NAGASAKI, Japón—Las experiencias de los millones de trabajadores, campesinos y comerciantes chinos que han emigrado hacia el sudeste asiático y a otros lugares, pasando a formar parte de la lucha de clases y la vida política del pueblo trabajador de muchas naciones, fue un enfoque de la conferencia de la Sociedad Internacional para el Estudio de los Chinos de Ultramar (ISSCO) celebrada en esta ciudad del 18 al 19 de noviembre.
ISSCO fue creada hace 25 años para corregir la casi total carencia de estudios académicos sobre los inmigrantes chinos alrededor del mundo, dijo en la conferencia el cofundador Wang Gungwu, profesor jubilado de la Universidad Nacional de Singapur. Desde su creación en San Francisco en 1992, ha organizado regularmente conferencias en la región de Asia y el Pacífico y las Américas, así como en África y Europa.“He luchado toda mi vida para que los estudios de los chinos de ultramar comiencen con los intereses, el bienestar y los derechos de los chinos en cualquier país donde estén viviendo”, dijo el cofundador de ISSCO Ling-Chi Wang, un profesor jubilado de Estudios Asiático-Americanos de la Universidad de California en Berkeley.
Las 200 personas que asistieron a la conferencia en la Universidad de Nagasaki incluyeron muchos de universidades en China, Japón, Filipinas e Indonesia. Otros vinieron de otras partes de Asia, así como de América del Norte, Australia y Europa.
Paneles de oradores hicieron presentaciones en 35 sesiones diferentes.
Varios paneles abordaron el impacto en las comunidades chinas en el exterior del creciente peso económico y la agresiva competencia de Beijing. A medida que crecen las exportaciones chinas, siguen las inversiones de capital extranjero, a menudo acompañadas por trabajadores chinos. Al igual que los inmigrantes chinos en generaciones anteriores, con frecuencia se ven convertidos en chivos expiatorios de los males infligidos a los trabajadores por los gobernantes capitalistas en el contexto de la actual crisis económica y social capitalista.
Charlotte Setijadi del Instituto de Estudios del Sudeste Asiático de Singapur habló sobre las elecciones de este año para el cargo de gobernador de Yakarta, la capital de Indonesia. Grupos islamistas organizaron movilizaciones masivas contra el gobernador actual, Basuki Tjahaja Purnama, o “Ahok”, después de fabricar “pruebas” de que él había menospreciado el Corán. El gobernador es de ascendencia china y cristiano. La campaña no solo ayudó a evitar la reelección de Ahok, sino que también contribuyó a que fuera condenado y encarcelado bajo cargos de blasfemia.
Hay una larga historia de gobiernos y derechistas que han usado como chivos expiatorios a los chino-indonesios, quienes constituyen el 2 por ciento de los 250 millones de habitantes de ese país de mayoría musulmana.
Luchas de los chinos
Los chinos en el exterior no han sido víctimas pasivas de la discriminación, ni en el pasado ni hoy. Ya-Han Chuang, de la Universidad de Estrasburgo, describió las huelgas contra el impago de salarios organizadas por mujeres nacidas en China que trabajan como manicuristas en salones parisinos. Las mujeres se afiliaron a la federación laboral CGT y en su segunda huelga el año pasado involucraron a compañeras de trabajo africanas en acciones conjuntas contra sus patrones.
Yafang Shi de Loving Sister Media en Canadá informó sobre las “protestas de la comunidad china y otros” en Toronto que detuvieron los planes para el lanzamiento el próximo otoño de un juego de computadora titulado “Restaurante Chino Sucio”. Los “estereotipos racistas” representados en el juego, dijo Shi, incluyen “trabajadores chinos huyendo de los funcionarios de inmigración”.
En otro panel, Mary-Alice Waters, presidenta de la editorial Pathfinder y dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos, habló sobre el importante papel desempeñado por los trabajadores, campesinos y jóvenes cubano-chinos en la revolución de 1959 que derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista respaldada por Washington. El gobierno de trabajadores y agricultores que tomó el poder, encabezado por Fidel Castro, tomó medidas decisivas para vencer la discriminación contra los afrocubanos y los chinos (ver artículo adjunto).
En su charla en un panel sobre la “Herencia China”, Ling-Chi Wang discrepó con la descripción de los historiadores de los inmigrantes chinos del siglo XIX en Estados Unidos como “pasaderos”. La actitud de que estos inmigrantes estaban “aquí para sacar dinero y luego regresar a casa” se usó para racionalizar una brutal discriminación en su contra, dijo, incluyendo “15 leyes de exclusión aprobadas por el congreso de Estados Unidos entre 1882 y 1943”.
En la sesión de clausura, Wang Gungwu dijo que ISSCO continúa atrayendo nuevos contribuyentes. Están respondiendo a la necesidad de comprender los cambios en el mundo que impactan a los chinos en el exterior, incluido el ascenso de Beijing como potencia creciente en Asia y el mundo. Señaló que también se están discutiendo planes para una conferencia regional como esta el próximo año e instó a los participantes a asistir a la próxima conferencia internacional del grupo programada en Guangzhou en China continental en 2019.