necesidad de un partido obrero, basado en los sindicatos, que pueda luchar por un gobierno obrero y campesino”.
Lesnick advirtió sobre el peligro de las prohibiciones de la libertad de expresión mientras se resuelven estas cuestiones. Debemos oponernos a agregar cargos de “crimen de odio” a los cargos de violencia contra los que atacan a los judíos y a las sinagogas, dijo. La criminalización del pensamiento por parte del gobierno, incluido el “odio”, es un precedente que inevitablemente se empleará contra la clase trabajadora.
Se debe combatir la “cultura de cancelación” que crece en las universidades. En vez de silenciar perspectivas opuestas, deben discutirse y debatirse.