Los gobernantes imperialistas de Alemania están haciendo un cambio radical para estimular preparativos bélicos ––y reactivar su economía en crisis— con un proyecto de ley que facilitaría la toma de una deuda histórica. El Financial Times dejó plasmada esa meta con un titular: “De un estado de bienestar a un estado de guerra”.
Esta decisión fue acelerada por la agudización de las rivalidades y los conflictos entre los gobernantes capitalistas de todo el mundo, incluida la decisión de Washington de reorientar su mira de Moscú a Beijing. Esto incluye sus esfuerzos por negociar un rápido acuerdo de “paz” entre Moscú y Kiev, y presionar a las potencias europeas para que asuman la responsabilidad por la seguridad de Ucrania.
El orden mundial imperialista, dominado por los gobernantes estadounidenses desde su victoria en la Segunda Guerra Mundial, se está desmoronando.
Desde su primer mandato, el presidente Donald Trump ha exigido que las potencias europeas asuman una porción mucho mayor de la responsabilidad y los gastos de su propia defensa.
Las fuerzas militares alemanas se encuentran en un estado de decrepitud. “Las fuerzas terrestres alemanas están a un nivel de preparación de alrededor del 50%”, dijo el coronel Andre Wuestner, de la Asociación de las Fuerzas Armadas Alemanas, a Reuters el 13 de febrero. Por ejemplo, admiten que no tienen prácticamente ningún dron. El servicio militar obligatorio se anuló en 2011.
Los cuarteles del ejército se encuentran en un “estado lamentable”, informó Reuters, señalando la “falta de baños funcionales, duchas limpias y wi-fi”.
Las potencias europeas rivales también están acelerando sus planes para reforzar sus ejércitos, modernizar sus arsenales y reducir su dependencia del “paraguas nuclear” estadounidense.
El 4 de marzo, a poco más de una semana de las elecciones alemanas, Friedrich Merz, el canciller-en-espera del país, anunció que sus conservadores demócrata-cristianos y los socialdemócratas, sus probables socios de coalición, habían llegado a un acuerdo. El rearme de Berlín había adquirido mayor urgencia, afirmó, tras las recientes decisiones del gobierno estadounidense.
El plan pondría fin al prolongado “freno de la deuda” impuesto por Berlín tras la crisis financiera de 2008, lo que le permitiría un endeudamiento potencialmente ilimitado para gastos militares. También crearía un fondo de 10 años de 500 mil millones de euros (540 mil millones de dólares) para promover inversiones en infraestructura como carreteras y ferrocarriles, y otras medidas para fortalecer la economía capitalista.
Para revocar los límites constitucionales de la deuda alemana se requiere una mayoría parlamentaria de dos tercios. Para aprobar los cambios, Merz necesita el respaldo de los Verdes antes de que el nuevo Bundestag asuma el mando el 25 de marzo. “Los acontecimientos políticos en Europa y el mundo están evolucionando más rápido de lo que anticipábamos hace apenas una semana”, dijo Merz. También pidió la reintroducción del servicio militar obligatorio.
Durante años, los gobernantes alemanes, a la cabeza de la Unión Europea, se han enfrentado a una crisis industrial agravada por los altos costos de energía, la competencia de productos más baratos de China y la amenaza de nuevos aranceles por parte de Washington. La eliminación del límite de la deuda permitirá a gigantes automotrices en dificultades, como Volkswagen, reconfigurar el potencial de sus fábricas inactivas para la producción de armamento.
Más armas nucleares
Tanto Merz como Emmanuel Macron, el presidente francés, consideran que el uso de las armas nucleares francesas y británicas existentes sirven como protección para Europa, ya que Washington está discutiendo el retiro de su arsenal mantenido allí por décadas. Y los gobernantes alemanes están sopesando la posibilidad de romper otro tabú: el desarrollo de armas nucleares en Alemania.
A medida que las clases dominantes nacionales se ven forzadas a maniobrar para obtener ventajas contra enemigos y aliados por igual, más de ellos buscarán adquirir armas nucleares.
El Partido Socialista de los Trabajadores exige el retiro de las fuerzas invasoras rusas de todo el territorio ucraniano. El partido también exige que Washington retire sus fuerzas armadas y armas nucleares de Europa; de toda Europa.