En las últimas dos semanas, las autoridades penitenciarias en Indiana y Florida, revocaron las prohibiciones que le impusieron al Militante, lo cual representa unas victorias importantes para la defensa de los derechos de los presos y de la libertad de prensa.
La victoria más reciente ocurrió el 9 de junio cuando las autoridades penitenciarias de Indiana revocaron la prohibición de dos números enviados en mayo al suscriptor del Militante Kevin “Rashid” Johnson en el Centro Correccional de Wabash Valley en Carlisle, por tener una foto que muestra “imágenes de armas”.
La foto histórica ilustraba un artículo sobre “Cuba y la revolución norteamericana que viene”. Mostraba a milicianos cubanos celebrando la derrota de la invasión mercenaria organizada por el gobierno de Estados Unidos en Bahía de Cochinos en 1961. El mismo artículo y foto aparecieron la semana previa en inglés.
Tras la apelación del abogado del Militante David Goldstein y cartas de protesta enviadas por trabajadores de la región contra esta violación de la Declaración de Derechos, Anna Levitt, abogada principal de operaciones del Departamento de Corrección de Indiana, anuló la prohibición.
“Estoy de acuerdo con usted en que censurar las ‘imágenes de armas’ es demasiado amplio en el contexto de la seguridad de nuestras instalaciones de IDOC”, escribió Levitt a Goldstein. “Creo que las imágenes que contiene su periódico tienen un significado histórico”.
Johnson es un dirigente del Nuevo Partido Afrikano de las Panteras Negras. En los últimos tres años el Militante ha logrado tres veces que se revoque la incautación de su suscripción.
“Amnistía Internacional acoge la revocación de esta decisión”, dijo al Militante Justin Mazzola, un investigador de la organización, el 10 de junio.
“He visto esto durante años y años”, dijo George Blue por teléfono desde Michigan City, Indiana, el 14 de junio. “Hay que ponerle fin”. Blue comenzó a leer el Militante en prisión a fines de la década de 1950. Aun en prisión en la década de 1970, Blue libró una lucha exitosa para poder seguir recibiendo el periódico.
“La victoria en Indiana es una parte importante de la lucha para defender el derecho de los trabajadores tras las rejas a leer lo que quieran”, dijo el director del Militante, John Studer, “y a formar sus propias opiniones sobre el camino a seguir para lidiar con la profundización de la crisis económica y social capitalista que enfrentan los trabajadores hoy”.
La decisión ocurrió tras la revocación de otra prohibición de cinco números del periódico por parte del Departamento de Correcciones de Florida el mes pasado.
Ambos casos representan un ataque al derecho del Militante a presentar su punto de vista político.
Junto con Amnistía Internacional, el Gremio Nacional de Abogados, PEN América, el Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa, la Asociación de Prensa de Florida, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Florida, funcionarios sindicales y muchos otros se han pronunciado en contra de las prohibiciones del Militante impuestas por funcionarios penitenciarios a lo largo de los años.