Las cirugías e inyecciones estéticas “se han vuelto más baratas, menos invasivas y mucho más comunes en los últimos años, tanto en países de ingresos medios como en los ricos”, informó el Economist el 4 de enero. “La caída de los costos y la tecnología han democratizado” y “globalizado” la industria cosmética, afirma.
En Estados Unidos y Canadá, los procedimientos cosméticos aumentaron de 12 millones en 2019 a unos 21 millones el año pasado; mientras que en China el mercado se duplicó desde 2021.
El Economist, interesado en todo lo rentable, dice que las redes sociales están “fomentando una convergencia en los ideales de belleza en todo el mundo”. Esto podría ser que un cirujano “mejore” tu cuerpo pidiéndole “cejas más densas del sur de Asia”, los “labios más carnosos de África subsahariana” y los “ojos arqueados hacia arriba típicos de los asiáticos orientales”.
Esta supuesta democratización de la industria conlleva un mayor endeudamiento de personas que buscan “belleza”. En Brasil, la clínica “Plásticas para Todos” permite que los pacientes paguen la deuda de sus procedimientos en hasta 100 cuotas (con un pequeño interés adicional). En Argentina, una de las más grandes compañías de seguros médicos ofrece un plan que cubre una cirugía plástica al año.
En Corea de Sur la temporada alta para los cirujanos plásticos es después de los exámenes de ingreso a la universidad, cuando muchos padres “premian” a sus hijos con una cirugía plástica.